Lo normal, es que las actividades culturales más audaces sucedan en el centro de la ciudad y, si acaso, desde alguna institución radicada allí se ramifiquen hacia los barrios. Últimamente, sin embargo, estamos viendo nacer algunas propuestas atrevidas en el propio corazón de los barrios, como es el caso de Lugar:Ahora, certamen del que os hablamos hace poco, o de Tetuán Alimenta, proyecto en curso que vamos a tratar hoy.
La convocatoria busca encontrar cinco proyectos ciudadanos que puedan desarrollarse colectivamente sobre la idea amplia de la alimentación. Literalmente, es un “taller de producción colaborativa de proyectos en torno a la alimentación saludable y sostenible, la cocina y la celebración”. Los proyectos se pueden remitir hasta el próximo 4 de noviembre y el taller, que será solo un comienzo, se llevará a cabo el fin de semana del 26, 27 y 28 de noviembre.
El punto de irradiación de la propuesta es Espacios Comunes, un espacio nuevo de Tetuán que promete agitar la sociabilidad con más intención del distrito; junto a ellos, están implicados tres colectivos tetuaneros: el Supermercado Cooperativo La Osa, La Colmena de Tetuán y Te Estoy Poniendo Verde.
Quedamos con Marcos García para que nos hablara de la convocatoria. Marcos proviene de Medialab-Prado, punto caliente de los laboratorios ciudadanos en Madrid, y ahora se encuentra inmerso en la misión de aterrizar también la experiencia en Tetuán. La reunión trascurrió en una terraza cercana a Espacios Comunes. Marcos habla con pasión calma del proyecto, va y vuelve por distintas experiencias ciudadanas internacionales y de barrio.
Según explica, estos laboratorios ciudadanos permiten “activar las ideas individuales y convertirlas en colectivas”. Y lo tiene claro, no funciona ponerse a decidir en abstracto, hacen falta puntos de partida,.
“Es alucinante la capacidad que tenemos de colaborar con gente que acabamos de conocer pero si no hay una idea de partida se puede generar conflicto”. Pone de ejemplo un espacio sobre el que hay que decidir qué hacer –pongamos por caso un local o un solar–, en el que los diferentes agentes implicados quieren tirar hacia sus intereses. La cosa puede acabar mal. “Siempre digo algo que me dijo a su vez una vez un amigo, se genera plastelina marrón, la agregación en vez de sumar para algo mejor…”
Por eso, Tetuán Alimenta está planteado como un espacio para generar ese contexto previo indispensable para sumar, habrá cinco proyectos y la discusión creativa se producirá con un punto de arranque que interese a quienes se involucren. “Además, la alimentación aparece en cualquier forma que uno piense la ciudad, lo condiciona todo, así que los proyectos pueden ser muy diversos”.
Este laboratorio ciudadano se desarrollará dentro del contenedor de LabsBibliotecarios, un proyecto en colaboración entre la Subdirección General de Coordinación Bibliotecaria (Ministerio de Cultura y Deporte) y Medialab Prado (Ayuntamiento de Madrid), que lleva cuatro años trabajando la idea de participación ciudadana y biblioteca, cuyo cauce se ha desbordado hacia otro tipo de instituciones, como ocurre ahora con Espacio Comunes.
Tetuán Alimenta propone abrir un encuentro, crear la mediación y dar un espacio físico de desarrollo a los proyectos.De su semilla, con suerte y buen hacer, germinará algo más. Quiere ponernos a pensar en equipo la producción de alimentos en las huertas de barrio, las despensas solidarias que se han desarrollado durante la última crisis, la cocina como lugar de experimentación y encuentro, la memoria de la alimentación –aquellos tiempos en los que los tetuaneros tenían relación estrecha con el agro circundante –o la logística, entre otros muchos aspectos susceptibles de ser reprensados en común.