Recorrido foto a foto por la reforma de la plaza más grande de Madrid: las sorpresas de la nueva Remonta

Una madre empuja un carrito de bebé para entrar a La Remonta desde la calle Müller. En otra esquina de la plaza, una mujer se mueve gracias a un andador con ruedas por el pasadizo hacia la calle Magdalena Díez, subiendo la nueva rampa. Son dos escenas que se dieron este jueves por la mañana y que explican por sí solas uno de los puntos fuertes de la reforma de este lugar situado en el corazón de Tetuán: la accesibilidad.

Los tránsitos por La Remonta son ahora más sencillos gracias a una reforma que se comenzó a pensar durante la pasada legislatura y que se ha llevado a cabo en los últimos meses sobre 16.230 m2 de espacio. Que sus trayectos fueran más fáciles y posibles para todo el mundo era uno de los ejes del proyecto La Remonta a un paso, de Traza Territorio, estudio que ganó el concurso en el que se acabó inspirando el proyecto de obra.

La obra más destacada en este sentido es el ascensor para evitar la empinada rampa en el acceso oeste, aunque los peatones la sube y bajan sin demasiada dificultad.

Todo el entorno cuenta con accesibilidad universal y desniveles bastante suaves (salvo el ejemplo de la anterior imagen). Las rampas son unos de los elementos característicos de la reforma, como también los bancos de todo tipo que se encuentran distribuidos a lo largo de casi toda la plaza.

Hay varios modelos de asientos: corridos o tradicionales, de granito (la mayoría) o de madera... solo no se han colocado en la zona norte de la plaza, bajo las pérgolas que albergarán decenas de terrazas, como ya adelantó Somos Tetuán hace unos días.

Aunque este miércoles el alcalde visitó la reforma junto a la delegada de Obras, los obreros todavía trabajaban esta semana en los últimos retoques, especialmente bajo las citadas pérgolas y en otra de las esquinas, donde se estaban montando aún zonas de juego infantiles.

Las pérgolas se han diseñado en dos alturas. La más baja servirá para ordenar las terrazas de la plaza, que aumentarán en número. La más alta será un espacio estancial para vecinos, con varios bancos de madera en línea.

La remodelación de la plaza de la Remonta y sus accesos ha supuesto una inversión de 4,9 millones de euros procedentes del área de Obras. Su zona central seguirá diáfana, manteniendo sus usos como plaza mayor de Tetuán. Aunque ya sin el templete pensado como escenario que fue desmontado durante la reforma.

Donde llega la parte más interesante de los cambios es en la zona sur, que mantiene un parque en el que los elementos de juego ocupan parte del espacio e incluso salen tímidamente de él.

Las zonas de juego cuentan con tartán para amortiguar caídas y presentan aparatos variados, como una pequeña caseta en la zona más vegetal y grandes estructuras de madera en otro espacio. Un original barco suspendido con cuerdas es uno de los elementos más llamativos de esta parte infantil, junto a varios trampolines.

El único equipamiento deportivo que se ha incluido en la reforma es el apartado con dos nuevas mesas de ping pong, de colores arena, dentro del tono general de los elementos de la plaza.

Los colores son importantes en esta reforma y el de los pavimentos marca los diferentes usos de la plaza. La zona de juegos está rodeada de vegetación, que ha aumentado con respecto al anterior estado y se han cuidado los alcorques de cada árbol, para que a su vez alberguen plantas de diferentes especies a modo de jardín.

Además de las zonas de juego y estanciales, al lado del centro de mayores se han dispuesto unos aparatos de ejercicios para personas de avanzada edad, rodeados de mesas de madera tipo picnic.

El entorno estancial se corona con una fuente que mana un pequeño chorro de agua que tal vez a los madrileños más mayores les suene. El surtidor que decora la parte arbolada tiene una larga historia detrás: ha llegado a Tetuán procedente de los almacenes municipales, donde descansaba después de pasar 49 años en la plaza de Callao, de donde fue retirada con la reforma de 2009. Diseñada por técnicos del Ayuntamiento y tallada por canteros municipales, ha sido modificada para su nueva ubicación.

Otro de los detalles curiosos de la reforma son las fuentes para beber. Distribuidas en distintos puntos de la plaza, cuentan con grifos a dos alturas, bebedero para perros en el suelo, tallado en granito, y una sorpresa en su parte posterior: los versos de un poema de Leopoldo de Luis titulado El paisaje eres tú (puedes leerlo completo al final de este texto).

Por último, merece la pena destacar la actuación en los accesos hacia la calle Capitán Blanco Argibay, donde se ha pacificado las calzadas, rebajado bordillos y colocado bancos con jardines en la parte de los alcorques (habrá que ver su resistencia frente al trasiego), además de plantar varios árboles. La reforma de la plaza más allá de la plaza.