Cuarenta años peatonalizando la Puerta del Sol: de lo que imaginó Tierno Galván al cierre al tráfico de Almeida

A mediados de 1984, el Ayuntamiento de Madrid encargó varios estudios para reformar la emblemática Puerta del Sol y convertirla en la plaza “más bonita de España” (palabras de Barranco) con tres opciones en el horizonte: dejarla como estaba (un nudo de tráfico, con aceras estrechas y circulación rodada en casi toda su superficie), ensanchar las aceras y peatonalizar parte de su superficie o afrontar una peatonalización total, creando carreteras subterráneas de paso. El consistorio, entonces con el socialista Tierno Galván al frente, tiró por la calle del medio y decidió crear dos espacios peatonales amplios al norte y al sur, manteniendo el eje este-oeste de circulación al tráfico.

La intervención urbanística fue la primera que recortó el tráfico en la plaza desde 1860, cuando este enclave del corazón de Madrid se amplió a base de expropiaciones y derribos para dar cabida al cada vez más creciente paso de carruajes. La reforma de Tierno -que no vio acabada- costó 196 millones de pesetas y no gustó a la oposición, que criticó duramente el recorte al tráfico: Álvarez del Manzano, por entonces concejal raso, dijo que el cambio “despersonalizaba totalmente” la plaza y que su nueva imagen “es mucho más fea”, recogía el diario ABC.

La obra, que acabó en 1986, supuso el inicio de las ampliaciones peatonales en Sol que finalizan este jueves con el corte definitivo al tráfico de todo el entorno, planeada por el equipo de Martínez Almeida y que estaba inicialmente pensada para 2021, pero que se ha adelantado por el impacto de la pandemia de coronavirus en la ciudad, según ha explicado el propio alcalde en rueda de prensa. Es el último paso de una serie de intervenciones de diferentes alcaldes que no han podido resistirse a dejar su huella en el epicentro de la ciudad durante las últimas cuatro décadas.

Todo comenzó en 1969: peatonalización de Preciados

Aunque la primera peatonalización en la propia plaza fue ejecutada por Tierno Galván, el primer hito en la movilidad de la zona se remonta a diciembre de 1969, cuando Arias Navarro (el alcalde del momento) anuncia que los cortes al tráfico por Navidad que tenían lugar en las calles Preciados y Carmen se iban a prolongar de manera definitiva. La desaparición de la calzada no llegaba todavía a Sol: iba de la plaza de Callao hasta el cruce de ambas vías con la calle Tetuán, como se puede apreciar en esta ilustración de la prensa.

Los comerciantes se quejaron en su momento de un descenso del 30% en sus ventas, aunque la posterior revalorización de ambas calles compensó con creces las pérdidas iniciales y los mandatarios municipales tomaron nota de que esta solución creaba riqueza a la vez que hacía la ciudad más paseable. Nueve años después, en el año 1978, se anunció la segunda peatonalización con el cierre de los tramos de Carmen y Preciados pegados a la Puerta del Sol, además de las calles Tetuán o Mesonero Romanos, entre otras. Lo muestra -junto a intervenciones posteriores- el siguiente mapa:

En 1986 llegó la reforma de Tierno Galván, en la que se invirtieron 196 millones de pesetas y cambió todo el tráfico en una plaza que ya no distribuía coches hacia Callao. Entonces se quedó el eje este-oeste que ha pervivido hasta ahora, con acceso desde Alcalá y Mayor y salida desde Carrera de San Jerónimo y Arenal. La obra mantenía todavía una aparatosa marquesina para autobuses que paraban en Sol y que desaparecería años más tarde.

Álvarez del Manzano fue uno de los pocos alcaldes que no ejecutó obras de calado en la zona (aunque colocó la estatua de Carlos III en mitad de la plaza) y hubo que esperar hasta la llegada de Gallardón para que la plaza viviera su mayor intervención urbanística: se peatonalizaron Montera y Arenal y se ganó aún más terreno peatonal en mitad de la plaza, con unas obras que se desarrollaron de 2005 a 2009 e incluyeron la aparición del actual iglú de acceso a Metro y Cercanías que destaca por su estética futurista en medio de un entorno del siglo XIX.

La llegada de Manuela Carmena al Ayuntamiento añadió más espacio para el viandante gracias al corte al tráfico de la calle Carretas, que fue peatonalizada en su totalidad, desde Sol hasta Jacinto Benavente, a finales de 2018. Además, se ampliaron en las aceras del acceso desde la calle Alcalá y la salida desde la carrera de San Jerónimo: los coches quedaban cada vez más arrinconados y por allí solo pasaban taxis, autobuses residentes y vehículos oficiales de la Comunidad de Madrid.

Aunque no lo incluía en su programa electoral, Martínez Almeida anunció la peatonalización total de la Puerta del Sol para 2021, siguiendo un proyecto que dejó aparcado Ana Botella en 2014. Pero luego decidió adelantarlo a 2020 y desde este miércoles seis conos y un cartel desvían el tráfico desde Mayor y Alcalá para impedir los accesos de los vehículos por la plaza, en una peatonalización que también se extiende a vías aledañas como Espoz y Mina, calle de la Victoria o la propia Carrera de San Jerónimo hasta la plaza Canalejas. De momento, el corte es provisional y las obras se desarrollarán en los próximos meses.

Fechas clave en la Puerta del Sol

Fechas clave en la Puerta del Sol

Nacho C.S

Estaría bien que aprovechen ahora y ponga árboles, bancos, amplien las fuentes, lo que sea con tal de dejar de ver solo losas de granito y cemento por todos lados.

Beckman

...y ese iglú