Dos días de ambiente desértico en Madrid. La calima que afecta desde el lunes por la noche a la capital y a amplias zonas de la península ibérica seguirá, al menos, una jornada más. Los modelos predictivos indican que la nube de polvo sahariano llegará a su momento de mayor concentración durante la noche de este martes al miércoles y empezará a disiparse al final del día 16, por la noche, para desaparecer durante la madrugada del jueves 17 de marzo.
Las previsiones que calcula el Barcelona Dust Regional Center, entidad asociada a la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) apuntan que la segunda noche de calima tendrá el doble de carga de partículas que la primera y se extenderá en dirección noroeste. La extensión de este fenómeno, asociado a la borrasca Celia, llegará hasta Londres, Bélgica y Holanda, aunque con menor intensidad. Otros modelos publicados por el Ministerio para la Transición Ecológica prevén concentraciones de polvo en superficie menores que el martes, con hasta 320 µg/m3 de PM10.
El polvo sahariano, habitual en algunas zonas de España como Canarias o Andalucía, sorprendió este martes a los madrileños, que se despertaron con su ciudad envuelta en una atmósfera de tono anaranjado y todas las calles cubiertas con una fina capa de arena. Además de sacar fotografías y vídeos del evento meteorológico, muchos volvieron a usar las mascarillas al aire libre, que volvieron a verse de forma mayoritaria en las calles, cuando se cumplen dos años de la pandemia.
Su uso estaba justificado: la concentración de PM10, las partículas en suspensión de mayor tamaño, era extraordinariamente elevado desde hacía horas. La estación meteorológica de Puente de Vallecas marcó el récord de la ciudad con 721 µg/m3 de concentración de este contaminante a las 7.00 horas del 15 de marzo. Todas experimentaron una bajada en los valores sobres las 14.00 horas para volver a subir por la tarde y mantenerse después estable, como indica el siguiente gráfico de los sistemas de medición municipales:
Ante esta situación, el Ayuntamiento de Madrid calificó de “muy mala” la calidad del aire en la ciudad para este martes y, a lo largo que avanzó la jornada y debido a las previsiones desfavorables, anunció la misma situación para el miércoles, aunque en el boletín de las 9.00 preveía una calidad “mala”, un escalón por debajo del nivel máximo.
Como medida de precaución, el alcalde pidió por la mañana precaución en las actividades físicas al aire libre y a la hora de conducir. Mientras, el área de Medio Ambiente aumentaba un 20% los baldeos de la ciudad para limpiar el polvo acumulado en algunas vías. Al riego municipal también ayudaron también tímidamente algunas gotas de lluvia que cayeron durante la ciudad este martes por la tarde.
Afortunadamente para la situación del aire que respiran los madrileños, los niveles de PM10 han ido bajando a lo largo de la madrugada y a primera hora del miércoles todas las estaciones de medición presentaban valores por debajo de 200 µg/m3.
La previsión del tiempo para este miércoles indica intervalos de nubes medias y altas en Madrid, aumentando a nuboso o cubierto durante la tarde. Pueden producirse lluvias débiles y chubascos dispersos, que serán más probables al final del día y en el sur de la Comunidad. Las temperaturas serán similares a las de hoy, con máximas de 20ºC en la capital, anuncia Aemet.
La agencia estatal avisa de una posible reducción de la visibilidad por la calima, así como viento flojo del nordeste, con algún intervalo más intenso al principio y al final del día.
Recomendaciones ante las partículas en suspensión
Según el organismo de salud del Ayuntamiento de Madrid, las personas más afectadas en episodios de polvo en suspensión y, en general, con las alta concentración de partículas en el aire, son las que sufren asma y otras enfermedades respiratorias crónicas (enfisema pulmonar, EPOC…) enfermedades cardiovasculares, diabetes, trastornos inmunológicos, pacientes oncológicos, consumidores de drogas y alcohol, embarazadas, así como menores de 6 años y mayores de 65 años.
En el caso de los niños, su exposición es mayor debido a que respiran más veces por minuto que un adulto, y a veces sus actividades y juegos requieren un esfuerzo físico que aumenta este nivel respiratorio. Al no haber alcanzado además la madurez pulmonar, su organismo es más vulnerable. Por otro lado, las personas de edad más avanzada tienen un riesgo incrementado por la mayor posibilidad de padecer una enfermedad subyacente de las ya mencionadas.
Madrid Salud recomienda que, en momentos de alta exposición a este polvo, se evite la actividad física para no potenciar los efectos negativos de este contaminante, “incluso en personas que no presenten ninguna patología previa”, añade. No abrir puertas y ventanas ayuda a evitar que el polvo se acumule en el interior de casas y oficinas.
Las mascarillas también son útiles para minimizar los efectos de las partículas en suspensión. Las más filtrantes (modelos FPP2 en adelante) impiden respirar directamente la mayoría de estas PM10.
Síntomas principales a la exposición de partículas en suspensión:
Irritación de ojos, nariz y garganta
Tos y flema
Sibilancias
Palpitaciones
Molestias al respirar pudiendo notar sensación de opresión o dolor en el pecho