Madrid prorroga un año más la concesión franquista a la empresa que paga 383 euros al mes por dos edificios municipales

Diego Casado

27 de octubre de 2022 22:59 h

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A la sociedad Aparcamientos de Madrid S.A. le acaba de tocar la lotería en forma de prórroga de concesión. El Ayuntamiento de Madrid descarta recuperar la explotación del parking de la plaza Soletad Torres Acosta (conocida como Plaza de la Luna) y también la gestión de dos enormes edificios municipales construidos encima, a la que tenía derecho desde el próximo 22 de noviembre, la fecha del fin de la concesión. En su lugar prorrogará un año más el contrato, hasta la próxima legislatura.

La decisión ha sido confirmada a este periódico por el área de Movilidad y Medio Ambiente, que no ha querido sin embargo justificar el porqué de un movimiento de escasa rentabilidad para las arcas públicas: la empresa concesionaria pagó al consistorio en 2021 solo 383 euros al mes como canon por la explotación de los dos inmuebles, que suman 10.419 metros cuadrados de oficinas y locales comerciales. La cifra fue publicada el pasado mes de marzo por Somos Malasaña, noticia a la que siguió una ola de indignación en las asociaciones vecinales de Centro, que sufren de una importante escasez de dotaciones públicas.

Desde que se hiciera pública la cifra, el equipo de Almeida ha ido retrasando la decisión de qué hacer con el inmueble, que partidos políticos y vecinos pedían dedicar a instalaciones municipales para viveros de empresas, espacios socioculturales o incluso un uso sanitario. El concejal de Centro afirmó que no se tomaría una decisión hasta comprobar si los inmuebles estaban “libres de cargas” en la fecha en la que finalizaba el contrato con la concesionaria. Pero esta semana, a un mes vista de ese momento, cambió el discurso y confirmó que estaban “estudiando” la prórroga.

“Nos parece gravísimo, esta prórroga supondría un enorme perjuicio para el propio Ayuntamiento. En los más de tres años que lleva Almeida como alcalde ha sido incapaz para resolver una concesión extremadamente gravosa para el patrimonio municipal, siendo público y notorio que vencía en noviembre de 2022”, lamenta Miguel Montejo, edil de Más Madrid que destapó la citada prórroga el martes durante el último pleno de Cibeles, cuando se debatía el uso público que debían tener estos dos edificios municipales.

“Es un escándalo, hablamos de 10.419 m2 en dos edificios municipales en la almendra central de nuestra ciudad, por los que el Ayuntamiento percibe un canon de tres céntimos el metro cuadrado al mes, a lo que hay que añadir los costes de alquiler de las numerosas dependencias municipales que podrían haber sido emplazadas en estos edificios” añade el concejal de la oposición en declaraciones a Somos Malasaña.

Huida de empresas realquiladas

Los dos edificios de Luna, que ocupan los números 1 y 2 de la plaza, deberían haber pasado a formar parte del patrimonio municipal en febrero de 2012. Esa era la fecha en la que acababa la concesión, aprobada por el Ayuntamiento en 1968 y firmada a 40 años en 1972, a finales de la dictadura franquista. Pero unas obras en el aparcamiento de obligado cumplimiento en el año 1997 –cuando Álvarez del Manzano era alcalde de Madrid– consiguieron alargar este periodo 10 años y 9 meses más. Extender la cesión no solo afectó al parking reformado, sino que alcanzó también los dos inmuebles citados y a su importante potencial de negocio durante una década, una vez que ya habían quedado amortizados.

El primer fin de la concesión había provocado ya una marcha escalonada de las empresas que alquilaban oficinas o locales en estos inmuebles, bien directamente a la sociedad Aparcamientos de Madrid (SAMA) o bien a empresas intermediarias de gestión de inmuebles. Primero se marcharon los trabajadores de una academia de inglés situada en la primera planta del número 1 de Santa María Soledad Torres Acosta. Luego lo hicieron los de Hartford, una empresa de intervención social y educativa que ocupaba la segunda. Otros negocios abandonaron el lugar durante el verano y el siguiente en hacerlo será el Body Factory que ocupa parte de sus bajos. Sus instalaciones cierran el próximo martes, 31 de octubre.

Pese a la espantada, las empresas de alquiler de oficinas a las que SAMA subarrendó parte de la gestión llevan semanas ofreciendo sus locales ante el “compromiso verbal” del Ayuntamiento de que habría al menos un año de prórroga. Las cifras que piden por los alquileres da buena muestra del enorme negocio que supone un año más de gestión: el precio mínimo para un despacho interior de 25 metros cuadrados es de 500 euros al mes. Uno solo de las decenas de alquileres como este –se ofrecen oficinas más grandes a mayor precio– se pagaría con creces el actual canon municipal.

El aparcamiento seguirá privatizado

Además del alquiler de oficinas, el negocio de SAMA está en la gestión del aparcamiento de Tudescos, situado bajo la plaza, con gran afluencia de clientes y 486 plazas de rotación. Por su explotación paga un canon anual al Ayuntamiento de 105.186,46 euros anuales. Se desconocen las cifras de sus beneficios, pero el de Plaza de España, con más plazas pero menos de rotación hace ingresar a la Empresa Municipal de Transportes (EMT) más de un millón de euros al año desde que asumiera su gestión.

Pese a estas cifras de rentabilidad, la municipalización de aparcamientos se frenó en seco con la llegada de José Luis Martínez-Almeida a la alcadía. Desde entonces se han entregado para la explotación privada o están en proceso de hacerlo algunos de los parkings más rentables de la ciudad: el de Cortes, Santo Domingo, Carmen, Velázquez o ahora el de Luna-Tudescos, también confirmado por el equipo de Almeida.