Centro sólo ha entregado el 10% de las Tarjeta Familias aprobadas por los servicios sociales del distrito

Desde que en el mes de septiembre de 2020 se pusiera en marcha la llamada Tarjeta Familias del Ayuntamiento de Madrid, una ayuda directa en forma de monedero electrónico recargable, concedida mensualmente a personas necesitadas, han sido muy pocas las que se han entregado. Tanto es así que en algo más de 6 meses en todo el distrito Centro sólo hay 23 unidades familiares que se benefician de ella.

Lo farragoso de su tramitación es el principal hándicap que impide que esta herramienta resulte eficaz para aproximarse al objetivo con el que se creó: tratar de paliar la crisis social provocada por una pandemia que ha desbaratado la economía de muchos hogares madrileños y que ha precarizado aún más la situación de quienes ya eran incapaces de llegar a fin de mes por sus propios medios antes de que la Covid-19 hiciera acto de presencia en nuestras vidas.

El camino hacia la aprobación de cada tarjeta crea un cuello de botella en el que se atoran las ayudas de muchos de quienes ya han sido calificados por los trabajadores sociales de sus respectivos distritos y tienen el visto bueno de estos profesionales para recibirlas.

En la actualidad, en Centro, son alrededor de 200 los hogares que cuentan con esa aprobación, según ha podido saber Somos Malasaña, y que, sin embargo, no están recibiendo aún dicha ayuda, que sólo alcanza a un 10% de los solicitantes que hasta ahora se han evaluado en el distrito y que cumplen con los requisitos necesarios para poder disfrutar de ella. La administración se manifiesta incapaz de cumplir con lo que sus propios trabajadores indican que debe hacer.

La Tarjeta Familias se presentó con un presupuesto de partida de 27 millones de euros y con la estimación de que ayudaría a 27.000 unidades familiares en los 21 distritos de la ciudad hasta este pasado mes de marzo, un cálculo muy alejado de lo que está siendo la realidad.

La medida, ampliada ahora hasta junio, se había incluido en los Acuerdos de la Villa, el documento consensuado con 352 medidas para reactivar la ciudad después de la crisis sanitaria.

Pero si difícil es lograr una Tarjeta Familias el hacerlo tampoco garantiza que el beneficiario vaya a poder disfrutar del dinero que le correspondería. Para dar consistencia a esta afirmación exponemos el caso de Germán, nombre ficticio de un vecino de Chamberí que, si bien fue una de las menos de 10 personas -dato este extraoficial- que consiguieron una Tarjeta en ese distrito, sólo ha podido hacer uso de los 150€ que le correspondían un solo mes.

Su queja, en relación al retraso en la adjudicación y, luego, a la no recarga de saldo de la tarjeta que le concedieron, la remitió a esta redacción y cuenta con el aval de la asociación de vecinos El Organillo que, a su vez, la envió en su día a la Junta Municipal de Chamberí.

Aunque, como decimos, Germán fue adjudicatario de la tarjeta, según decreto firmado por el concejal presidente de Chamberí, Javier Ramírez, con fecha 11 de noviembre de 2020, no dispuso de la misma hasta el 28 de diciembre de ese año, cuando le dieron 3 días de plazo para que gastara los 150 euros que le correspondían. 

Su tarjeta, con vigencia hasta marzo, debió ser recargada de nuevo en enero, algo que no sucedió. De los 6 meses que se le reconoció sólo logró cobrarla en uno. 

El relato que él mismo realiza de todos los trámites que ha tenido que hacer para tratar de conseguir una ayuda alimenticia, que necesitó a raíz de perder su trabajo como consecuencia directa de la Covid-19, resulta agotador. Finalmente, hace unos días a Germán le han reconocido una nueva ayuda de tres meses, entre marzo y junio, pero dados los precedentes y que ya viene con retraso, no sabe si la llegará a disfrutar.

Relato en primera persona de una odisea desesperada

“Una vez solicitada la petición de IMV a finales del mes de junio de 2020 y viendo que no recibía respuesta, me puse en contacto a primeros de septiembre con el centro de servicios sociales Marta Esquivias para solicitar una ayuda alimenticia. La trabajadora social que me atendió me indicó que iba a pedirme un vale para canjear alimentos en cualquier supermercado de la cadena Ahorramas, pero que como había que realizar el trámite burocrático, esta ayuda no me llegaría hasta mitad de octubre

A mitad del mes de octubre recibí una llamada de otra trabajadora social diferente que me explicó que habían analizado mi caso y que iban a solicitarme una de las nuevas Tarjetas Familia, por un importe mensual de 150 euros y desde el mes de noviembre hasta marzo, pero que como tenían que pedirla me llegaría a mitad de noviembre.

