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El sonido de La Casa de Papel sale de un sótano de Malasaña

Cada uno de los disparos, explosiones, frenazos, golpes, pasos, trinos de pájaro y cualquier otro ruido que oigamos en La Casa de Papel

se ha añadido a esta premiada producción en Malasaña. Incluso la característica voz en off de Tokio, a la que da vida la actriz Úrsula Corberó y que guía la narración de cada capítulo, se graba en La Palma 52 Sound, el estudio de postproducción de sonido que dirige Jose Ignacio Arrufat.

En vísperas del estreno por todo lo alto de la tercera temporada de La Casa de Papel, la primera serie española en ganar un Emmy Internacional y la producción de Netflix de habla no inglesa de mayor éxito, resulta curioso saber que este pelotazo mundial se remata en un céntrico e insospechado sótano de Madrid donde los capítulos llegan montados y con diálogos pero desprovistos de cualquier otro tipo de sonido, algo vital para que una producción funcione y sea creíble. Con ellos trabaja Arrufat y su equipo bajo la más absoluta confidencialidad sobre lo que deparará al espectador las nuevas entregas y con material cifrado y discos duros encriptados para evitar filtraciones o robos.

Desde La Palma 52 Sound cuentan que lo mejor de su trabajo es cuando no se nota, cuando la gente cree que la explosión de un misil suena exactamente como ellos lo han imaginado. Sin embargo, no deja de ser paradójico que el sonido de una producción de televisión o de cine sea un trabajo tan silencioso y que pase desapercibido para el gran público. Quizá si se supiera que, por ejemplo, sonorizar cada capítulo de esta temporada de la serie de Vancouver Media exige entre 10 y 15 días de dedicación de un equipo formado por 9 personas, en 20 jornadas de 8 horas de trabajo cada una, se miraría la labor de estos profesionales de otra forma.

La postproducción de sonido de una serie como La Casa de Papel conlleva dos tipos de tareas: una más laboriosa, consistente en limpiar los diálogos de los actores para que la voz se aprecie limpia y nítida, y otra más artística, en la que se recrean ambientes y se mezclan los sonidos. “Hasta 248 pistas distintas de sonido hemos usado para algunas escenas de los nuevos capítulos de La Casa de Papel”, cuenta Jose Ignacio Arrufat, que no duda en reconocer que sonorizar una serie como ésta es algo laborioso pero muy divertido a la vez: “Es un juguete para cualquier equipo de postproducción, un rompecabezas que hemos construido saliendo victoriosos del reto”.

El trabajo de La Palma 52 Sound en cada capítulo de La Casa de Papel no finaliza hasta que se revisa cada uno de ellos en un visionado junto al director del mismo, que es quien tiene la última palabra en las mezclas finales. Arrufat, por su parte, llega a ese visionado habiendo supervisado minuciosamente el trabajo de su propio equipo y proponiendo muchas cosas de sonido que “en una serie como La Casa de Papel los directores agradecen y suelen tener en cuenta”, asegura.

Antes del visto bueno definitivo a cada capítulo, resulta frecuente que algún actor haya tenido que dejarse caer por el pequeño estudio de esta empresa malasañera para volver a grabar algún diálogo que no haya llegado en perfectas condiciones o se haya decidido cambiar o añadir algún texto alternativo.

El hecho de que La Palma 52 Sound esté enclavado en el corazón de Madrid no es algo habitual en este tipo de estudios. “La postproducción de sonido de series suele hacerse en algún agujero habilitado para tal efecto en las mismas naves industriales donde se graban estas producciones. No es normal encontrarte algo así en un sitio tan bien comunicado como Malasaña y los actores, directores y responsables de series lo agradecen”, cuenta Arrufat, vecino del barrio que no dudó ni un momento sobre cuál sería el mejor lugar en el que montar su estudio una vez que, a finales de 2016, el volumen de trabajo que empezaba a llegarle hizo posible que se planteara el hecho de independizarse y crear su propia empresa.

Por aquel entonces ya se había encargado de la coordinación del sonido de películas como Stop Over in Hell o Vampyres y de series como El Barco, de Globomedia, que fue donde coincidió con Álex Pina, creador de La Casa de Papel y que, seguidamente, le confió el sonido de producciones como Bienvenidos al Lolita  y Vis a Vis, el éxito carcelario que resultó definitivo para que Pina creara su propia productora, Vancouver Media, y Arrufat pudiera montar su estudio, de donde también sale el sonido de otras producciones muy conocidas como El Embarcadero, La SALA, La Víctima Número 8 y Estoy Vivo, y donde ya tienen asegurados nuevos encargos entre los que destacan La Valla -nueva producción de Mediapro-, Oasis -'spin off' de Vis a Vis- y Sky Rojo -lo nuevo de Vancouver con Netflix, una 'road movie' protagonizada por mujeres-.

En cualquier caso, es de esperar que el éxito de La Casa de Papel repercuta muy positivamente en La Palma 52 Sound. “Que te encarguen el sonido de una serie así es una lotería y que una multinacional como Netflix decida luego lanzarla en todo el mundo se puede calificar como milagro. En este pequeño estudio hemos recibido a los mismísimos jefes de postproducción mundial de Netflix, que se quedaron sorprendidos al no ser un estudio gigante de varias plantas, pero demostramos estar totalmente capacitados técnicamente para realizar aquí las mezclas de cualquier tipo de producción de series de televisión y premezclas de cine, tanto en 5.1 como en la nueva tecnología Dolby Atmos. No soy ambicioso pero estamos trabajando con los mejores y todo encargo que pueda venirnos gracias a lo que hemos realizado para esta serie será bien recibido. No hay que olvidar que La Casa de Papel se ha convertido en un fenómeno mundial”, afirma Arrufat.