Una de las primeras cosas que hizo el actual alcalde de Madrid a su llegada a Cibeles fue colocar una bandera de España en el Ayuntamiento y dejar a un lado la enseña arcoiris, mostrando por dónde iba a ir la nueva ideología que ocupaba el consistorio. Otra de las cosas de las que se encargó después de tomar el bastón de mando, que apareció en muchos menos medios, fue la de anular el concurso para construir un polideportivo municipal cerca de Cuatro Caminos.
El proyecto, que había sido licitado por el Gobierno de Manuela Carmena, preveía dotar a esta parte de Tetuán de un polideportivo con piscina y pista de baloncesto, muy demandada por los vecinos y clubes deportivos de la zona. Su construcción acabaría a finales del año 2020. Pero el área de Obras anuló el concurso público para optar por un modelo de construcción y explotación privada, retrasando la llegada de la infraestructura.
Este miércoles se acababan los cuatro años de espera que provocó esta decisión y el retraso no impedía a José Luis Martínez-Almeida presumir de la nueva dotación y halagar a la empresa adjudicataria, Eductrade, por el nuevo edificio. “No voy a decir que es el mejor, pero está a la altura de los mejores”, aseguraba el primer edil a sus responsables en la puesta de largo del polideportivo, que abre al público este viernes 14 de febrero (pincha aquí para ver una fotogalería de sus instalaciones).
El Ayuntamiento de Madrid destaca que con el modelo de explotación público-privada ingresará 650.000 euros anuales durante los próximos 22 años y que también se ahorra el coste de construcción, planificado inicialmente en el primer concurso en 10,6 millones de euros y que finalmente se ha elevado a casi 17 millones de inversión, asumidos por Eductrade.
La consecuencia más evidente del cambio de modelo es la desaparición de la cancha de baloncesto inicialmente pensada, que ha sido sustituida por una gran sala de máquinas de ejercicios, a dos alturas, en la tercera planta. Varios clubes deportivos de la zona protestaron en su momento por la pérdida de esta pista para equipos, pero el Ayuntamiento de Madrid no cambió el proyecto, pensado para potenciar los ingresos económicos con su explotación privada.
Aquellas protestas han quedado hoy olvidadas por el equipo de Gobierno, que arropó al alcalde en la presentación de un edificio más vistoso que el planificado inicialmente por el Ayuntamiento, levantado bajo criterios de mayor sostenibilidad y con una espectacular azotea con vistas.
Las nuevas instalaciones, que están comercializando sus abonos a un ritmo bastante rápido, cuentan con siete plantas y piscinas en su sótano, a las que además de los vasos de natación y de enseñanza se ha añadido un área de spa con sauna, terma y piscina de chorros.
El resto del Centro Deportivo Municipal Cuatro Caminos se divide en gradas, sala de cardio y fuerza y cafetería (planta baja), vestuarios (primera), sala para trabajar mente y cuerpo, otra para baile y gimnasia de mantenimiento y otra para ciclo indoor bicicleta (segunda), gimnasio (tercera), espacio para cardio y sala de crossfit (cuarta), medicina deportiva dotado y un pequeño gimnasio de rehabilitación (entreplanta) y espacio al aire libre para realizar deporte y pérgolas con paneles solares (azotea).
De la arquitectura del edificio destaca su juego de transparencias y luz, con grandes cristaleras que miran a la plaza Juan Muñoz y sobre las que crecerán plantas que cubrirán parcialemente su fachada. Además, las instalaciones utilizan energías renovables como fotovoltaica, geotermia y aerotermia para optimizar su consumo energético.
El de Cuatro Caminos es el primero de más de una docena de centros deportivos municipales prometidos por el equipo de Almeida y que en principio pensaba explotar con la fórmula de la colaboración público-privada, cediendo su construcción y explotación durante décadas.
Sin embargo, la gran mayoría de esas adjudicaciones previstas están en pausa debido a que varios concursos resultaron desiertos. De todos ellos solo se ha construido el de Cuatro Caminos y está en camino el de Ricardo Damas en Arganzuela, mientras que el del paseo de la Dirección, también en Tetuán, se encuentra adjudicado pero no se conoce aún el proyecto. Del resto, un concurso se anuló y será ejecutado con fondos propios por el área de Obras, otros cinco se declararon desiertos (en Las Tablas, Montecarmelo o Sanchinarro) y cinco más están parados.
“Es cierto que hay licitaciones que han quedado sin adjudicación, tenemos que reflexionar porque desde luego nuestra finalidad es seguir implementando centros deportivos municipales allí donde sean necesarios”, admitía este miércoles el alcalde a preguntas de este periódico. “Hacerlos en régimen de colaboración público privada a nosotros nos parece que es una solución razonable, tanto para el Ayuntamiento como para también el conjunto de la sociedad pero es cierto que tenemos que aceptar esa realidad”, añadió sobre las licitaciones desiertas.