El verano está haciendo mella en varios centros municipales de la ciudad, que se están viendo obligados a cerrar por las tardes o todo el día para que los funcionarios que trabajan en sus instalaciones puedan coger vacaciones. Hasta 35 centros municipales están afectados por esta medida, que el Ayuntamiento de Madrid toma ante la imposibilidad de contratar a más personal por las limitaciones impuestas por el Ministerio de Hacienda, indican desde el Consistorio.
En Malasaña el único centro afectado es la biblioteca musical Víctor Espinós, que estará cerrada todas las tardes del 1 al 25 de agosto. Su horario de funcionamiento durante estos días es de 8.30 a 14.00, de lunes a viernes. A partir del 28 de agosto abrirá en su horario habitual de verano, de 8.30 a 20.30 y a partir del 18 de septiembre recuperará su jornada normal, con cierre a las 21.00.
“Los límites para la contratación no se ajustan a las necesidades reales de los municipios”, declaran desde el Ayuntamiento a El Mundo, además de mostrar sus intenciones de ampliar plantilla: “Sería deseable y necesario contar con más personal”, indican.
El pasado mes de julio, la mayoría de grupos políticos municipales aprobaron pedir la ampliación de horarios en las bibliotecas municipales del centro, que deberían abrir hasta las 23.00 a diario y también durante los fines de semana, además de no reducir horarios durante las vacaciones, según esta propuesta. Sucedió en el pleno de la Junta del Distrito, gracias a una iniciativa vecinal, y ahora es el área competente del Ayuntamiento la que tiene que decidir qué hace con esta petición.
El resto de centros públicos del barrio han reducido mínimamente sus horarios durante el periodo estival. Bibliotecas públicas como la de Conde Duque (la parte no musical) o la de Vargas Llosa adelantan su cierre diariamente a las 20.15 horas (en lugar de a las 21.00 habituales) hasta el próximo 18 de septiembre, cuando también volverán a su jornada habitual.