Este jueves el Ayuntamiento de Madrid hace oficial la única peatonalización prevista en Salamanca durante esta legislatura: 218 metros a lo largo de dos pequeñas calles en el extremo sur del distrito. El corte al tráfico se extiende en la calle Recoletos desde su inicio hasta el cruce con Villalar. Y en la calle Cid, desde la calle Gil de Santivañes hasta la propia Recoletos.
Técnicamente, esta zona es peatonal desde el pasado martes, cuando el área de Movilidad publicó en el boletín oficial del Ayuntamiento la declaración de estos lugares como espacios de especial protección para el peatón. Gracias a esta figura legal queda prohibido, con carácter general, el acceso, la circulación y el estacionamiento de vehículos.
Las únicas excepciones para el paso de coches, motos o camiones son el acceso de la carga y descarga durante los días laborables (de 8.00 a 11.00 horas) y el acceso a los vados existentes sin limitación de horario.
Los vehículos que quieran cubrir el recorrido que antes cubrían atravesando la calle Recoletos tendrán que circular por el cercano paseo de Recoletos, y acceder por la calle Gil de Santivañes y por la calle Salustiano Olózaga.
La peatonalización de Salamanca fue anunciada a finales de 2022 por Almeida, en una rueda de prensa en la que anunció actuaciones similares en los 21 distritos de Madrid. La mayoría de ellas se están ejecutando con acciones de urbanismo táctico, pintando de azul el suelo con señales, aunque una de las más ambiciosas, la de la calle Fuencarral, se completará a lo largo de este año con una obra de 4,3 millones de euros.
El distrito de Salamanca fue el elegido al inicio de la legislatura para instalar otra medida de urbanismo táctico, la de crear una supermanzana cortando el tráfico en varios puntos, habilitando zonas de calzada para uso completamente peatonal. Unas semanas después de conocerse la iniciativa se trasladó este experimento al barrio de Los Berrocales, en las afueras de la capital.