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Pequeño comercio y ciudadanía, premios 2019 'Las siete maravillas de Maravillas'

Quince kilos de patatas revolconas con su correspondiente panceta y guarnición de chorizos a la sidra y de vino caliente especiado fue el menú que acompañó el pasado sábado al acto de entrega de los premios Las siete maravillas del Barrio de Maravillas, reconocimientos que se enmarcan dentro de la celebración de la Fiesta de las Maravillas y que no son otra cosa que diplomas honoríficos que homenajean al pequeño comercio del barrio, al emprendimiento y a la ciudadanía de la zona.

El acto tuvo lugar en una antigua lechería de la calle Dos de Mayo, la Granja Dos de Mayo, hogar de Maruja García, la “Abuela Maravillas”, una más que octogenaria vecina que hace ya una década se empeñó en que su barrio de toda la vida tuviera sus propias fiestas vecinales y pensó que no podía haber mejor fecha para ello que la celebración del día de la Virgen de las Maravillas, que es quien le da su nombre tradicional.

Desde entonces, con voluntad de hierro y la ayuda de vecinos y de comerciantes de largo recorrido, Maruja ha ido montando un pequeño programa de propuestas y actividades sufragado en parte por su propio bolsillo y en parte por aquellos a los que van aportando lo que buenamente quieren o pueden.

Quien pretenda hablar con conocimiento de Malasaña debe conocer fiestas y actos como estos: modestos en cuanto a dimensiones y, a la vez, grandes por su significado. A la sombra de esa Malasaña de puertas hacia fuera, de la que se creen expertos muchos de quienes sólo patean sus calles en busca de la mejor imagen para compartir en su instagram, existe la Malasaña -o Maravillas- de Maruja y compañía: sin maquillaje, humilde y orgullosa al mismo tiempo, barrionalista.

Premiados

Premiados

La edición de 2019 de Las 7 maravillas del Barrio Maravillas reconoció la labor comercial de Librería Reno (calle Monteleón 14), Luthier Fernando Solar (calle Divino Pastor 24) y Pollería Herrero (calle Espíritu Santo 7); el “emprendimiento saludable” de Aliño (calle Espíritu Santo 2); la labor social de EOF (asociación Escuela de Orientación Familiar que cumple 25 años) y del movimiento ciudadano SOS Malasaña; la acción de dinamización de las calles del barrio de Lope de Aixela; la trayectoria vecinal de Fermín Errodonsoro y la cultural de la Escuela Música Creativa, personificada en su directora, Amelia Caro. Por último, el reconocimiento al trabajo de las mujeres de Malasaña recayó en Rosa García.