Miles de madrileños no han conseguido pagar un impuesto que debería haber sido recaudado antes de terminar el año pasado, a pesar de tener domiciliados los recibos. El Ayuntamiento de Madrid no los cobró a tiempo y la incertidumbre ha calado entre los afectados, que se enfrentan a una cuesta de enero más pronunciada por el inesperado pago del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) fuera del plazo estipulado.
Las versiones de la historia han ido variando conforme avanzaban los días. La fecha límite era el 15 de diciembre de 2022, pero 34.000 personas no recibieron notificación alguna del cobro en sus cuentas bancarias. Ante el desconcierto, muchos madrileños se dirigieron a Línea Madrid para conocer lo que estaba pasando y si su caso era particular o tenía que ver con un retraso generalizado. La mayoría no consiguió ni siquiera hablar con un teleoperador. “No te atienden, directamente te dice una voz de ordenador es imposible atenderle y cuelgan”, explica una de las afectadas por el caos tributario.
La saturación del 010 lleva siendo un problema desde hace meses. Desde la línea de atención a la ciudadanía explican que ha habido problemas con el sistema informático de la sección de tributos del Ayuntamiento de Madrid y que no es un caso particular, sino miles. El plazo se amplió hasta finales de diciembre a esperas de solucionar la problemática. La tensión aumentó cuando se acercaba el último día del año y el mismo número de personas seguía sin recibir el cobro en su cuenta.
Los ciudadanos continuaron insistiendo al 010 para conseguir una explicación, un servicio municipal que empeoró su funcionamiento hace unos meses, con la entrada en vigor de un nuevo contrato. “La chica con la que hablé me dijo que ella no era del Ayuntamiento y que no me podía dar determinada información porque no la tenía”, cuenta David Campo, otro contribuyente afectado. Desde Línea Madrid le aconsejaron concertar una cita presencial con el Ayuntamiento, pero no había ninguna disponible. “Pedir cita es imposible, conseguí una para finales de enero porque tuve suerte”, denuncia.
Este periódico probó este martes buscar cita para la domiciliación de tributos o el pago el IBI en una oficina y el sistema no ofrecía ningún hueco disponible. Solo avisaba a qué hora y qué días se liberaban nuevas citas, para que el contribuyente pudiera estar atento. “No se ha encontrado hueco disponible para el trámite seleccionado, por favor seleccione otro trámite o inténtelo de nuevo más tarde”, responde el sistema.
Es muy fuerte que estés intentando pagar un impuesto y la Administración no te lo permita
Al retraso en el cobro y a la saturación del 010 se suma otro problema más: los recibos en los que aparecen los datos para llevar a cabo el pago no han llegado por correo a los domicilios. Al igual que el teléfono de atención ciudadana, el servicio de correo postal del Ayuntamiento pertenece a una empresa externa, Hispapost, y su funcionamiento ha acarreado diversos problemas a los ciudadanos. Sin los recibos, las personas que no tienen domiciliado el cobro no pueden pagar.
Un retraso en el abono del IBI por parte de los ciudadanos puede conllevar un recargo por no pagar dentro de la fecha, por lo que las consecuencias de la demora por parte de la administración pueden terminar sufriéndolas los vecinos de la capital. A fecha del 31 de diciembre la situación no mejoraba, por lo que se volvió a extender el plazo. Esta vez aseguraban que llegaría los primeros días del año, a mediados de enero no hay rastro.
Los contribuyentes que tienen domiciliado y fraccionado el pago del IBI tendrán que hacer frente al último cobro de 2022 y al primero de 2023 de forma conjunta, por lo que el gasto se multiplica y algunos hogares madrileños se verán haciendo malabares para pagar el coste acumulado. “Con el cambio de año surgen muchos gastos, pagos de seguros, vuelta al cole para los que tenemos hijos… y ahora se me junta el pago del IBI con otras cosas”, señala un vecino afectado.
Las situaciones particulares y personales no tienen cabida en este caos tributario por el que atraviesa la ciudad. Es el caso de David, en julio cambió la cuenta de domiciliación del IBI porque había abierto una nueva en otro banco. “Como no sé por dónde me van a cobrar el IBI sigo con las dos cuentas abiertas, pagando gastos por mantenimiento en la que quiero cerrar”, explica.
La portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento de la capital, Rita Maestre, señalaba hace unos días que la cifra de 34.000 afectados confirmaba por el gobierno municipal era muy superior y llegaba hasta las 50.000 personas. En declaraciones, Maestre aseguraba que este es solo un ejemplo más de que el alcalde, José Luis Martínez-Almeida, “ha perdido el control de la gestión en el Ayuntamiento de Madrid”.
En la rueda de prensa posterior a la junta de Gobierno del pasado 12 de enero, la portavoz municipal, Inmaculada Sanz, indicaba que la cifra de 50.000 afectados era “mentira” y que solo un 1,5% de los contribuyentes madrileños se encontraban en esta situación. “Incidencias puntuales”, apuntaba Sanz, mientras que las redes sociales aparecían más testimonios de queja al conocer una nueva prórroga en el cobro del IBI.
Antes de que termine el mes de enero el impuesto debe haber sido cobrado. El Ayuntamiento ha prometido que será sin recargos, aunque ya ha habido víctimas de los extras por retraso. Algunos vecinos aseguran que les han quitado 40 euros por una demora no deseada. Desde el 010 les indican que pueden poner una reclamación y que será atendida, pero la realidad es más complicada: esperas de media hora, llamadas colgadas y un mensaje de ánimo a los ciudadanos por parte de los teleoperadores: “Bueno, no creo que os cobren”. David Campo considera que se encuentra “en un limbo absurdo”, no le han reclamado el cobro y no ha pagado: “Es muy fuerte que estés intentando pagar un impuesto y la Administración no te lo permita”.