Magali lleva tres años viviendo en Malasaña y acumula una considerable experiencia como voluntaria en ONG's. A sus 26 años, esta ingeniero agrónomo trata de montar un banco de tiempo en el barrio.
“La idea es poder intercambiar servicios y cosas entre la gente promoviendo un consumo responsable, sin intervención del dinero convencional”, explica sobre la iniciativa que acaba de poner en marcha a través de la plataforma de internet Kroonos.
“Me parecía raro que en Malasaña no hubiera nada similar”, comenta Magali, quien cree que por el tipo de gente que habita y que se mueve por esta zona es un lugar ideal para que funcione una propuesta como la suya.
No son demasiados los bancos de tiempo que funcionan en Madrid, quizá los de Lavapiés y Rivas sean los más activos.
Para participar en este banco de tiempo tan sólo necesitamos crearnos un usuario en la red social de la aplicación y ofrecer un servicio a la comunidad para el que estemos capacitados. Este servicio se contabilizará en trabajo por hora y esas unidades de tiempo que vayamos acumulando serán las que utilicemos posteriormente para beneficiarnos de los servicios que otros usuarios ofrezcan.
“Es un paso más del trueque y permite intercambiar servicios con un mayor número de personas”, explica Magali. Al mismo tiempo, “es una herramienta para revitalizar la vida misma de la comunidad que fomenta la relación entre los vecinos”.
Según la Wikipedia: “El dinero de tiempo es una nueva moneda para proporcionar una solución a los recortes masivos del gasto público en materia de bienestar social y en materia de consumo responsable (...) Plantea que el dinero convencional actualmente no es suficiente para arreglar todos lo problemas que enfrentan las sociedades”.
Por el momento, en el recién creado banco de tiempo de Masalaña puedes conseguir que te diseñen una terraza o que te ayuden a poner en marcha un huerto urbano sostenible; recibir consejos si te estás planteando ser voluntario en un país extranjero, o participar en un taller de medioambiernte, consumo responsable y relaciones Norte-Sur. Quizá para cuando leas esto alguien se esté ofreciendo para cuidar niños, hacer recados, dar clases de apoyo o diseñar páginas web.
Magali, optimista, cree que: “Más adelante, incluso, se puede crear un mercadillo de trueque en Malasaña una vez al mes, como ya se está haciendo en otros barrios de Madrid”.
- Entra en el banco de tiempo del barrio a través del siguiente enlace: http://www.kroonos.com/madrid-malasana/community/325/