Quien escribe estas líneas no es de risa fácil, ni siquiera de sonrisa fácil y, sin embargo, viendo Utopía estuvo cerca de dos horas partiéndose el pecho. Vayan a ver a Leo Bassi al teatro Alfil, incluso si juegan al golf -broma para quienes ya hayan visto el espectáculo- o son religiosos, incluso si aman a cierto ex presidente popular o creen en Zapatero.
Si dejan que el sesgo ideológico que se le presupone a este cómico, de origen italiano pero nacido en Nueva York, les aleje de su propuesta artística estarán perdiendo una oportunidad única de disfrutar de su exquisito humor: lúcido e inteligente.
Hilarante maniqueísmo
“La derecha es mala, la izquierda es buena”, sostiene el 'showman'. Pues muy bien, que diga lo que quiera, siempre y cuando lo haga con la maestría de mayúsculo bufón con la que se desempeña en las tablas. Gentes de la derecha, ríanse hasta de su sombra; gentes de la izquierda, ¡prepárense!, porque tampoco saldrán de rositas del mítin político-utópico propuesto por Bassi.
Leo Bassi es conocido por el gran público como el personaje que “comía mierda” en Crónicas Marcianas, el programa de Javier Sardá. Sin embargo, todo aquel que no lo haya visto actuar en un teatro ni siquiera habrá podido intuir que detrás de aquel ser histriónico televisivo se halla el gran payaso blanco que en realidad es, heredero de la tradición internacionalista de los artistas circenses que durante siglos han recorrido el mundo con su magia. Viéndolo actuar uno no comprende cómo alguien puede ser capaz de colocarle una bomba junto a su camerino -tal y como ocurrió cierto día, en el mismo Alfil, con su anterior espectáculo.
Casarse con nadie, soñar con un mundo mejor
'Utopía' es un montaje mucho menos físico que otros anteriores de Bassi donde cada palabra lanzada al viento por el cómico tiene su porqué. No descubre nada, pero remueve conciencias con unos dardos cargados de verdad que se ceban con la crisis económica, la Iglesia, Aznar y la inoperancia de una supuesta izquierda que ni aún en estos tiempos, cuando el capitalismo ha recibido una andanada financiera en su línea de flotación, es capaz de proponer alternativas creíbles.
Antes de finalizar un consejo, acudan al Alfil sabiendo el significado de nihilismo.
Ficha artística
Obra de: Leo Bassi
Interpretada por: Leo Bassi
Asistente creativo: Laura Inclán
Música: Mauro Sabbione, Rufus Wainwright, Erik Satie
Vestuario: Liza Bassi
Decorado: Ziga-Zaga/Lisa BAssi
Vídeo: Fred Tort
Cuándo: Hasta el 14 de marzo en el teatro Alfil
Cuánto:18 €; miércoles, día del espectador, 15€
Horario: De miércoles a sábado, 22:30 h; domingo, 20:30 h