El piso más elevado de las oficinas policiales de la calle Luna sirvió este jueves por la tarde para un encuentro poco habitual. En un lado estaban más de una decena de asociaciones vecinales y de comerciantes del distrito Centro. En el otro, la delegada del Gobierno, Mercedes González, el nuevo jefe superior de Policía Nacional en Madrid, Manuel Soto, y el comisario de Centro, Alberto Carba.
Los dos mandos policiales y la delegada habían convocado la reunión para escuchar lo que tenían que contar los vecinos y comprobar su percepción de la seguridad en el distrito con más movimiento de la ciudad. “Todo lo que pasa en Madrid pasa en el distrito Centro, para lo bueno y para lo malo”, les comentó González a los allí reunidos, después de que le plantearan quejas y demandas de muchos tipos durante hora y media.
La delegada del Gobierno aseguró que en el corazón de Madrid no hay problema generalizado por okupaciones ni de narcopisos, como sí ocurre en distritos como Puente de Vallecas. Tampoco tienen constancia de la existencia de bandas juveniles. Sí que admite una salida de las restricciones pandémicas más violenta, que está provocando más riñas, y un incremento del menudeo de drogas.
Para intentar atajar esta mayor disposición del consumo y distribución de estupefacientes en las calles, la Policía Nacional aseguró a los vecinos que cuenta con efectivos recorriendo las calles para detener a los pequeños traficantes. Solo en la zona de Lavapiés, por ejemplo, hay dedicados ocho agentes, informó el comisario de Centro. También detalló que se detienen en el distrito a entre 20 y 25 personas al día por la comisión de diferentes delitos, y que están efectuando cerca de 500 identificaciones cada jornada.
Para ayudar a hacerse una idea a los vecinos del nivel de trabajo que gestiona la policía en Centro en cuestiones de drogas, Alberto Carba advirtió que su grupo de estupefacientes es el que más puntos de venta y distribución lleva desarticulados en la ciudad: fueron 25 el año pasado y 6 en lo que va de 2022.
Mercedes González añadió que la Delegación ha puesto en marcha un plan para intentar atajar los casos de violencia de género (con un aumento del 23%) y las agresiones sexuales a mujeres, que se han incrementado después de la pandemia. También se ha desplegado un plan operativo contra la sumisión química. La delegada afirma que está funcionando bien pese a la dificultad de detectar estos casos.
En el encuentro participaron asociaciones vecinales y de comerciantes de Chueca, Malasaña, Lavapiés, Austrias, Sol, Montera, Letras o el Rastro, que relataron desde problemas asociados al ocio nocturno, trapicheos de drogas, prostitución en calles como Caballero de Gracia, hurtos y problemas con los pisos turísticos, en los que aseguran que no se identifica de forma generalizada a sus ocupantes o problemas con hoolingans y manifestaciones que acaban en vandalismo. Una parte de la conversación versó en torno a los problemas en torno a La Quimera, un edificio de la plaza Nelson Mandela que varias organizaciones ven como el origen de inseguridad en la zona.
El “parque temático” y la resistencia
Después del relato de los problemas individuales detectados por cada asociación, la delegada del Gobierno relató su visión de lo que sucede en la parte central de la capital: “Los problemas del distrito Centro son fruto de un modelo de ciudad. Se ha consolidado el distrito como un parque temático con múltiples atracciones (...) el centro de la ciudad es una mercancía y un producto muy atractivo para la actividad económica. Todo aquello que impedía que fuera dedicado a ese fin se ha ido expulsando”, dijo en alusión a los vecinos o al pequeño comercio.
“Los vecinos que resistís sois unos supervivientes que tenéis toda mi admiración”, aseguró al reconocer que no es un distrito fácil para criar a niños ni para las familias. “Sufrís los problemas de ese modelo de ciudad y de la inseguridad que se produce”, añadió a la vez que anunciaba que dentro de un año el edificio de la comisaría de Leganitos estaría renovado y volvería a reabrir en cuanto acabaran las obras.
Mercedes González cerró el encuentro animando a las entidades a que las Ampas de los centros educativos del distrito soliciten charlas y formación por parte de la Policía Nacional para atajar desde el origen problemas como la formación de bandas, el acoso en redes o la violencia de género. Lo pueden hacer a través del Plan Director, contactando con los responsables de participación ciudadana de cada distrito. “”Solo vamos a acabar con esto si vamos a la raíz“, aseguró.
La visita de la delegada del Gobierno a Centro es la segunda que efectúa en los distritos de Madrid, dentro de un recorrido con el que buscará tener contacto con todas las organizaciones vecinales de la capital.