El solar de Grilo, o solar Maravillas, jardín vecinal autogestionado desde hace una década, está a punto de echar el cierre a su etapa de punto de encuentro clave para los vecinos del barrio de Univesidad. Desestimada la medida cautelar que pedía no ejecutar el desalojo ordenado por el área de Desarrollo Urbano hasta que un juez se pronunciara sobre el contencioso administrativo interpuesto por la asociación vecinal SPA Maravillas, y denegadas las alegaciones particulares en contra de la orden, en breve, el Ayuntamiento podría proceder al lanzamiento administrativo en cualquier momento.
Cuestión de días o, a lo sumo, de un par de semanas, calculan sus usuarios que es lo que le resta al espacio comunal, mientras esperan que, al menos, la administración comunique la fecha exacta en la que tomará el control de este terreno de titularidad municipal, con el objetivo de que les dé tiempo a organizar el traslado del mayor número de árboles y de plantas posible de las que se encuentran en el huerto y en el jardín del número 8 de la calle de Antonio Grilo.
El Ayuntamiento de Madrid tiene previsto ceder el solar a la Comunidad de Madrid para la construcción en él del nuevo centro de salud del barrio, una idea para la que aún no se tiene ni proyecto ni presupuesto y que, en el mejor de los casos, tardará varios años en ser una realidad, por lo que los actuales usuarios de Grilo habían solicitado, sin éxito, que se les dejara continuar con sus actividades hasta que estuviera mucho más avanzado el proceso de ejecución del centro médico. Aclaran que no se oponen a la decisión del Consistorio de edificar en Grilo el necesario ambulatorio que precisa el barrio -si bien instaron a las autoridades en su día a buscar otra ubicación para él- sino que por lo que han venido peleando en los últimos meses es por conseguir permiso para seguir utilizando el espacio hasta el inicio real de las obras.
Sin embargo, tanto desde el Ayuntamiento como, ahora también, desde la Comunidad de Madrid, acusan a los usuarios del solar de estar entorpeciendo la construcción del centro de salud. Es más, en ciertas afirmaciones más categóricas les culpan directamente de que los vecinos de Universidad no tengan todavía un centro de salud en condiciones, en lugar de los insuficientes de las calles Palma y Norte.
De igual modo, acusan al ejecutivo anterior de esta situación: según el presidente del PP de Centro, Carlos Segura, Carmena podría haber firmado ya en julio de 2016 la cesión del terreno a la Comunidad.
Lo que obvian decir los actuales gobiernos locales y regionales es que el solar de Grilo fue adquirido por el Ayuntamiento de Madrid, mediante expropiación, a finales del año 2005, siendo inscrito en el Registro de la Propiedad como parcela Dotacional Servicios Colectivos Equipamentos Básicos en enero de 2007. Desde entonces, los distintos ayuntamientos planearon diferentes destinos para este terreno que, sin embargo, jamás se materializaron por falta de presupuesto.
El PP desaprovechó una década para hacer algo productivo en él y, hoy en día, 15 años después de ser municipal, aunque hay proyecto sigue sin haber partida presupuestaria para ejecutarlo.
Quienes hoy son acusados de okupar el solar se encargaron de limpiar este espacio y de abrirlo al vecindario. Lo que se había convertido en un estercolero y que, incluso, llegó a albergar un asentamiento de personas drogodependientes en el que se trapicheaba con sustancias prohibidas, ha sido zona verde durante todo este tiempo de autogestión. Sus usuarios preparan el adiós con la cabeza bien alta y rechazan que sean sus objeciones y alegaciones para abandonar este espacio lo que impide que el barrio de Universidad goce ya de un centro de salud en condiciones.