Slackline Malasaña from somos on Vimeo.
Pasa Malasaña por ser lo más de la modernidad, cuando no de la modernez -que es algo muy parecido sin llegar a ser lo mismo- y, sin embargo, el lunes por la tarde tres chicos alemanes dejaron boquiabiertos a quienes estaban en la plaza del Dos de Mayo con una espectacular exhibición de 'slackline', una práctica deportiva de equilibrio y acrobacias sobre la que por estos lares se sabe bien poco y se practica aún menos.
Básicamente, este deporte consiste en caminar, saltar y hacer todo lo que se nos pueda ocurrir sobre una cinta plana y algo elástica que se engancha a dos puntos fijos, generalmente árboles.
Birte es una estudiante de erasmus alemana que lleva dos meses en Madrid. Durante este tiempo ha estado buscando sin suerte compañeros para practicar juntos 'slackline'. El lunes, aprovechando que dos amigos suyos estaban visitándola en España cogió su cuerda se plantó en el corazón de Malasaña y junto a ellos cosechó sonrisas, aplausos y admiración. La suya fue una actuación breve, de no más de media hora, pero impactante. Además, tuvieron el acierto de invitar a quien quisiera a probar suerte, aunque sólo unos cuantos niños tuvieron la suficiente inconsciencia como para aceptar un desafío que Somos Malasaña eludió con tanta elegancia como cobardía.
Birte y sus compañeros aseguran que el 'slackline' es ya una práctica muy popular en Alemania, aunque su origen hay que buscarlo en Estados Unidos. Según la Wikipedia, su paternidad se le atribuye a un par de escaladores (Adán Grosowsky y Jeff Ellington) del californiano Valle de Yosemite. A principios de los años 80 ellos “comenzaron a andar por cadenas flojas y cables cercanos a los aparcamientos como forma de entretenimiento y con el tiempo empezaron a utilizar su propio material de escalada para andar sobre él”.
“Busca en Youtube por 'slackline' y ya verás el abundante material que encuentras”, nos recomendaba entre salto y salto uno de los amigos de la erasmus alemana. Por descontado, en la biblia del audiovisual 'online' hay vídeos sobre este deporte para aburrir, que acumulan miles y miles de visitas, y alguno que constata, incluso, un récord Guinness sobre la materia.