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La residencia del Refugio justifica su cierre por pérdidas acumuladas de 1.444.000 euros

La Residencia del Refugio acumuló pérdidas por valor de 1.444.747 euros entre los años 2001 y 2015, según la carta abierta enviada por el Hermano Mayor de la Hermandad del Refugio, Luis Eugenio Redonet de la Vega, a sus 41 inquilinos. En esa carta, a la que ha tenido acceso este periódico, se justifica la decisión tomada por la Hermandad de cerrar la residencia y poner a la venta el edificio que la alberga, el número 1 de la calle del Pez, tal y como anunciamos hace unos días.

En la misiva, que se puede leer en su totalidad aquí y aquí, Redonet indica que no sólo es deficitaria la residencia, sino que tanto el comedor social de San Antonio de los Alemanes como el colegio de la Purísima Concepción, servicios que también mantiene la Hermandad en el barrio de Universidad, generan pérdidas y que, por lo tanto, de seguir así peligraría la supervivencia misma de esta institución cuatro veces centenaria.

Puestos a tener que elegir, los Hermanos dicen haber optado por centrar sus esfuerzos en mantener su actividad fundacional de alimentar a los necesitados y la inmediata posterior del colegio (300 alumnos de 20 nacionalidades); y por suprimir la última que incorporaron a su labor de servicio a la comunidad y con la que, por lo que se desprende de la carta enviada por su Hermano Mayor, no se sienten del todo satisfechos: Redonet reconoce falta de experiencia en la gestión de la residencia y admite no haber logrado cumplir su primigenio objetivo de dar albergue a residentes humildes a precios asequibles.

“Para mantener su viabilidad, los precios que estamos pidiendo a los residentes (1.600 euros al mes) son precios de mercado, muy alejados de nuestro objetivo inicial, y hemos tenido que dejar de mantener la acogida a los humildes”, escribe el Hermano Mayor. Aún así, en la misiva se indica que todavía sería necesario subir más la cuota mensual a los residentes para poder continuar y mantener las 45 camas de las que disponen y hacer frente a las 26 nóminas de profesionales que se necesitan.

Preguntas en el aire

Preguntas en el aire

Siguiendo con lo que se expone en la carta, nos encontramos con que se alega que antes de decidir el cierre se ha intentado integrar la residencia “en distintos grupos profesionales, sin haber conseguido tan siquiera el inicio de una posible negociación”. Se trata de una sentencia poco explícita que deja en el aire distintos interrogantes y que también lleva directamente a preguntarse si no deberían jugar papel alguno las distintas administraciones públicas  -Ayuntamiento y Comunidad de Madrid- ante un caso como éste.

En otro sentido, pero puestos a seguir preguntándonos cosas, cabría cuestionarse el porqué es en este preciso momento cuando las cuentas de la Hermandad no han podido resistir sus deudas, siendo como ha sido la residencia de ancianos deficitaria desde siempre y viendo en el desglose anual de pérdidas cómo, por ejemplo, los números rojos generados por ésta en el año 2011 (130.567€) casi doblaron a los del pasado año (72.980€). Lamentablemente, el hermetismo que es marca de la casa de la Hermandad no facilita el hallar respuestas.

Sea como fuere, y pese a la reticencia a asumir una mudanza tanto por parte de residentes como por parte de familiares de residentes, los ancianos del Refugio tienen que buscar un nuevo hogar y, aunque Redonet de la Vega niega que haya una fecha tope para el cierre, está claro que insta a que el adiós se produzca lo antes posible.

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