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Las zanjas del verano

Hace unos años, un periodista noruego me repetía sin cesar una frase que no he podido olvidar, al pasar por un Madrid sumido en las obras: “Esto es muy bueno, las obras son un fastidio, pero significa que hay dinero para hacerlas”. Eran otros tiempos en los que los veranos se cubrían de vallas y desvíos de tráfico. Algo que este año apenas ocurrirá.

El verano de 2014 en Malasaña se presenta tranquilo: no habrá cortes de Metro como el pasado año en la línea 1 ni actuaciones para mejorar los pavimentos ni las aceras pese a su necesidad, como ya hemos denunciado en este periódico. La crisis influye y el dinero para obras cada vez está más contado. Las únicas afecciones en superficie registradas son las que pueden verse estos días en las calles Corredera y Pez.

La intervención de la Corredera, que empieza en la calle San Ildefonso y baja hasta todavía no sabemos dónde, corresponde a una canalización eléctrica llevada a cabo por FCC. De momento no afecta al tráfico rodado aunque sí a las plazas de aparcamiento en la zona, que han desaparecido tras las vallas. La fecha de autorización máxima otorgada para estas obras por parte del Ayuntamiento es el próximo 8 de agosto.

En el caso de Pez, las obras sí que se están dejando notar, especialmente en el tráfico rodado, que ha disminuido enormemente al estar cortado el acceso directo a la calle San Bernardo. El desvío se efectúa por la calle de la Cruz Verde. En este caso las obras están gestionadas por el Canal de Isabel II y corresponden a una renovación de la red de agua a la altura de San Bernardo. Su fecha prevista de finalización es el jueves 31 de julio.

Obras futuras

En cuanto a intervenciones en edificios, continúan las que afectan al antiguo edificio del grupo Prisa en Gran Vía, cuyas traseras de la calle del Desengaño llevan varios meses de obras. En el lugar está previsto que se instale la tienda de Primark más grande de España (cuatro plantas comerciales, a las que se añadirían dos de oficinas), algo que no ocurrirá hasta finales del año que viene, cuando está previsto que abra sus puertas.

Otra de las obras que está por venir y que resultará muy visible es la del desmontaje del Mercado de Barceló provisional y construcción de unos nuevos Jardines del Arquitecto Ribera. El proyecto aún no es definitivo y está abierto a la participación de los vecinos, que pueden votar cuál de las tres propuestas quiere que finalmente se lleve adelante. Las votaciones están abiertas hasta la primera semana de septiembre.