El próximo fin de semana, el ocio nocturno de Madrid bajará la persiana, en una decisión inédita en la capital. La Plataforma por el Ocio, que agrupa a sus principales asociaciones, convoca un “cierre voluntario” del viernes 7 de agosto al domingo 9 para protestar por las restricciones impuestas al sector y para exigir a las autoridades un “rescate” de los locales de hostelería más afectados por las medidas impuestas como freno a la pandemia de Covid-19.
Decenas de bares de copas y discotecas de la región, especialmente del centro, se están sumando a la convocatoria de este fin de semana y anuncian a sus clientes la suspensión de la actividad “como protesta a las medidas impuestas por la comunidad de Madrid”, que desde hace unos días les obliga a desalojar a partir de la 1.00 y suspender toda la actividad a la 1.30 de la madrugada. Antes de las restricciones, los bares especiales con licencia podían abrir hasta las 3.30 y las discotecas hasta las 6.00.
“Es como que a un restaurante le obligaran a cerrar cuando ofrece el primer plato”, se quejan fuentes del sector a Somos Malasaña. “Hasta donde se sabe, el virus contagia igual a las doce que a las tres de la madrugada por lo que entendemos que, de ser un problema, lo seremos igual en cualquier horario”, ironizan otros.
El cierre patronal como protesta era una medida que el sector llevaba barajando meses, incluso antes de la pandemia, debido a la persecución constante que -afirman- viven desde hace tiempo los locales de ocio nocturno por parte de las diferentes administraciones, pese a que emplean a 25.000 personas en la ciudad. El anuncio se hará oficial esta semana en una rueda de prensa, pero ya está calentándose en redes sociales, donde está circulando el cartel de la convocatoria junto al lema La noche de Madrid se apaga y el hastag #RescateOcioMadrid.
Hace unos días, la Plataforma por el Ocio solicitaba a la Comunidad de Madrid “la puesta en marcha de un Plan de Rescate” después de “más de 4 meses de incertidumbre y de angustia económica por la preocupación, ante el futuro incierto de las empresas del sector del ocio y los espectáculos”. Y cifraba en el 35% el porcentaje de locales que había reabierto desde inicios de julio, cuando el gobierno regional les permitió volver de nuevo a la actividad.
“Hay que recordar que las discotecas venían desarrollando su actividad con un 40% del aforo de seguridad y sin pista de baile, y que ahora se pretende que cierren a la 01.30 horas, lo que de facto se convierte en la imposición de un cierre teniendo en cuenta que desarrollar la actividad de esta manera es inviable”, añaden. Desde Noche Madrid, otra de las plataformas que representan al sector, recuerdan que los brotes de Covid-19 asociados al ocio nocturno solo representan el 6,2% del total y denuncian que se está estigmatizando y desinformando sobre el sector.
Los que vuelven a cerrar de forma indefinida
Los bares históricos de Malasaña secundarán el cierre de este fin de semana: el Penta, la Vía Láctea, el Tupperware... después de un mes funcionando a medio gas, con pocos clientes y adaptándose a las restricciones de aforo y a las mascarillas presentes en todo momento, explicando a cada cliente cuáles eran las medidas que debían seguir en todo momento, indican fuentes de este sector a Somos Malasaña.
A nivel económico, las cuentas no están cuadrando para muchos de ellos y cuando conocieron el adelanto de cierre que impuso la Comunidad de Madrid, decidieron clausurar de forma indefinida porque veían que tendrían que seguir trabajando a pérdidas. Locales de la Asociación de Hosteleros de Malasaña (AHM) como el Madklyn, el Motherfucker o el Aleatorio han optado por esa vía. “No entendemos ni aceptamos una medida que directamente condena a todo el sector a la ruina”, se quejaban estos últimos en el comunicado en el que anunciaban su cierre.
Mientras viven esta situación, los locales de hostelería de fuera del centro de Madrid capean la crisis económica gracias a las ampliaciones de terrazas (algunas sobre aparcamientos), donde -apuntan desde el sector- se están sirviendo más cañas que el verano pasado. Algo muy distinto a lo que ocurre en el distrito Centro, donde no se están concediendo veladores sobre bandas de aparcamiento y los pocos que se han montado son por ahora ilegales.
A la espera del cierre de este fin de semana, la Plataforma por el Ocio también ha solicitado reunirse con la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, para pedir el plan de rescate. “De otra forma, las pymes se van a ver abocadas a la quiebra y a la acumulación de expedientes de regulación de empleo ante la imposibilidad de mantener durante más tiempo cerradas sus empresas”.
Los hosteleros del Centro alertan de que el cierre adelantado está provocando más consumo de alcohol en la zona, como también indican los datos. Como ejemplo, lo que sucedió en Malasaña el fin de semana pasado: decenas de jóvenes montaron un gran botellón en la Plaza del Dos de Mayo -con música incluida- cuando se bajaron las persianas a la 1.30, según presenciaron responsables de locales del entorno. El motivo: querían seguir la fiesta y no tenían dónde hacerlo.