Almeida sustituye la privatización a 40 años de AZCA por un convenio con empresas y vecinos: habrá larga reforma

Diego Casado

Madrid —
8 de noviembre de 2024 12:58 h

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“Es una pena cómo está AZCA. Me duele como alcalde y como vecino de toda esa zona”, decía esta mañana José Luis Martínez-Almeida. “Soy de aquellos que cuando tiene que ir de Orense al Paseo de la Castellana no va por el medio sino que da la vuelta a todo el complejo, porque obviamente no se dan las situaciones de seguridad, de alumbrado incluso el mantenimiento del espacio público que se tiene que dar”, añadía en la presentación de lo que el Ayuntamiento quiere que se convierta en una solución al estado de “degradación” actual que asegura presenta la zona. Tanto que el alcalde ha pedido “perdón” por este resultado, después de años de “abandono”.

La herramienta con la que el equipo de Almeida quiere afrontar una reforma integral del corazón financiero de Madrid es un convenio con el que ha logrado reunir los intereses de las empresas impulsoras del proyecto Renazca, las que no lo veían con buenos ojos y todas las comunidades de propietarios de la zona. Treinta organizaciones que, bajo el paraguas del Ayuntamiento, han rubricado con su firma el inicio de una relación que se va a extender mucho en el tiempo.

El convenio, que todavía no se ha hecho público, incluye el compromiso para redactar un nuevo proyecto que será presentado al área de Obras municipal, que lo revisará para licitar una reforma a través de un concurso público, trabajos que serán sufragados en parte por los operadores privados con intereses económicos en la zona. La entrega del primer proyecto se espera para dentro de ocho meses y la licitación de las obras llegará entre 10 y 12 meses después, por lo que será difícil que los trabajos empiecen antes de dos años, lo que llevaría el inicio de la actuación al 2027.

Una vez ejecutada la reforma, el Ayuntamiento de Madrid quiere articular “un mecanismo unitario y coordinado” que permita el mantenimiento del ámbito, del que no ha dado más detalles que podría asemearse al que actualmente mantiene con las empresas de las Cinco Torres, a las que abona una cantidad anual por la limpieza y mantenimiento de las zonas públicas de ese ámbito. Está previsto que las obras intervengan unos 80.000 m2, de los que el Ayuntamiento es titular de un 70 %, siendo el resto espacios privados de uso público. El consistorio financiará la parte correspondiente a su titularidad, haciéndose cargo de la otra parte los privados.

El convenio ha sido firmado por la delegada de Obras y Equipamientos, Paloma García Romero, en representación del Ayuntamiento, y por Pontegadea, El Corte Inglés, MERLIN Properties, GMP, Generali, Mapfre, Mutua Madrileña, Hotel Investment Partners, Corporación Financiera Alba, Monthisa, Cajamar y Renazca. La Oficina Española de Patentes y Marcas, dependiente del Ministerio de Industria y Turismo, ha trasladado su interés en participar de la iniciativa.

Adiós a la privatización a 40 años

Los planes municipales han cambiado desde que en verano de 2022 sacara a información pública un contrato de concesión de obra basado en el proyecto Renazca, presentado por varias de las compañías con intereses económicos en la zona, con Merlin Properties a la cabeza.

Aquel estudio de viabilidad para el desarrollo de Renazca fue sacado a información pública el 1 de agosto de 2022 y adelantado por Somos Madrid, ya que no había sido anunciado previamente. En él se planteaba la fórmula de cesión por obra para que por vez primera en Madrid un grupo inversor controlara y explotara durante 40 años un enorme espacio público en mitad de Madrid a cambio de ejecutar los trabajos de remodelación. Esta forma de explotación no se contempló durante la presentación pública del proyecto para Renazca en el año 2021, una propuesta de los estudios Diller Scofidio y Renfro que cambió considerablemente desde entonces.

Aunque la mayoría de comunidades de vecinos no puso pegas al desarrollo de este proyecto ahora archivado, que consideraban beneficioso para sus propietarios, lo cierto es que para el resto de madrileños Renazca saldría a pagar: el Ayuntamiento de Madrid acabará abonando más dinero del que recibe por canon de explotación, ya que la promotora tenía previsto cobrar al consistorio por el cuidado de las calles.

Tanto PP como Ciudadanos avalaban el proyecto sin fisuras. Sin embargo, el proyecto se topó primero con la oposición política de partidos como PSOE y Más Madrid, y con el rechazo de una de las grandes compañías de la zona: Pontegadea, la inmobiliaria de Amancio Ortega. Debido a las numerosas alegaciones del proyecto, a los informes técnicos desfavorables y a la oposición del fundador de Inditex, el Ayuntamiento de Madrid y Renazca renunciaron a esta vía, aunque en la presentación de este viernes sus responsables apostaron por que sus ideas sirvieran de base para el nuevo proyecto.

Una de las empresas más críticas en su día con el proyecto, Pontegadea, abrió este viernes el turno de intervenciones, después de ser una de las que ha firmado el nuevo convenio. Su representante, Roberto Cibeira, valoró el acuerdo, especialmente cuando se trata de “una cosa tan grande y de tanto dinero”. Nadie ofreció cifras de la reforma pero a nadie se le escapa que la inversión necesaria será de varias decenas de millones de euros. El que se presentó en 2022 se elevaba a 45 millones.

Pontegadea también alabó el trabajo de la delegada de Obras, Paloma García Romero, a la hora de poner de acuerdo a todos los actores presentes hoy y le pidió que siguiera “liderando y arrastrándonos a todos” porque la firma recién plasmada es solo el inicio de un largo proceso.

También hablaron las comunidades de propietarios a través de una portavoz, que resaltó tambilén el papel de la delegada y aprovechó para pedir que todo el entorno se convierta en una “zona segura, amable y atractiva” reclmando mayor presencia policial en torno a sus domicilios, así como vigilancia municipal para que las actividades que han contribuido al ruido y a la suciedad sean limitadas.

Construido en los años sesenta, AZCA es hoy un lugar al que diariamente acuden unos 50.000 trabajadores, cuenta con alrededor de 2.000 vecinos y tiene un tránsito diario de aproximadamente 100.000 personas.