Los tesoros centenarios del Gabinete de Historia Natural del instituto público Cardenal Cisneros
Pocos edificios hay tan concurridos y, a la vez, tan desconocidos para la mayoría de los madrileños como el Instituto Cardenal Cisneros (calle de los Reyes, 4), fundado en 1845 como instituto del Noviciado y vinculado a la Universidad de Alcalá de Henares (no a la actual, sino a la antecesora de la Central, en San Bernardo, que hoy es la Complutense). El instituto actual data de 1877.
Mucho habría que sus alumnos ilustres –Fernán Gómez, Manuel Azaña, José Antonio Primo de Rivera o Clara Campoamor, entre otros muchos–, las bondades del edificio proyectado por Francisco Jareño y una riquísima nómina de espacios históricos. Pero hoy nos fijaremos en sus magníficos Gabinete de Historia Natural y Laboratorio de Ciencias Naturales, que se podrán visitar los próximos 8, 11 y 12 de noviembre dentro de la programación de la Semana de la Ciencia.
El Gabinete es casi tan antiguo como el instituto. Fundado en 1848 a partir de una donación del Museo Nacional de Ciencias Naturales, bajo el liderazgo del catedrático Manuel M. J. de Galdo López de Neira, el espacio es una preciosa línea cronológica de la enseñanza de las ciencias naturales. El laboratorio llegaría en 1920, impulsado por los vientos de renovación pedagógica que soplaban en la Europa de entreguerras, que llevaron a la instalación de laboratorios junto a las aulas.
En las tres salas del Gabinete de Historia Natural podemos apreciar objetos realmente curiosos y de gran valor dentro de la enseñanza de las distintas disciplinas: zoología, biología, geología, agricultura, botánica, paleontología y prehistoria.
La procedencia de la colección da para imaginar un relato de viajes decimonónicos: las colecciones de modelos florales y zoológicos fueron compradas en París a finales del siglo XIX y principios del XX, por ejemplo.
Especialmente llamativa es la colección de modelos anatómicos realizados en papel maché, elaborados por el doctor francés Louis Thomas Jérôme Auzoux (1797-1880). La joya de la corona es el modelo a tamaño natural, comprado directamente en la tienda parisina del doctor Auzoux por Manuel M. J. de Galdo López de Neira durante su visita a la Ciudad de la luz. El profesor se encontraba allí en calidad de representante del Gobierno español en la Exposición Universal celebrada en 1878. Este tipo de modelos anatómicos están compuestos por centenares de piezas desmontables y numeradas que, como si de un complejo puzle se tratara, componen una detallada figura humana. Durante los últimos años, varias de estas piezas han sido restauradas por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid,
El mismo Galdo López de Neira adquirió también un epidiascopio, que servía para hacer proyecciones luminosas sobre vidrio. Un primitivo antecedente de los proyectores de hoy en día que fue utilizado hasta la década de los 40 del siglo XX.
Microscopios, balanzas, modelos de arado, semilleros, herbarios de plantas secas o de tela, armarios de la primera mitad del XIX, grabados, especies animales conservadas en formol, modelos pedagógicos de plantas…el Gabinete de Historia Natural del Instituto Cardenal Cisneros es un paseo sensitivo por los últimos dos siglos de ciencia y enseñanza que merece la pena conocer.
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