Una residencia de lujo aparece en el solar de Tetuán que también iba a alojar un cantón de limpieza
Caminando por el Paseo de la Dirección, a orillas del Parque Rodríguez Sahagún, te topas con un cantón municipal de limpieza. La curva que dibuja la infraestructura es, básicamente, un bocado que se le dio al parque. El cantón está prácticamente encima de uno de los acueductos del Canal Bajo del Canal de Isabel II, contribuyendo al deterioro que sufre esta valiosa obra de ingeniería histórica. La estructura, construida a partir de la agregación de módulos prefabricados, denota el carácter de temporalidad con que se levantó en el contexto de las obras del paseo y después de que dejara de existir otro en la calle de Simancas.
El cantón sirve, además de para las labores más rutinarias del servicio de limpieza, como espacio para limpiar los camiones y como centro de transferencias de residuos, razón esta última por la que los vecinos del área vienen solicitando su traslado desde hace años. Fueron los mismos vecinos, de hecho, quienes en el ámbito de sus reuniones periódicas con el área competente y con la Junta de Distrito, buscaron ubicación para el cantón de la discordia: el solar detrás de la gasolinera Galp de Sinesio Delgado, lindando con el Barrio del Pilar y el parque de La Ventilla.
La idea fue bien recibida por la entonces Concejala Presidenta del distrito de Tetuán, Paloma García Romero (PP), siguió adelante bajo el mandato de Ahora Madrid, con Montserrat García Galcerán en el puesto, y en la actual etapa, con Blanca Pinedo Texidor. El traslado, pues, cuenta con el visto bueno tanto de los vecinos como de los distintos partidos políticos, y hasta el director general de Limpieza estampó su firma en un informe en esta dirección.
En febrero de 2020, la actual Concejala Presidenta dijo en el transcurso del pleno del distrito que el traslado estaba solicitado al Área de Desarrollo Urbano. Su preocupación era entonces que el soterramiento en el lugar de la central El Pilar (Iberdrola) cambiara en algo la situación pero, en teoría, el traslado seguía adelante con informe favorable por parte de la Junta. Este medio ha consultado a la Junta de Distrito si hay novedades sobre la tramitación del traslado pero de momento no ha obtenido respuesta.
A la espera del traslado del cantón, el vecindario amaneció un día con el cartel informativo de la próxima obra para construir en este espacio de Sinesio Delgado una residencia universitaria y cundió la intranquilidad. El temor de los vecinos, expresado a este periódico desde la Asociación Vecinal Ventilla-Almenara, es que, una vez se construya en el lugar una residencia de estudiantes de lujo, nunca más se hable de situar al lado un cantón de limpieza con transferencia de residuos.
¿De dónde ha salido este suelo?
Desde finales principios de los 2000, se ha venido desarrollando un proceso de desmantelamiento, compactación y soterramiento de infraestructuras eléctricas dentro de entornos urbanos. Esto se ha llevado a cabo a través de convenios firmados por las eléctricas con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento. Las nuevas tecnologías han permitido una subida de la productividad energética en un menor espacio, e Iberdrola ha soterrado, o está en el proceso de hacerlo, 16 de sus subestaciones en la ciudad. El resultado es la aparición de nuevos espacios para distintos fines: zonas verdes y suelo edificable, cuya explotación permite financiar la operación de soterramiento.
En el caso del soterramiento de la subestación El Pilar, que afecta al área de la que estamos hablando hoy, el Ayuntamiento anunció en rueda de prensa que Tetuán ganaría una nueva zona verde entre la avenida de Asturias, la calle Sinesio Delgado y el parque de la Ventilla. Sin duda, es cierto que esto sucederá (se han calificado parte de los espacios como zona verde), pero no se mencionó entonces que también se creaban 1.827 metros cuadrados de suelo dotacional privado con carácter lucrativo, que es donde se construirá la nueva residencia.
Una residencia de lujo para un barrio en cambio
La residencia que se planea construir sobre el terrenos pertenece a la cadena Micampus y la licencia ha sido pedida a nombre de la sociedad Global Therold, cuyo administrador está vinculado a la cadena, por lo que los terrenos deben haber sido vendidos en algún momento a dicha sociedad. Desde Micampus se ha explicado a este medio que esperan comenzar próximamente las obras, con el fin de que la residencia abra sus puertas en septiembre de 2022, justo a comienzos del curso académico. Sin embargo, en el momento de publicarse este artículo la licencia sigue en trámite.
Se trata de un colegio mayor de nueva generación cuyas habitaciones tienen cocina, baño completo, aire acondicionado, calefacción y WIFI 5G. El edificio contará, además, con zonas de estudio,comedor, cafetería, gimnasio, sala de lavandería, parking de coches y bicicletas. Un despliegue importante al alcance de pocos estudiantes: las habitaciones de sus residencias cuestan entorno a los 1000 euros mensuales.
En el expediente para la petición de licencia urbanística puede leerse que el pasado 8 de agosto se solicitó licencia para levantar en el número 13 de la calle Sinesio Delgado un “edificio de nueva planta para residencia de estudiantes con aparcamiento, piscina y zonas comunes”. La residencia estaría muy bien comunicada con las universidades Autónoma y Complutense pero, además, hay que tener en cuenta que la quinta torre de la Castellana (en construcción) albergará un campus del Instituto de Empresa.
Según puede comprobarse en la información del visualizador urbanístico, la parcela, con una edificabilidad de 4.610 metros cuadrados, debe destinarse a un uso Dotacional: Equipamiento Privado de Bienestar Social (que está pensado para Centros de alojamiento o prestación de servicios especializados tanto para colectivos marginados como para grupos específicos de población como tercera edad, mujeres, menores, etc., considerados como tales por la Ley 11/84, de 8 de junio, de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid y Decretos y Órdenes que la desarrollan). La residencia tiene un convenio con la Universidad privada Camilo José Cela y su licencia deberá prever, pues, un cambio de uso a Educativo justificado mediante un informe, para poder llevarse a cabo.
El arquitecto del proyecto es Julio Touza (hijo), un viejo conocido del vecindario, pues su estudio participó en una fase del Plan Parcial de Reforma del Paseo de la Dirección (proyecto que fue conocido como Plan Touza, de hecho) y también está al frente de las torres Skyline, dos rascacielos de 25 plantas de viviendas de lujo al final de la calle Capitán Blanco Argibay y frente al mismo parque Rodríguez Sahagún.
Los procesos por los que el suelo se transforma en viviendas, negocios o equipamiento públicos están sostenidos por una maraña terminológico-legal compleja, que los convierte en opacos para el ciudadano de a pie. En demasiadas ocasiones, los vecinos se enteran del destino de los solares de su barrio -y en el Paseo de la Dirección los solares son asunto importante- con el crecimiento súbito de carteles anunciadores. La sombra de una nueva torre, en este caso una residencia universitaria, ya se proyecta sobre la calle Sinesio Delgado y, sin embargo, nada se sabe del traslado del cantón de limpieza al mismo ámbito, una obra de mucho menor calado. La sensación, expresada por la Asociación Vecinal a este medio, es que para los negocios privados el suelo urbanizable siempre aparece y los equipamientos públicos, sin embargo, son siempre los últimos en llegar.
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