Los coches sin etiqueta ambiental de la DGT (o con la denominada etiqueta A) tendrán casi imposible circular por el corazón de Madrid desde el próximo 1 de enero de 2020. A la prohibición de aparcar en cualquier zona SER, es decir, en el interior de la M-30, se le añadirá el veto a la circulación por el área de Madrid Central
incluso con invitación.
La prohibición la recoge la Ordenanza de Movilidad Sostenible, normativa aprobada en 2018 por el gobierno de Manuela Carmena y que el actual Ayuntamiento no prevé modificar de forma inmediata. El texto dice así: “Desde el día 1 de enero de 2020 no se permitirá a las personas empadronadas en Madrid Central gestionar invitaciones de acceso a la Zona de Bajas Emisiones Madrid Central para vehículos sin distintivo ambiental”.
Las restricciones también afectan a los vehículos sin distintivo ambiental que accedían a plazas de garaje de particulares y a aparcamientos para residentes. Tampoco podrán circular “los vehículos de autoescuelas ubicadas en su interior destinados a prácticas de conducción que tengan distintivo B”, reza la normativa.
Este es el primer paso para impedir la entrada a Madrid Central de los vehículos más contaminantes, es decir los diésel matriculados antes de 2006 o gasolina matriculados antes del año 2000.
Los residentes en Madrid Central sí que podrán seguir metiendo sus vehículos con etiqueta A hasta el 1 de enero del año 2025, salvo que el actual equipo de Gobierno cambie la normativa. Solo habrá una excepción: los que sean titulares que tengan reconocida la consideración de históricos conforme a la normativa nacional o los que trasladen a personas con movilidad reducida, excepto si se trata de vehículos adaptados.