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El PP aprueba en solitario decenas de pisos turísticos para el centro de Madrid y un nuevo hotel con el apoyo de Vox

Princesa 22, Gran Vía 20 y San Bernardo 41

Diego Casado

Madrid —

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Luz verde definitiva del Ayuntamiento de Madrid a varios proyectos para atraer más turistas a Madrid. El Pleno municipal aprobó este martes tres planes especiales para convertir en hospedajes varios edificios situados en el distrito Centro, el más saturado por establecimientos hoteleros. Lo hizo con los votos en solitario del PP en dos de los casos y en un tercero junto a los votos de Vox.

Los expedientes más polémicos que llegaron al Pleno eran los de Princesa 22-24 y San Bernardo 41. El primero impulsado por el duque de Alba, con el que quiere transformar decenas de viviendas y oficinas en 66 pisos turísticos junto a Plaza de España. Un proyecto envuelto en polémica por el envío desde Urbanismo de una inspección ordenando el cierre de varias oficinas en medio de la negociación de los inquilinos con el duque para resolver sus contratos.

“Cuando el gran duque quiere cambiar el uso de sus edificios, sorpresa, aparece un inspector”, ironizaba el socialista Antonio Giraldo durante su turno de palabra previo a la votación, quejándose de que no ocurre lo mismo “cuando un promotor le pide una figura del planeamiento, nadie aparece para ver qué pasa”.

Giraldo aseguró que el PSOE votaba en contra de este y los otros dos proyectos porque “no estamos a favor de este modelo turistificador de esta ciudad”. Además, echó en cara de que hace unos días el equipo de Almeida “anuncia que se pone firme con las viviendas de uso turístico, y a la semana que viene trae tres expedientes para legalizar”.

El segundo de los cambios polémicos era la conversión de las oficinas y viviendas de San Bernardo 41 en otros 13 pisos turísticos, promovidos por el presidente de la Cámara de Comercio de Ceuta. El Ayuntamiento impuso recientemente una multa de 270.000 euros a la empresa propietaria por haber estado alquilando estos pisos a turistas durante los últimos tres años.

“¿Cuántos hoteles más y apartamentos turísticos son necesarios en Madrid?” se preguntaba en su turno la concejala de Más Madrid Lucía Lois, además de recordar las 36.000 plazas hoteleras en el distrito Centro, 10.000 de ellas solo en Gran Vía.

Lois lamentó que se esté creando un “modelo de ciudad donde está en venta al mejor postor, donde los edificios albergan de todo menos familias” y también que el PP fuera “a poner el rodillo en este pleno para ayudar a los Aznar y a los Fitz-James Stuart”.

Por su parte, Vox señaló que el equipo de Almeida “se está acostumbrando a legalizar la ilegalidad porque su mayoría absoluta lo permite” y que en el caso de los dos expedientes sobre pisos turísticos no iban a dar su voto favorable: “Esto huele mal y no lo vamos a apoyar”, aseguró Ignacio Ansaldo. Su grupo se abstuvo en ambos casos y dio su voto favorable a la conversión de las oficinas de Gran Vía 20 en un hotel de lujo, que será diseñado por Phillippe Starck.

Por parte del Ayuntamiento, el encargado de defender estas conversiones al turismo fue el delegado de Urbanismo, Borja Carabante, quien aseguró que “ni una sola vivienda se ha perdido” con los cambios, algo que en los casos de San Bernardo 41 y Princesa 22 no es cierto, pues ambos edificios han mantenido espacios residenciales hasta ahora.

Carabante defendió que los tres expedientes eran factibles “porque encajan con el plan especial sobre hospedaje que aprobó Más Madrid” y aprovechó su turno para cargar contra la Ley de Vivienda, a la que achacó el alza de los precios en la región, pese a que la Comunidad de Madrid no está aplicando los topes previstos en la normativa.

En cuanto a las acusaciones de favorecer el negocio del duque de Alba, Carabante se preguntó si “puede beneficiar a alguien mandar una inspección y sancionar al que lo está haciendo mal” y aseguró que “en todos los expedientes se manda inspección urbanística”. “Nosotros no damos instrucciones a los funcionarios, tratamos a todos exactamente igual”, repitió a la vez que decía que todas las conversiones son “una operación buena para Madrid y para los madrileños”.

Los tres proyectos turísticos salieron adelante con los votos del PP, gracias a la mayoría absoluta con la que cuenta en el Pleno. Además, el del hotel en Gran Vía 20 recibió el respaldo de Vox.

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