La estación de Atocha volverá a tener un lugar de recuerdo para las víctimas del 11M, dos décadas después de los peores atentados sufridos por los ciudadanos de Madrid. El nuevo vestíbulo nacido con su ampliación albergará los nombres de todos los fallecidos y teñirá de azul cobalto una atmósfera que la Comunidad de Madrid, entidad que ha asumido su construcción, quiere que sea de recogimiento.
El color lo han elegido las asociaciones de víctimas, con las que la Consejería de Transportes empezó a reunirse en verano para diseñar un entorno que sustituyera al enorme cilindro inaugurado en 2007 y que debía ser desmontado por las obras de ampliación del suburbano. El homenaje pasa ahora a ser exclusivamente subterráneo, aunque con bastante más espacio en el intercambiador que el anterior (2.000 metros cuadrados frente a los 400 del anterior).
Los nombres de los fallecidos en los atentados del 11 de marzo de 2004 poblarán las paredes de este espacio. Estarán acompañados de mensajes como “no a la violencia”; “todos íbamos en ese tren”; “nunca os iréis del todo”; “no hay camino para la paz, la paz es el camino”; o “por todos vosotros seremos mejores”, que también estaban en el monumento desmontado hace unas semanas. También se recogen textos en euskera, catalán inglés, francés, portugués, árabe, ucraniano, rumano, polaco, búlgaro y georgiano.
En el techo, a modo de cielo, la Comunidad de Madrid ha colocado 193 puntos de luz a modo de estrellas, representando a cada una de las personas fallecidas por los ataques terroristas.
Este nuevo espacio para el recuerdo estará ubicado en un entorno por el que cada año pasan 15 millones de viajeros, que en aquella fatídica mañana de hace 20 años se convirtió en epicentro del dolor mundial por las muertes de los atentados. Pero que después, durante semanas, sirvió para expresar los sentimientos de los madrileños hacia los que se fueron, con un altar improvisado lleno de velas en el vestíbulo de Atocha. El Gobierno lo acabó retirando con la promesa de un monumento que llegó en 2007 y que fue desmontado a principios de este año.
La inauguración de este homenaje será el próximo 10 de marzo, víspera del vigésimo aniversario de los atentados del 11M. Un haz de luz saldrá hacia el cielo con el atardecer, para honrar a los 193 fallecidos y más de 2.000 heridos del atentado. La iluminación también se repetirá el lunes.
En el diseño del nuevo monumento han participado las asociaciones de víctimas, explica la Comunidad de Madrid. La Consejería de Transportes convocó un grupo de trabajo conjunto con el fin de escuchar sus propuestas y trasladarlas a la zona que se presentará el próximo domingo.
“Ellas han sido partícipes en la toma de decisiones al respecto de esta iniciativa y siempre han tenido información puntual y detallada del estado de las obras, con el fin de que se sintieran representadas en esta nueva área de recogimiento”, explica el Gobierno regional en un comunicado. En el mismo texto añade que este 2024 destinará 15 millones de euros a abonar indemnizaciones por fallecimiento y daños físicos y psíquicos de víctimas del terrorismo. También dedica anualmente 300.000 euros para subvencionar a entidades sin ánimo de lucro, incluidas en el registro regional o estatal, cuyo objeto es la representación y defensa de los intereses de los afectados, así como a sus familias o personas con quienes conviven.