La Puerta de Alcalá necesita “un proyecto de restauración y limpieza en profundidad” tras detectarse “procesos de degradación” en el icónico monumento de la capital, ha dado a conocer este martes la delegada de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Andrea Levy, en la comisión del ramo.
“Tras todos los estudios e informes, hoy sabemos que la Puerta de Alcalá necesita un proyecto de restauración y limpieza en profundidad. El monumento está afectado por distintos procesos de degradación debido a motivos intrínsecos, por materiales utilizados en origen y tipo de construcción, pero también externos, como la climatología, ubicación e intervenciones previas”, ha dicho la delegada.
Levy ha explicado que “una vez finalizadas todas las valoraciones de los informes, se hará público, lo más pronto posible, el diagnóstico del estado de conservación de la Puerta de Alcalá, el método aplicado, las patologías detectadas, así como las propuestas de restauración y limpieza, la duración de los trabajos y un presupuesto estimativo”.
Así ha respondido la delegada a la portavoz del Grupo Municipal Socialista, Mar Espinar, quien ha advertido de que “está en juego una de las señas de identidad de Madrid” tras reconocer el director de Patrimonio que el monumento “está en peores condiciones de las que se pensaban”.
“Me cuesta entender que se haya estado tanto tiempo sin actuar, ¿nadie ha medido el deterioro? El último trabajo de conservación fue en 1992... son 30 años sin echar un ojo a la Puerta de Alcalá. Las deficiencias en la piedra salen a relucir ahora, porque nada se había hecho salvo pequeños parches”, ha finalizado.
Fue a principios de 2022 cuando se encargaron estos trabajos de diagnóstico a la empresa adjudicataria del Contrato de Mantenimiento y Limpieza de monumentos. Paralelamente, se acordó un convenio de colaboración con el Instituto de Patrimonio Cultural de España, que cuenta según Levy con “los mejores especialistas en restauración de monumentos”. Se realizaron varias inspecciones visuales y fotografías con drones “que recomendaron un estudio detallado” y “el andamio también permitió el escaneado en 3D”.
Desde el pasado 4 de julio y durante 18 días, se instalaron los medios auxiliares para estos estudios previos de patologías, con la mirada puesta en una futura redacción de un proyecto de restauración. Mientras, se atajaron pequeñas intervenciones en elementos con riesgo de desprendimiento. En este proceso han participado los arquitectos del Museo del Prado y de Patrimonio Nacional.