Agresión al grito de 'maricones de mierda' en Conde Duque: “No me dolió el golpe, sino su homofobia”
Ibon Gutiérrez entró en shock el pasado sábado de madrugada, cuando iba camino a casa subiendo por la calle Conde Duque, a la altura del parque del mismo nombre. Después de una semana de importantes movilizaciones por el crimen de Samuel Luiz -el joven coruñés muerto por las patadas de un grupo de personas que le afearon su condición sexual- él tuvo que vivir una situación con parecidos ingredientes, de la que pudo salir a pie, aunque dolorido.
Según la denuncia presentada ante la Policía Nacional, sobre las tres de la madrugada del sábado al domingo un grupo de cinco veinteañeros se acercó a él y al amigo que le acompañaba con la excusa de pedirles tabaco y cerveza, cosa que les negaron. “Cuando vi la situación pensé que se iba a liar”, recuerda Ibon en conversación con Somos Malasaña. Todo sucedió muy rápido: la víctima y su amigo se intentaron marchar de la zona pidiendo que les dejen en paz, cruzando la calle mientras los cinco agresores -todos varones- les empezaron a insultar con gritos como “maricones de mierda”. Uno de ellos se abalanzó sobre Ibon y le “cruzó la cara”, golpeándolo con la mano en la parte derecha, cuando ya estaba en la calle Santa Cruz de Marcenado, camino de Chamberí.
“Me dejó el pómulo como una pelota y quedé paralizado”, explica mientras relata que su amigo discutía a la vez con otros miembros del grupo. La violencia no fue a más, por suerte, y los agredidos llamaron a la policía cuando pudieron tomar aire. “Llegaron muy rápido y nos atendieron muy bien, luego fuimos a la comisaría de Leganitos para denunciarlo”, recuerda.
Ibon es vocal vecino de Más Madrid en el distrito de Chamberí y activista LGTBI. Como miembro de esta comunidad reivindicativa estuvo en las concentraciones por el asesinato de Coruña que se celebraron en la capital, y tenía muy presente estos hechos cuando se produjo su agresión y durante las horas posteriores.
“Pienso en que todo se ha quedado en un manotazo. Pero podría haber sido otro, otro y otro y a saber lo que hubiera pasado. Me podrían haber dado una paliza, dejarme inconsciente, o lo que le pasó a Samuel”, reflexiona dos días después de haber sufrido el incidente, con algo más de distancia sobre los sucesos de aquella noche. “Te pones a pensar en lo que podía haber sido y eres más consciente de la gravedad”, añade.
El del sábado fue el más grave pero no el único episodio de homofobia que ha tenido que vivir Ibon. En otras ocasiones se habían quedado en palabras: “Lo típico que te insultan, pero como vas con más gente se quedan ahí”, explica. Por eso, cuando sale, intenta no caminar solo de noche por la ciudad, y avisar a sus amigos de que ya ha llegado a casa en el grupo de whatsapp. “Es triste decirlo, pero yo tenía asumido que en algún momento me tendría que pasar algo así”, lamenta.
Ibon decidió denunciar el caso públicamente este domingo en redes sociales, después de hablar con sus amigos y sus compañeros del grupo LGTBI de Más Madrid. “No me dolió el golpe, sino su homofobia”, cuenta en redes sociales. Y también acudió a la vía policial porque “aunque puede ser un proceso largo y desagradable, si no lo hacemos los agresores se quedan impunes”, advierte.
“Se están produciendo más agresiones, según las estadísticas oficiales, eso es porque poco a poco la gente se va concienciando de que hay que denunciar”, indica a la vez que anima a hacerlo a cualquiera que las sufra. “Pero también mucha culpa de esto la tienen los discursos de odio y las personas que banalizan estas situaciones, tanto dirigentes políticos como los medios de comunicación que dan voz y permiten decir cualquier barbaridad”, avisa.
6