Los talleres de los centros culturales de Tetuán comenzarán el 18 de noviembre, con más de mes y medio de retraso

Se acaba la incertidumbre que reinaba desde hace más de un mes entre los casi 2900 usuarios y profesores de los talleres y cursos de los tres centros culturales de Tetuán. Los cursos, que tenían que haber comenzado el pasado uno de octubre  –como ha sucedido en el resto de distritos– empezarán el próximo 18 de noviembre. Las tasas del primer trimestre, sin embargo, si se han satisfecho y los profesores, que se subrogan en cada licitación y trabajan con contratos de obra y servicio, están en paro a día de hoy.

Al terminar el pasado curso, se sacó una licitación para la impartición de los cursos y talleres en los Centros Socioculturales José Espronceda, Tetuán, y el Centro Cultural Eduardo Úrculo, para los dos siguientes años (con la posibilidad de prorrogarlo otros dos). El problema es que dicha licitación no contemplaba las cuantías del nuevo contrato sectorial de los talleristas, que se publicó el mes de marzo pasado, y una de las asociaciones de la patronal del sector (EDUCATIA) interpuso un recurso contra los pliegos ante el Tribunal Administrativo de la Contratación Pública de la Comunidad de Madrid, que lo dejó en suspenso. Es cierto que el anuncio de licitación era cinco días anterior al nuevo convenio, pero en el mes de junio se produjo una modificación de los pliegos por otros asuntos relativos a los horarios que no se aprovechó para actualizarlo.

La Junta de Tetuán sacó entonces un contrato puente por lo que queda de año para salvar los muebles, cuyo proceso terminó el 3 de octubre (por lo tanto después de que hubieran tenido que comenzar los talleres). Pero, siendo un contrato reducido, cuyo inicio ya iba con retraso, la empresa ganadora del nuevo proceso renunció. Comenzó entonces a cundir el pánico, pues trascendió la posibilidad de que la única empresa que quedaba en el proceso tampoco aceptara hacerse cargo.

Durante este casi mes y medio de retraso los usuarios y profesionales afectados se han organizado, poniendo en marcha una campaña de reclamaciones –individuales y colectivas– y consiguiendo reunirse con la junta de distrito. Finalmente, la empresa Educa ha aceptado hacerse cargo del servicio, por lo que las clases podrán comenzar la semana próxima.

El tema fue protagonista en el Pleno Ordinario del distrito, celebrado el pasado jueves 7 de noviembre. Desde antes del comienzo, un buen número de alumnos de los centros culturales hacía cola en el edificio de la calle Bravo Murillo para acceder a la asamblea distrital. Dos vecinos, una de ellas además tallerista en dos centros culturales afectados, intervinieron con críticas hacia la gestión de la junta y la exigencia de que la nueva licitación, necesaria para que los talleres se impartan en 2025, se publique ya para que no vuelvan a surgir los mismos problemas.

El Pleno del jueves se desarrolló en un clima tenso, con constantes interrupciones del público asistente –especialmente cuando desde los representantes del equipo de gobierno hablaban de una correcta comunicación– e intervenciones de la mesa que evidenciaban un visible nerviosismo.

De momento, parece que los cursos podrán empezar el próximo 18 de noviembre, pero quedan pendientes las devoluciones de los pagos hechos por las clases no recibidas y, sobre todo, asegurar que el nuevo contrato esté listo después de las vacaciones de navidad.