Ficciones de Cine, el último videoclub de Malasaña, se despide este domingo después de acompañar a los vecinos del barrio desde hace 14 años en el número 43 de la calle San Vicente Ferrer. Cierra sus puertas porque sus caseros no le han querido renovar el contrato de alquiler y porque el negocio no da para pagar la renta de otro local por el que, aseguran, no les pedirían menos de 2.000 euros mensuales.
Marcia Seburo, su responsable, indica que la gentrificación galopante que acecha al barrio ha sido la última responsable de su adiós, puesto que junto con el referido aumento de renta la zona se ha ido vaciando progresivamente de familias, que constituían el grueso de su clientela. A Marcia no le hace falta estadística oficial alguna para sostener esta afirmación. Es su experiencia y el trato diario y cercano con su público la que la ha instruido sobre este mal que afecta a otros muchos comercios de proximidad.
“Ha sido un goteo continuo a lo largo de los años el de las familias que me han ido diciendo que se marchaban a barrios de la periferia en busca de más espacio y de alquileres más asequibles que los que por aquí se estilan. Y los que se van del barrio no vuelven luego a alquilarte películas, por mucho que les guste lo que les ofreces. Los turistas tampoco las alquilan y cada vez hay más apartamentos turísticos”.
Ficciones de Cine ha sido todo un referente para cualquier cinéfilo de Malasaña. En este espacio de la calle San Vicente Ferrer, atiborrado de títulos, uno podría conseguir casi cualquier referencia que buscara, así como encontrar el consejo cinematográfico de los responsables del lugar, mucho más certeros que el programa automático de Netflix a la hora de recomendar a sus usuarios películas de cualquier época que podrían también gustarles en función de sus preferencias. También era frecuente que Marcia expendiera DVDs como cualquier médico acostumbra a hacer con las recetas: para cada 'mal' manifestado por sus usuarios, el medicamento adecuado en formato ficción cinematógrafica. Para un día duro, tal comedia; para encontrar cierto consuelo hundiéndose uno más aún en su tristeza, tal dramón... y así hasta el infinito, con diagnósticos y soluciones a la carta.
Pero aunque cierra Ficciones de Cine en Malasaña -hace unos meses también dijo adiós la tienda de carteles Cinemaspop- el negocio continuará existiendo atrincherado en la sucursal del mismo nombre que está en el número 15 de la calle Juanelo, lugar al que se trasladó no hace tanto desde su original emplazamiento en la calle Relatores, donde comenzó este videoclub hace ya 17 largos años.
Y para a quien le cueste eso de cruzar al otro lado de la Gran Vía, una gran noticia: Marcia ha llegado a un acuerdo con el bar El Rincón, situado en Espíritu Santo -a su paso por la plaza del Rastrillo-, para que sirva como lugar de entrega y recogida de pedidos de películas un par de veces por semana. Esto es, quien quiera alquilar cualquier título no tendrá más que solicitarlo por WhatsApp (695928055) y Marcia se lo servirá en El Rincón, lugar en el que también se podrá devolver la cinta tras su visionado. Este servicio funcionará desde el mes de julio en dos días fijos a la semana.
En la página de Facebook de Ficciones de Cine se irán recordando las fechas, al tiempo que se podrá seguir al tanto de las novedades de la tienda como cuando -hasta ahora- estas se anunciaban en las estanterías destacadas para ello del establecimiento. La necesidad ha hecho que nazca un singular televideoclub: imaginación al poder.
25.000 DVDs a precio de saldo
25.000 DVDs a precio de saldo
“No quedarán más de cinco videoclubs como el mío en todo Madrid”, cuenta con cierta pena Marcia quien, sin embargo, se despedirá físicamente de Malasaña con un evento de carácter festivo: un inusual rastrillo de cine. El viernes, sábado y domingo, en el habitual horario vespertino del Ficciones, entre las 17.00 y las 23.00, piensa vender los miles de títulos que atesora este espacio a precios especiales: una película por siete euros; dos películas por 12 euros y tres películas por 15 euros.
“De muchas cintas tengo tres o cuatros copias en cada establecimiento y al unificarlos la cifra se dobla”. Este fin de semana se rematan 25.000 DVD que han hecho soñar durante años a los malasañeros.