Cuando llegan las fiestas del Orgullo Malasaña se convierte en una especie de mirón activo. Si bien cede todo el protagonismo al vecino barrio de Chueca, siente y disfruta las fiestas como el vecino que llama a la puerta con una botella de vino y se queda a la celebración. Sucede además que los fastos del Orgullo hace tiempo que desbordaron Chueca: el desfile orilla el barrio por la Gran Vía y los grandes escenarios están a un cruzar de calle en la Plaza de España.
El pasado día 27 la Terremoto de Alcorcón y Fernando Tejero lanzaron la salva verbal
que daba comienzo a unas fiestas que durarán hasta el domingo, y que se han convertido por derecho propio (el que otorga el éxito) en las más internacionales de Madrid, un poco menos de la comunidad gay y un poco más de todos.
Pero no todo son parabienes y diversión en la celebración del Orgullo. Un sector de la comunidad LGTB (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales ) entiende que las magnitudes y formas que ha ido tomando la fiesta están muy alejadas del carácter reivindicativo que está en el origen del desfile. En esta línea está el grupo #Tomaelorgullo, que lleva toda la semana programando un orgullo alternativo y reivindicativo con el barrio de Lavapiés como principal escenario. Este bloque crítico y la Asociación de Vecinos de Chueca coinciden en criticar que las fiestas tal y como están planteadas son una vía de negocio que determinados empresarios explotan como si la gallina de los huevos de oro se tratara.
Los escenarios más ruidosos serán los de Callao y Plaza de España, por donde desfilarán estrellas del pasado y del futuro como Jannete, OBK, Marta Sánchez, Mónica Naranjo o Kiko Rivera DJ. En la Plaza de Vázquez de Mella, el gran escenario de citas pasadas en Chueca, se han programado actividades familiares y dirigidas a los más pequeños por la polémica con el ruido. También habrá conciertos en la calle Pelayo y en la Plaza del Rey.
* Consultar el programa de las fiestas del Orgullo Oficiales y Alternativas.Oficiales Alternativas