Las obras de la estación de Gran Vía no tienen aún un horizonte claro de finalización. La última fecha ofrecida por la Comunidad de Madrid es en algún momento del año 2021 “siempre que no surjan nuevos imprevistos”, publica hoy Madridiario. Los trabajos arrancaron en el verano de 2018 con la intención de finalizar en 2019, justo antes de las elecciones regionales, pero una serie de circunstancias, constructivas, hallazgos arqueológicos y ahora las condiciones laborales afectadas por la pandemia han retrasado mucho la reapertura de este nudo de comunicaciones.
La consejería de Transportes confía en finalizar la obra civil de la estación en noviembre o diciembre y, a partir de ese momento, Metro de Madrid acometerá los trabajos para acondicionar la estación y finalizar la reforma, que incluye una conexión directa con el Cercanías de Sol sin necesidad de salir al exterior.
La reforma de Gran Vía incluye colocar en el hueco del antiguo ascensor una réplica del templete que diseñó Antonio Palacios para el elevador original. Esta iniciativa se ha encontrado con dos escollos por el camino: por un lado, el del Ayuntamiento de O Porriño, que se negó a devolver el citado templete y anunció que incluso mejoraría su entorno para ponerlo en valor. Y por otro, el de las asociaciones defensoras del patrimonio como MCyP, que alertaron del derribo de elementos históricos de la estación de Gran Vía por la reforma, que fueron catalogados y protegidos por Metro de Madrid.
Como colofón a las obras, el Gobierno regional colocará una réplica del templete en la Gran Vía. Aunque todavía es una incógnita saber en qué fecha podrán bajar por él los primeros viajeros de la renovada parada del suburbano.