El Internacional, un colegio pionero en el barrio

Pocas figuras representan tan bien al barrio como la del estudiante. La ubicación en San Bernardo de la Universidad Central determinó que durante años estos fueran los clientes habituales de los cafés de la zona y de las numerosas librerías que siempre poblaron nuestras calles. También, claro, dieron nombre oficial al distrito: Universidad. Siempre han existido, además, importantes colegios e institutos, como el Cardenal Cisneros, decano de los institutos de la ciudad, o San Antón, en cuyas aulas han estudiado varios premios nobel.

Hace pocas fechas recibimos el correo electrónico de una lectora, Aurora, que llamaba la atención sobre la existencia de un colegio fundado por Nicolás Salmerón en el número 21 de la Corredera Baja de San Pablo, un proyecto educativo pionero en su momento que anticipó en unos años a la Institución Libre de Enseñanza. Aurora conoció la existencia de El Internacional a través de un cómic sobre la vida de Salmerón, La vida de un Presidente de la 1ª República española.

Nicolás Salmerón ha pasado a la historia como presidente de la Primera República española, lo que representa un mes y medio de su vida, pasándose a menudo por alto su faceta como pedagogo y filósofo krausista. Vivió dos depuraciones en la Universidad Central, donde impartía Metafísica, antes y después de la Primera República. Fueron estos problemas para desempeñar sus ideas docentes en el marco oficial los que construyeron su convicción de que era necesario un nuevo modelo de escuela privada, y por los que ejerció de profesor voluntario, junto a su amigo Giner de los Ríos y otros, en el Cardenal Cisneros durante la revolución de 1868. Aquella experiencia fue una isla en la historia educativa de los institutos de la época, que supuso la libertad para asistir o no de los alumnos, las clases nocturnas para obreros o la libre matriculación en asignaturas.

El colegio se fundó en 1866 y estuvo, en un primer momento, en el mencionado inmueble del 21 de la Corredera Baja de San Pablo, en un caserón señorial de dos plantas donde habitó el mismo Nicolás Salmerón junto a algunos de los alumnos, con los que pasaba las horas jugando al billar y al ajedrez. Allí vivía aún cuando asumió la presidencia de la República. En 1869 el colegio se mudó al número 19 de la calle de San Bernardo.

Se admitían en el colegio internos, medio-pupilos y externos, según el número de horas que permanecían en el centro. El Internacional era un colegio privado y en palabras de Salmerón “si la enseñanza ha de ser buena, no puede costar poco, pues el profesor se dedicará a otros trabajos simultáneamente”. A pesar de no estar al alcance de todos los bolsillos se reservaban una matrícula y dos medias matrículas por clase para huérfanos y pobres.

Pese a la corta vida de la escuela, en las aulas de El Internacional estudiaron algunas figuras de la época como Jaime Vera, miembro del grupo fundador del PSOE, o Manuel Bartolomé de Cossío, figura puntera de la Institución Libre de Enseñanza.

Una vez finiticada la Primera República Salmerón venderá el colegio y dejará su dirección en 1874.

Necesitaba el dinero para fundar su bufete de abogados en la calle Silva...y por si necesitaba salir al exilio (efectivamente tuvo que marchar a Lugo primero y después a París). Poco después el colegio desapareció como El Internacional.

La experiencia de El Internacional fue un auténtico laboratorio de lo que luego sería la Institución Libre de Enseñanza – inaugurada en 1876 –

de cuya fundación Salmerón participó desde la distancia de su exilio en París como uno de sus primeros accionistas, aunque el mayor protagonismo se lo llevó su compañero Giner de los Ríos.

Para saber más

: Nicolás Salmerón, Fundador y director del Colegio “El Internacional”