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Las nuevas calles escolares diseñadas por Almeida: más aceras, menos coches y mucho verde frente a tres colegios

Entrada a la escuela infantil Osa Menor, ahora (izquierda) y recreación después de la reforma (derecha)

Diego Casado

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El Ayuntamiento de Madrid comienza la nueva legislatura con tres proyectos para mejorar otros tantos entornos escolares y que pueden servir como campo de pruebas para actuaciones futuras en los cientos de centros educativos de la capital. El equipo de Almeida apuesta por el calmado de tráfico y la apertura de mayores espacios estanciales frente a la entrada de los colegios, además de naturalizar todo el entorno con árboles y parterres.

Las actuaciones se llevarán a cabo en los alrededores de dos colegios públicos (el colegio Miguel de Unamuno, en Arganzuela, y el Claudio Moyano, en Chamberí) y frente a la escuela infantil Osa Menor, en Centro. Todas buscan crear entornos que puedan acoger de forma cómoda y segura las entradas y salidas de estudiantes, “con condiciones peatonales adecuadas y atractivas que promuevan el acceso a pie de familias y niños”, explican fuentes municipales.

Para conseguirlo, el Ayuntamiento va a frenar el tráfico para reducir el número de vehículos y su velocidad, además de cuidar las conexiones peatonales con el entorno verde y el transporte público. También se forman espacios de encuentro, socialización y juego para las familias. Todo ello con plantación de árboles y parterres sobre pavimentos drenantes para mitigar el efecto isla de calor, de forma que la vegetación se convierta en una barrera natural entre peatones y coches.

El objetivo que persigue el Ayuntamiento es el de convertir estos entornos utilizados cada día por la infancia madrileña “en ámbitos saludables de mayor calidad ambiental”, a la vez que se promueve el encuentro y se regenera el entorno urbano con lugares más “accesibles, naturales y sostenibles”. Lo hace en respuesta a movimientos como el de la Revuelta Escolar, que lleva varios años reclamando mejoras frente a muchos colegios. Y servirá para ampliar las primeras medidas puestas en marcha en 2022 después de que 230 centros pidieran a Almeida un entorno más amable alrededor de estas dotaciones.

Los trabajos los ejecutará el área de Obras y Equipamientos, dirigida por la concejala Paloma García Romero, a través de la Dirección General de Conservación de Vías Públicas. Lo hará en coordinación con el área de Movilidad, que sido la que ha propuesto cada una de las soluciones. Las obras durarán medio año como máximo, por lo que es probable que en 2024 los escolares de los centros afectados puedan disfrutar de sus nuevos entornos.

El consistorio ha planificado con detalle cada una de las intervenciones, que detallamos a continuación junto a varias recreaciones del resultado final.

Claudio Moyano: verde en Cea Bermúdez y una peatonalización

Uno de los colegios públicos con más tráfico en su puerta es el Claudio Moyano, situado en la esquina de las calles Cea Bermúdez y Vallehermoso, en Chamberí. Para la zona que da a la primera se descarta el calmado de tráfico por ser una de las principales vías de la ciudad, aunque sí que se ampliarán las aceras en este punto para ganar más superficie peatonal y verde.



En concreto, se ampliarán los alcorques existentes en las calles Vallehermoso y Cea Bermúdez para permitir otras plantaciones, se plantarán grandes parterres, que estarán limitados por bancos corridos, que servirán para perimetrar estos nuevos jardines y podrán ser usados como lugares de descanso y encuentro. Habrá bancos de madera, además de una nueva fuente en la calle Vallehermoso y aparcabicis.

El elemento estrella de esta actuación es el de facilitar la llegada a una de las áreas renovadas en el entorno, los jardines del Teniente de Alcalde Pérez Pillado. Hasta ahora el acceso es difícil por falta de un paso de cebra directo y por las estrechas aceras con las que cuentan las calles aledañas. El proyecto municipal apuesta por peatonalizar la galería de Vallehermoso y colocar un cruce para peatones con semáforo para llegar a ella desde la puerta del colegio.



El área de Obras plantará especies vegetales autóctonas o que se adapten bien a las condiciones climáticas de la capital, con bajo mantenimiento y requerimientos hídricos. Los trabajos costarán 678.000 euros y se llevarán a cabo durante seis meses.

Miguel de Unamuno: más aceras y “puertas arboladas”

El Ayuntamiento va a dar la vuelta a la proporción actual del colegio Miguel de Unamuno, con calzadas y aparcamientos que ocupan el 56% del espacio público. Después de las obras, los vehículos pasarán a tener el 38% gracias a varias ampliaciones de aceras en las calles Alicante y Doña Juana, además de cuidar algunas intersecciones.



Para el calmado del tráfico se instalarán pasos elevados a la zona para crear una especie de “puertas de acceso arboladas”, explican desde el área de Obras. Este entorno sin bordillos se completará con parterres y nuevas especies vegetales. Se instalará además una fuente accesible de granito y el aparcabicicletas situado en la esquina pasa a un lateral de la calle Alicante, aprovechando el espacio ganado a los coches.

El entorno será naturalizado ampliando los alcorques de la calle Alicante, además de colocando árboles en las dos aceras de Doña Juana, donde se elimina parte de una de las líneas de aparcamiento para colocar parterres verdes en su lugar, acompañados de pavimentos drenantes y bancos perimetrales.



Aprovechando la intervención, el Ayuntamiento cambiará las farolas de la calle Alicante por columnas con la mitad de altura, mientras en la calle Doña Juana se mantienen los faroles, aunque cambian de ubicación. Esta intervención es la más cara de las tres: costará 864.000 € y se ejecutará en 6 meses.

Osa Menor: plazuela en lugar de aparcamientos

El tercer proyecto resuelve uno de los entornos menos accesibles de los límites del distrito centro. Se trata del situado frente al centro Osa Menor, un equipamiento que incluye un centro de acogida temporal, una escuela infantil y una escuela de arte dramático.



El Ayuntamiento modificará el final de la calle Mejía Lequerica, con una acera de solo dos metros de anchura y el 69% del espacio dedicado a los coches. El proyecto de remodelación lo deja en el 43% gracias a una notable ampliación de aceras y a la desaparición de los aparcamientos en el cruce con Serrano Anguita, ampliando la plazuela y colocando una fuente para beber.

En total se eliminan dos de los cuatro carriles y se crea un paso de peatones con semáforo para llegar a esta ampliación de plaza, evitando así a los peatones llegar por una cuesta hasta el cruce con Sagasta. Habrá además nuevas señalizaciones.



En cuanto a la parte verde, se plantan más árboles alineados en Mejía Lequerica, donde también habrá una ampliación de alcorques y nuevos parterres y pavimentos drenantes. Estos elementos naturales se utilizan además como barrera frente al tráfico acompañados de bancos perimetrales. Se añaden mesas para que los estudiantes de la escuela de arte dramático puedan almorzar cómodamente. Esta actuación costará 388.000 euros y se ejecutará en cinco meses.

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