Un centro de Madrid libre de tráfico contaminante y con un 25% menos de desplazamientos de coches en toda la ciudad. Ese es el ambicioso objetivo con el que el Ayuntamiento ha presentado este lunes su Plan de Calidad del Aire para los próximos años, también llamado Plan A, que también incluye reducción de velocidades en la M-30 y una larga lista de medidas (hasta 30) para luchar contra los elevados niveles de contaminación en Madrid, por encima de los máximos permitidos por la Unión Europea.
“Se llama Plan A porque no puede haber un Plan B” decía al inicio de la presentación la alcaldesa Manuela Carmena, que luego dio paso a Inés Sabanés, la concejala de Medio Ambiente, quien fue detallando las medidas. La de mayor calado para los habitantes del centro de la capital será la de la creación de un área de Cero Emisiones, que coincide prácticamente con los límites del distrito Centro.
La zona empezará a funcionar coincidiendo con el establecimiento del APR para todo el distrito, en el año 2018, aunque no será hasta el 2020 cuando plantee las medidas más restrictivas. A partir de ese año solo podrán circular por el corazón de Madrid los vehículos de clase C, ECO y CERO. Es decir, los turismos y furgonetas a gasolina matriculados después de enero del año 2006 y los diésel a partir del año 2014. El resto (un 20% del parque automovilístico madrileño actual) tendrán vetada la entrada al distrito Centro.
La medida coincidirá con la prohibición de aparcamiento en el interior de la M-30 a los turismos y furgonetas que no sean C, ECO y CERO, que también entrará en vigor en el 2020. A partir del año 2025 la medida se extenderá a toda la ciudad y se prohibirá el acceso a los vehículos que no tengan distintivos ambientales ECO o CERO.
Las restricciones a la circulación de los vehículos antiguos son la medida más impactante de un plan que fue debatido por la ciudadanía durante varias semanas en la web de Decide Madrid y que también incluye una reducción de la velocidad máxima de 70 km/h en M-30 y accesos desde 2018, y también una renovación total del parque de vehículos municipal y de la flota de taxis.
“Mezclamos medidas que tienen que ver con la reducción del tráfico de vehículos contaminantes con una intervención en el espacio público, una naturalización de la ciudad que la convierta en sostenible”, explicaba durante la rueda de prensa la delegada Sabanés, que apuntó que habrá más ensanches de aceras en determinadas vías de intenso tráfico en Madrid. El Ayuntamiento busca un “rediseño” de estas calles, lo que ya está haciendo en lugares como Santa Engracia y hará en breve en la Gran Vía.
Para el Plan A está prevista una inversión de 544 millones de euros, que también servirán para ampliar el BiciMad, mejorar la red de carriles bici y crear nuevos parquímetros en zonas exteriores de la M-30 “a demanda de los barrios”. El Ayuntamiento solo acometerá esta medida donde los vecinos la reclamen.
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