Un mes ha pasado desde el acto que inauguró, después de nueve años de espera, la reforma de los Jardines del Arquitecto Ribera. Un tiempo que ha servido a los vecinos para empezar a usar el parque de mayor tamaño en Malasaña y Chueca y para empezar a darse cuenta de sus fortalezas y de debilidades que no se habían advertido.
Una de las críticas más frecuentes que ha recibido es la falta de agua. La han notado los niños en el parque infantil, donde aún no ha llegado la fuente para beber prevista, y también los árboles, especialmente los más cercanos a la calle Barceló, algunos de los cuales se han secado por falta de riego y por las temperaturas extremas vividas en el mes de junio.
El agua también escasea alrededor del monumento a Mesoneros Romanos, y en el pequeño río que hizo las delicias de los niños durante la inauguración, donde se vieron escenas similares a las fotografiadas hace 80 años, cuando se instaló allí una piscina para el refresco de las clases populares.
El único surtidor que todavía funciona en la zona es el de la Fuente de la Fama, que solo se pudo ver (de cerca) el día de la inauguración. A partir de ese momento cerró su verja y el acceso al patio -que pertenece al Museo de Historia de Madrid- quedó clausurado sine díe.
“Ese patio tiene que devolverse al parque” afirma Danko Linder, habitante del barrio y miembro de Vecinos Haciendo Jardines, (VHJ) la plataforma que primero salvó esta zona verde y luego ayudó a diseñar la nueva infraestructura. Danko confía en que, una vez solventado un problema de seguridad con el acceso, la valla se abra de forma definitiva.
Desde VHJ también se muestra sorpresa por los problemas de higiene y de falta de fluidez de la vía de agua que se inauguró hace un mes. “Debería ser posible que los niños pudieran bañarse ahí”, sugiere Danko, quien valora la gran acogida que tuvo la infraestructura. Sin embargo, resta importancia al secado de árboles: “Es muy habitual que suceda al principio en un parque nuevo, suponemos que se irán sustituyendo aunque no se podrán plantar otros hasta el otoño”, indica. “Aunque nosotros seguimos echando de menos más vegetación”, apostilla este vecino.
Lo positivo: juegos y ausencia de botellón
Lo positivo: juegos y ausencia de botellón
Estas pegas conviven con puntos muy positivos, valorados por los vecinos, como el intenso uso de las zonas estanciales (bancos y bordillos) incluso en los momentos de más calor y de los espacios diáfanos, que han facilitado la vuelta de los juegos de pelota de los más jóvenes. También consideran positivo que el lugar se haya librado de los macrobotellones que solían ser habituales allí hace años gracias en parte a la presencia policial durante los fines de semana.
Queda todavía la duda de cómo funcionará el huerto urbano diseñado junto al Isabel la Católica, centro escolar que reclamó esta infraestructura al Ayuntamiento. “Esto dependerá de la actividad que le dé el colegio”, apunta Danko Linder. De momento, sus impulsores han colocado un cartel explicando que el lugar habilitado con base de arena y un pequeño cercado, se trata de un espacio hortícola. Además el consistorio ha instalado varios bancales, para evitar que se convierta equivocadamente en un lugar que albergue excrementos de perros, como sucedió durante los primeros días.
Todas las fuentes volverán a funcionar
Todas las fuentes volverán a funcionar
Desde el Ayuntamiento se informa de que todas las fuentes, obstruidas por un problema técnico, “van a volver a funcionar” y que se instalará en breve “una fuente de agua potable”, comentan a este periódico desde la Junta de Distrito Centro. Al igual que los VHJ, desde el consistorio se considera “normal” que haya algunos árboles que se hayan secado -especialmente por la ola de calor- y se anuncia que se repondrán. También indican que el riesgo de secado era mayor al haberse escogido ejemplares de mayor porte para que pudieran dar sombra cuanto antes.
En cualquier caso, fuentes municipales valoran con entusiasmo el primer mes de funcionamiento del parque y creen que los jardines “van a funcionar muy bien”. “Son meses complicados por las temperatura y porque falta ajustar algunas cosas, pero somos optimistas”, explican a Somos Malasaña.
Capítulo aparte merece el vandalismo que ya han sufrido algunas estructuras del parque e incluso el monumento a Mesoneros Romanos, que esta semana lucía varias pintadas rosas en todas sus imágenes escultóricas. “Ese es un problema más difícil de resolver, que habría que abordar en algún momento”, se lamenta Danko Linder con cierta resignación. Pero los vecinos también son optimistas: “Al final nos hemos dado cuenta de que hay una gran parte del trabajo que ha empezado ahora, al ver cómo se usa”, concluye.
Estas son las imágenes de los jardines, un mes después de su inauguración (pincha en ellas para ampliar):
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