Elegido el diseño para la nueva plaza del Dos de Mayo: gran explanada de tierra, más árboles y traslado de la estatua

El epicentro del barrio de Malasaña ya tiene un diseño para su reforma. El proyecto Mise en abyme, de los arquitectos Adrián Paterna y Gonzalo Peña, junto con el estudio, KAL A, de Miguel Sotos y Sofía Romeo, ha sido el seleccionado como ganador en el concurso para alumbrar la futura plaza del Dos de Mayo, que el Ayuntamiento puso en marcha junto al Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM).
El proyecto plantea acabar con el actual foso, que data de los años noventa, y dejar en su lugar un cuadrado diáfano, despejado en su parte central, donde se propone el uso de suelo terrizo. El equipo de arquitectos ganador apuesta por “una solución unitaria que elimine todas las barreras arquitectónicas existentes, abriendo el espacio público a la ciudad sin restricciones y sin alterar su significancia e identidad”.
A su alrededor se conservarán los árboles de mayor porte y se plantarán otros de similar tamaño para aumentar las zonas de sombra e integrar la masa arbórea, a la vez que se despliegan distintos lugares estanciales, formando en cada lado del cuadrado una línea con bancos de granito. Varios árboles pequeños plantados en alcorques serán reubicados, como parte de la estrategia de extender la arboleda hacia las calles aledañas.
“La nueva masa arbórea estará compuesta por una selección de especies con pequeños parterres donde se disponga flora autóctona resistente a la climatología y bajo mantenimiento”, cuentan los autores del proyecto, que eliminan los setos actuales, con el objetivo de dar más transparencia visual a la plaza y que la vegetación cuente con una forma ordenada, “que sirva como catalizadora de un uso urbano tan extenso”.

Alrededor de este primer cuadro el proyecto plantea un jardín urbano, “refugio climático” con más elementos de descanso y un parque de juegos infantiles junto a la entrada del colegio público Pi i Margall. También se propone reubicar el quiosco y las terrazas de hostelería, colocándolas junto a la línea de árboles, reducidas, con el objetivo de despejar el conjunto. El objetivo es crear un espacio libre de obstáculos en las zonas más cercanas a las fachadas de los edificios.
La nueva plaza resultante contará con una pendiente máxima del 3% para salvar el desivel existente entre su lado este, que da a la calle San Andrés, y el oeste, que desemboca en la calle Daoíz.

Otro de los elementos más llamativos del proyecto seleccionado es el desplazamiento de la estatua en honor a Daoíz y Velarde, que viaja desde el centro de la plaza hasta la entrada hacia la calle Dos de Mayo, recuperando una ubicación que ya tenía hace un siglo. El arco de Monteleón, sin embargo, se mantiene en su sitio aunque deberá ser elevado ligeramente -un metro- para adecuarlo a la nueva cota de la plaza. Los arquitectos justifican esta solución: “Pese a su coste y complejidad, la propuesta plantea entender que el beneficio en términos de accesibilidad es una deuda con la ciudad y los habitantes y vecinos que hacen uso de dicho espacio”, explican en su planteamiento. La valla también desaparece, según el proyecto.
Además, la propuesta ganadora añade parterres y más árboles en calles aledañas, que también formarán parte de la reforma y contarán con nueva pavimentación granítica pero con gran permeabilidad, en la línea con las últimas reformas municipales que han tenido lugar en el centro de Madrid. Además, para minimizar el impacto ecológico el proyecto propone en la mayor medida posible reutilizar los materiales actuales, así como se respetar todos los ejemplares arbóreos existentes.

El resultado del concurso se ha comunicado este lunes, aunque la decisión se tomó el pasado mes de diciembre, según el acta de las deliberaciones a las que ha tenido acceso Somos Malasaña. El jurado destaca del proyecto ganador “la calidad arquitectónica de la propuesta que resuelve la plaza en un único plano que permite permeabilizar el espacio en todas direcciones”.
La solución adoptada reordena la plaza en base a recintos concéntricos “materializados a la manera de un claustro”, destaca el fallo del jurado, lo que “ordena los usos sin predeterminarlos, asegurando la accesibilidad y la continuidad de todo el entorno”. Mise en abyme integra además el arbolado existente y lo amplía, generando un perímetro verde.

También destaca el jurado en su fallo “la elección y la calidad en el uso de los materiales configurando un lenguaje en la construcción de la urbanización exportable a todo su entorno”, en la línea marcada en intervenciones recientes de otros espacios públicos de la ciudad.
El nombre del proyecto hace referencia al proceso narrativo consistente en colocar una copia de una imagen dentro de sí misma, a menudo de forma que sugiera una secuencia infinitamente recurrente, de manera análoga a, por ejemplo, las muñecas rusas. La idea es trazar “de forma incesante en la historia de la plaza, siendo sus diferentes capas narrativas una copia de sí mismas”, explican los autores en su proyecto. “La propuesta habilita la posibilidad de que esos estratos de la memoria construida se puedan reflejar en perímetros concéntricos densificados que al mismo tiempo generen interconexión y permeabilidad. En el centro de esta sucesión, siempre visible y accesible quedará el espacio central”.
Resto de premios del concurso
Está previsto que el consistorio desarrolle un proyecto de obra a partir del proyecto ganador, que además se lleva 14.200 euros como premio. El jurado también ha elegido otros cuatro premios en metálico entre el medio centenar de ideas presentadas, que no tendrá en cuenta a la hora de desarrollar la reforma pero que conllevan dotación económica.
El segundo premio del concurso, dotado con 9.480 euros, es para Sol y Sombra, de Carlos Alberto Pita y Xoán Manuel Pérez Lorenzo. Mientras que el tercero, que se lleva 6.320 euros de premio, es para Blanca Calma, a cargo del estudio Campo Baeza. También se han otorgado dos accesits de 1.000 euros para los proyectos Agua de mayo (Jorge García Anta y Fernando Eiroa Lorenzo) y La luna de Madrid (María Milans del Bosch y Proyectos Múltiplos).
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