Uno de los tesoros de Malasaña, los históricos azulejos de la antigua Farmacia Juanse, amanecieron el fin de semana vandalizados, pisados por numerosas firmas de rotulador. Al parecer, unos jóvenes grafiteros reconocibles por sus firmas estamparon sus rotuladores contra una de las piezas artísticas más queridas del barrio.
Los azulejos de Juanse están protegidos por su alto valor patrimonial. El propietario de la finca tuvo que restaurarlos recientemente a requerimiento municipal y se gastó varios miles de euros en las obras. Por ser un bien de especial protección las multas por dañarlo con pintadas o similares pueden llegar hasta los 3.000 euros o 6.000 si el sancionado es reincidente.
Hace un mes decenas de comerciantes de Malasaña interpusieron más de 120 denuncias contra las personas que pisaron sus cierres después de la celebración del certamen artístico Pinta Malasaña. Después de varios días de pesquisas, la policía identificó a varios de ellos para denunciarlos, según ha podido saber este periódico.
La Farmacia Juanse y sus azulejos se inauguraron el 1 de mayo de 1918 y albergó una farmacia hasta hace unos pocos años, cuando su responsable la puso en alquiler. Desde entonces ha acogido dos negocios de restauración. El Trikini, un local que sirve sandwiches y ensaladas, es el último de ellos.