Pinta Malasaña 2023 premia la historia de Madrid, a los jóvenes y a un grupo de abuelas que se estrenan en el arte urbano
Los recuerdos de la historia del centro de Madrid, plasmados sobre una pared de San Vicente Ferrer por el artista Gonzalo de Miguel, han resultado este año ganadores de Pinta Malasaña 2023, el festival que por octavo año consecutivo tomó las calles del barrio este domingo para llenarlas de color, talento y cultura.
Fotos de las calles y plazas de Malasaña, acompañadas de inscripciones de apariencia infantil componen la obra que acogió el exterior restaurante Brutal Burrito y que recibió el primer premio del certamen, dotado con 1.200 euros. El jurado destacó “su maestría al reunir referencias tanto históricas como contemporáneas, así como la mistura de estilos y disciplinas de su obra”. Sin olvidar su facilidad para utilizar el soporte y los elementos arquitectónicos como grandes aliados.
El segundo premio, de 600 €, fue a parar a Pigmento Murales por traer a primer plano un personaje tan esencial y querido para el barrio como es Manuela Malasaña. El jurado valoró su ejecución limpia y el excelente uso del espacio, la perspectiva y el color en una puerta de garaje de la calle Cruz Verde. También ensalzó “su capacidad para trasladar la ilustración a la calle mediante un soporte como el cierre”.
Una obra con estilo grafitero se llevó el tercer premio (400 €), que va a parar a Pyramid, quien -según el equipo de expertos- supo representar la calle de manera ecléctica, loca y efervescente. El jurado subrayó además “la acertada combinación de elementos de su propuesta, como el trazo, la forma y el volumen”. También acentuó las referencias que el artista hace a las diferentes subculturas, plasmando elementos de la cultura pop adaptándose al soporte de manera urbana, en una persiana de la calle Jesús del Valle.
Quizás uno de los premios más celebrados por los asistentes al festival será el de las Yayas Kusama, que ganaron el favor del público a través de una votación popular con cientos de participantes en dos urnas distribuidas en las dos sedes del festival. El galardón, dotado de 300 €, reconoce el trabajo de este grupo de abuelas (de entre 65 y 80 años) que ejecutaron su primera obra de arte urbano, de carácter abstracto, sobre tres persianas de la calle Dos de Mayo cedidas por la Escuela de Música Creativa.
La artista Lía Ateca, profesora del grupo en un centro de mayores, les propuso participar en el festival y el resultado fue 9999' , una obra que representa el valor de la intergeneracionalidad y la naturaleza. El título alude a la fecha de caducidad de los DNI permanentes, aquellos que se renuevan con más de 70 años de edad. Rosalina, Jesús, Lidia, Gloria, Carmen y Magdalena son los nombres de las ganadoras.
Los premios se entregaron durante una emocionante velada en la Sala Maravillas. Allí, los artistas participantes se reunieron con el jurado del certamen, formado por el artista urbano Juan Miguel Porres aka Juay, la responsable de exposiciones de Tabakalera Donosti Jone Alaitz Uriarte, y el comisario y experto en arte urbano Georg Zolchow.
Sebbec y Ninón Reó, ganadores jóvenes
Además del certamen principal, cabe destacar el concurso Jóvenes Talentos de Arte Urbano celebrado el sábado día 6 y patrocinado por Mahou. Ganó en esta categoría paralela la pareja formada por Sebbec y Ninón Reó por su intervención en La Verbena, una escena entre canalla y divertida en la que sus personajes brindan y ríen encuadrados de manera original en el logo de la marca de cervezas. Los nombres finalistas fueron Elías, Itsmancho, Uneg y Ana del Toro, gracias al talento derrochado en los trabajos presentados.
Organizado por el colectivo Madrid Street Art Project y el periódico local Somos Malasaña, este certamen cuenta todos los años con la colaboración de diferentes comercios, vecinos e instituciones, que autorizan a los artistas a que decoren sus puertas y fachadas con su estilo urbano.
El festival ha contado con el patrocinio de Mahou, la firma internacional de pinturas Pébéo y la tienda de manualidades y bellas artes Milbby. Estas dos últimas ofrecieron talleres a lo largo del fin de semana en los que cientos de personas aprendieron distintas técnicas de pintura. La Asociación de Comerciantes Vive Malasaña y la Asociación de Hosteleros de Malasaña también han querido apoyar el evento. Por último, la ONG Ayuda en Acción ha aportado su grano de arena invitando a la artista Marta de la Fuente a plasmar una de sus creaciones sobre un comercio del barrio.
Pinta Malasaña nació en 2016 con el propósito de ensalzar un género artístico muy popular y por entonces con mucho menos reconocimiento que en la actualidad. Con el tiempo se ha convertido en una tradición para el barrio madrileño y en un escaparate perfecto para cientos de artistas que, cada año, se unen para disfrutar del que ya es considerado el festival de arte urbano más importante de Madrid.
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