Tercer intento para la Operación Campamento: 12.000 viviendas en los últimos terrenos libres al oeste de Madrid

Diego Casado

16 de julio de 2022 22:56 h

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Casi cuarenta años llevan los políticos de Madrid pensando en levantar miles de viviendas en los terrenos del Ministerio de Defensa en Campamento, zona de pasado militar y que hoy es una de las bolsas de suelo para desarrollos inmobiliarios más condiciadas de la capital. Fueron Joaquín Leguina y Narcí Serra, a medidados de los ochenta, los primeros en imaginar pisos sobre estos terrenos situados junto a la Casa de Campo, Pozuelo y Alcorcón. Una operación que se quedó sobre el papel pero que plantó la semilla para el planeamiento que avanzó el Ayuntamiento en 1997, que se relanzó en 2005 y que se aprobó finalmente en 2009.

Las palabras de Pedro Sánchez durante el pasado Debate sobre el Estado de la Nación han hecho de nuevo saltar los resortes urbanísticos y rescatar las ideas de hace décadas. El presidente del Gobierno prometió la construcción de hasta 12.000 viviendas en la zona, de las que el 60% serán públicas. Poco más se sabe de las intenciones del Estado para una operación en la que se deberán poner de acuerdo el Ministerio de Defensa -propietario de los terrenos- y el de Ministerio de Transportes, que los adquirirá a través de SEPES, la entidad del suelo que se encargará teóricamente de la construcción de las viviendas. Sánchez aseguró que la puesta en marcha de la operación sería “inmediata” al haberse alcanzado el compromiso entre ambos ministerios.

“El Ayuntamiento tiene deberes hechos desde el punto de vista urbanístico”, contestó rápidamente el alcalde de la ciudad, José Luis Martínez-Almeida, quien envió el miércoles una carta al presidente del Gobierno para “iniciar conversaciones cuanto antes” indicando “que el planeamiento está aprobado”. El planeamiento es el que vio la luz en el año 2009 sobre el que el área de Desarrollo Urbano ha trabajado desde el inicio de la legislatura para mejorar todo el entorno y las condiciones de habitabilidad de la colonia militar de Campamento. “El planeamiento urbanístico de la primera fase, donde irían las viviendas, ya está aprobado definitivamente, por lo que todos esos trámites están avanzados y se podría empezar directamente con el proyecto de urbanización”, indican desde el área urbanística a este periódico.

Las mismas fuentes confirman a Somos Madrid que las conversaciones se han retomado esta semana, después del anuncio de Pedro Sánchez y de la llamada inmediata de Mariano Fuentes. Ambas administraciones ya están en contacto para coordinar una reunión con los equipos y retomar los trabajos técnicos que se iniciaron con la constitución tiempo atrás de un grupo de trabajo del Ayuntamiento junto al Mitma.

El planemiento aprobado en 2009 llegó después de un intenso trabajo desde 2005, cuando el entonces presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero anunció el desbloqueo de la operación y el inicio de trabajos para aprobar una iniciativa que fructificó cuatro años después. Sin embargo, una sentencia judicial anuló todos los proyectos de ampliación urbanística previstos en el PGOUM, lo que unido a la crisis económica dejó la Operación Campamento en el olvido. Hasta ahora.

El plan de entonces incluía la construicción de 10.700 viviendas en su primera fase. Se extendía sobre 211 hectáreas al oeste de la avenida de los Poblados. Las viviendas, comercios y oficinas se preveían construir sobre 55 hectáreas, mientras que el resto corresponderían a equipamientos sociales, zonas verdes, deporte e incluso un intercambiador que conectaría con la línea 10 de Metro. Un tercio del terreno disponible serían carreteras para facilitar la movilidad de las cerca de 36.000 personas que podrían trasladarse a vivir allí en el futuro.

Entre las muchas incógnitas que quedan por despejar de la Operación Campamento está la de las fórmulas para desarrollarlas. El Ayuntamiento de Madrid ha propuesto la constitución de un Consorcio Urbanístico para desarrollar la operación entre las dos administraciones. Incluso el consistorio plantea ejecutar las viviendas con “la experiencia en construcción y gestión de la EMVS”, indican fuentes de Desarrollo Urbano. Otra de las opciones que maneja el equipo de Almeida es la fórmula del derecho de superficie y citan el caso reciente del concurso para construir “2.000 viviendas en alquiler asequible mediante la colaboración público-privada”.

Todavía está por ver si estos modelos encajan al gobierno y también a otros partidos. Nada más conopcerse la reactivación, la portavoz de Más Madrid en el Ayuntamiento, Rita Maestre, defendió que “no puede ser otro pelotazo al servicio de unos pocos sino garantía del aumento del parque público de vivienda”.

La clave de la movilidad

Además del modelo que se use para levantar las viviendas, la solución para la movilidad de esta zona será otra de las claves para dar salida a la Operación Campamto. Y no es fácil. Actualmente el Ayuntamiento trabaja en el soterramiento de la A-5, la autovía urbana que también atraviesa el nuevo planeamiento, una actuación basada en unos cálculos de movilidad efectuados con la situación actual y un una futura en la que se sumarían las necesidades de desplazamiento de decenas de miles de habitantes.

En el planeamiento de 2009, el Ayuntamiento contaba con añadir al proyecto un aparcamiento disuasorio para 2.000 vehículos junto a Aviación Española, así como implantar carriles bus exclusivos en todo el ámbito y “potenciar el servicio de Cercanías”. El soterramiento también sería necesario en esta parte, ya que la Carretera de Extremadura cuenta con seis carriles para el tráfico en la zona, donde discurre a gran velocidad. Allí las recreaciones hechas públicas hace más de una década dibujan una A-5 con bulevares, arbolado y una disminución de la capacidad de tráfico notable.

¿Cuánto costará ese soterramiento? ¿Será compatible con el planeado por el Ayuntamiento, del que no se conoce ni detalles ni presupuesto? Las cuestiones por resolver en la Operación Campamento son todavía muchas pero en lo que coinciden la mayoría de fuentes consultadas es que, aunque las administraciones se den prisa, los primeros pisos tardarán todavía muchos años (o varias décadas) en ser levantados allí.