Nueva operación inmobiliaria en el norte de Madrid, en unos terrenos propiedad de la orden religiosa de las Adoratrices sobre los que se levantarán varios edificios de oficinas si prospera el plan especial que acaba de desvelar el Gobierno de Almeida.
El proyecto afecta a las parcelas encajonadas entre la M-11 y la M-40, donde antiguamente se desplegaba la histórica Huerta de Mena, más conocida actualmente como la Finca de los Almendros por la abundancia de estos llamativos árboles. Según los documentos a los que ha tenido acceso Somos Madrid, las monjas proponen a través de la empresa Therus la construcción allí de 36.200 metros cuadrados de oficinas, distribuidas en varios edificios, a través de un intercambio de terrenos con el Ayuntamiento, propietario de otras parcelas en el mismo ámbito.
El plan especial de Los Almendros propone dividir en tres zonas principales estas parcelas, una destinada a los citados servicios terciarios de oficinas, otra para una zona verde y una tercera dedicada a dotaciones públicas, en concreto a un equipamiento municipal “de carácter metropolitano” que aún no ha sido desvelado.
En cuanto a la parte de oficinas, los planos dibujan dos bloques de edificios separados, limitados a seis alturas, sobre una superficie de 23.095 m2, con 36.272,60 m2 de edificabilidad lucrativa. Construirlos costarán casi 49 millones de euros, según los datos del informe económico consultado por este periódico. Y cuando estén operativas tendrán un valor de casi 111 millones de euros.
Aunque los terrenos son de las citadas monjas adoratrices (oficialmente Instituto de Religiosas Adoratrices Esclavas del Santísimo Sacramento y de la Caridad de la Provincia de España), toda la operación será costeada y desarrollada por Therus Investments, una empresa de origen galo que ya cuenta con intereses en la misma zona al haber construido en 2016 el complejo Helios -informa El Confidencial- justo al lado de la Finca de los Almendros. Según el consistorio, la compañía tiene “contrastada experiencia en desarrollos similares”.
En realidad, la división actual de las parcelas es bastante distinta a la propuesta, pero Theros y el Ayuntamiento parecen haber llegado a un acuerdo para cambiar la distribución y de esta forma dar salida a la operación inmobiliaria. Las monjas adoratrices poseen la finca 19, que supone el 60% de la superficie, mientras que el resto de terrenos son del municipio, como se aprecia en el siguiente plano.
El plan propone crear además una zona verde al norte de los terrenos, con una superficie de 8.458 m2, y también cambios en las calles de la zona, añadiendo una calle de entrada y salida, con final en una rotonda. Además, se propone una pasarela peatonal y ciclista de tres metros de ancho, paralela a la actual carretera que conecta con el barrio de Las Cárcavas. El gasto en la urbanización de los terrenos se calcula en 10,1 millones de gasto en obras de urbanización, de los que 4 millones serán asumidos por el Ayuntamiento de Madrid y el resto (6,1 millones) por Therus.
El plan ha obtenido el visto bueno inicial del área de Urbanismo, que ahora lo expone a información pública (disponible en este enlace) y después deberá aprobarlo en comisión y en el Pleno del Ayuntamiento para que tenga validez legal. “Está plenamente justificado actuar sobre este suelo por ser conveniente para los intereses públicos por la obtención de importantes dotaciones públicas para equipamientos”, asegura en su informe el Gobierno de Almeida. También destaca “el aumento de recorridos de la movilidad sostenible y además la obtención de aprovechamientos lucrativos por pertenecer parte del suelo del ámbito al Patrimonio Municipal de Suelo del Ayuntamiento de Madrid”.
116 almendros en peligro
Una de las cuestiones más polémicas del proyecto será la desaparición de la masa forestal presente en unos terrenos donde se ubicaba la histórica Huerta de Mena, una quinta con más de dos siglos de existencia, ligada a Hortaleza cuando todavía era un pueblo.
Aunque la memoria del proyecto no habla de talas, el estudio económico sí que lo hace y asegura que solo quedará en pie uno de cada diez árboles ahora existentes. Los cálculos, a los que ha tenido acceso este periódico, indican que serán necesarias 218 talas y 109 trasplantes para completar las obras. Solo 36 ejemplares se dejarán en su lugar. El presupuesto del proyecto contempla un gasto de casi medio millón de euros en apeos y compensaciones por la pérdida de masa arbórea.
Estas cifras son dispares con las del estudio ambiental del proyecto, que identifica 242 árboles en el ámbito central y sur, 116 de ellos almendros y el resto pertenecientes una veintena de especies distintas, entre las que abundan olmos y aliantos. Según este mismo estudio, de todos los almendros analizados y que constituyen parte importante del valor histórico de la finca solo 19 podrán ser trasplantados “con probabilidad de éxito alta dado su porte y especie”. Otros 48 tienen una probabilidad baja o muy baja y para otros 49 no es viable su trasplante.
El proyecto de urbanización ha previsto, no obstante, una banda denominada “huerta de almendros” que debería conservar parte de los ejemplares existentes “para integrarlos con la futura edificación del equipamiento que se implante en el lugar para atender a las demandas municipales” -dice el texto del planeamiento- aunque la mayoría desaparecerá de la zona. “Esta arboleda podrá ser accesible desde el viario público circundante”, añade el planeamiento.
Por último, el plan establece que para “mantener viva la memoria inmaterial del lugar”, la urbanización de la zona verde y del viario contendrá referencias a los personajes, acontecimientos, fechas, lugares o usos que pertenecen a la memoria colectiva ligada a la Huerta de Mena y posterior finca de Los Almendros.
Junto a las oficinas también se propone conservar la envolvente del edificio principal existente y el pequeño ajardinamiento de su entorno, aunque su interior pueda ser destinado a oficinas o a cualquier otro uso que considere Therus, la impulsora privada de la iniciativa.
En declaraciones a los medios de comunicación durante el inicio de la campaña de recogida de la hoja en el Paseo del Prado, el delegado de Urbanismo, Borja Carabante, ha señalado que el Ayuntamiento tendrá que estudiar “las alegaciones que hagan no solo los vecinos, sino cualquier colectivo”, ha explicado antes de recordar que la “transformación” del entorno de Huerta de Mena ha pasado por la Comisión Local de Patrimonio, el órgano encargado de garantizar su protección. “Que es lo que nos reclaman los vecinos”, destacaba este miércoles en declaraciones recogidas por Europa Press.
“Tenemos tiempo para estudiarlo, los vecinos tienen que tener la tranquilidad de que se ha hecho con plena garantía de protección a ese patrimonio histórico. En todo caso, estudiaremos las alegaciones antes de elevarlo al Pleno, previsiblemente de en el primer trimestre del año que viene”, señalaba Carabante.