Llegado mitad de noviembre y viendo que no recibía ninguna noticia llamé a la trabajadora social, que me dijo que la propuesta de tarjeta había sido aprobada por Servicios Sociales con fecha 22 de octubre, pero que la emisión de las tarjetas se estaba demorando, así que tenía que esperar a que me llamaran para disponer de ella

Viendo que no recibía ningún tipo de comunicación, dos meses más tarde, el 22 de diciembre, presenté una instancia dirigida a la Junta Municipal de Chamberí exponiendo mi caso y solicitando la entrega de la tarjeta prometida. Con fecha 28 de diciembre recibí una llamada del centro de servicios sociales Marta Esquivias indicando que había llegado la tarjeta y que podía pasar a recogerla. 

Al recibirla, me indicaron que sólo podía utilizarla hasta el día 31 de diciembre y únicamente por el importe de 150 euros correspondiente al mes de diciembre pues el mes de noviembre ya estaba vencido. Sin embargo, tuve que firmar un documento en el que constaba que había recibido una ayuda de 300 euros (150 euros en noviembre y 150 euros en diciembre) para que me entregaran la tarjeta; algo que no se corresponde con la realidad. Al preguntar a la persona que me atendió sobre qué pasaba con ese dinero sobrante, me indicó que se devolvería al ayuntamiento.

En el documento en el que se notifica la concesión de mi ayuda económica por parte del concejal presidente del distrito de Chamberí figura el 6 de noviembre como fecha en la que fue aprobada la resolución, firmada por la directora de servicios sociales el 11 de noviembre.

Tras haber cobrado sólo un mes, a principios de enero me volvió a llamar la trabajadora social indicando que había que reiniciar todo el proceso para disponer de la recarga correspondiente en la tarjeta para los meses comprendidos entre enero y marzo, comentándome que cuando estuviera recargada me volverían a llamar.

Con fecha 1 de febrero y viendo que no había recibido ninguna nueva comunicación presenté una instancia en la oficina de atención a la ciudadanía de Chamberí, en la calle Palafox, dirigida al departamento de servicios sociales del distrito, exponiendo esta nueva situación y solicitando la recarga de la tarjeta por el periodo que en un principio se me había indicado. 

El día 12 de febrero recibí una nueva llamada de la trabajadora social indicándome que no podía hacer nada al respecto y que tenía que esperar a que se pusieran ellos en contacto conmigo para decirme que podía volver a utilizar la tarjeta una vez les fuera remitida la comunicación de la recarga desde el departamento de servicios sociales.

El 17 de febrero volví a presentar una instancia en la oficina de la atención a la ciudadanía de Chamberí, dirigida en este caso al área de gobierno de Familias, Igualdad y Bienestar Social del ayuntamiento, explicándoles toda esta situación y aclarándoles que con fecha 1 de febrero ya había presentado una instancia dirigida al departamento de servicios sociales en Chamberí.

Después de las diferentes reclamaciones, el 3 de marzo el concejal presidente del distrito de Chamberí dictó un decreto concediéndome una ayuda de 600 euros para los meses de marzo a junio, ambos incluidos. Pero resulta que, a día de hoy, mi tarjeta sigue sin haberse recargado. Según me han informado, justo el 16 de marzo se abrió un pliego en el que estaría incluida la partida correspondiente a mi ayuda, pero me han dicho que sólo podré disponer de la correspondiente al mes de marzo aproximadamente sobre el 6 de abril, así que seguimos con la odisea. 

Una de las peores sensaciones que tengo es sentirme tan ignorado, como si mi vida no valiera nada y me estuvieran señalando de forma casi invisible que estorbo; ni siquiera una negación, es como si no existieras para ellos.“

Somos Malasaña ha preguntado en el Ayuntamiento, sin obtener por el momento respuesta, sobre el número exacto de Tarjeta Familias que se han entregado en toda la ciudad hasta el momento y que siguen activas.