Vandalizadas gran parte de las esculturas de vacas que el sector cárnico colocó en las calles de Madrid

Desde mediados de septiembre, las calles de Madrid se han convertido en “una pradera en la que pastan vacas de colores”, según explican los promotores de la galería de esculturas urbanas que ha tomado la capital. Se trata de una exposición compuesta por figuras de vacas a tamaño real que han sido pintadas por diferentes artistas, similares a las meninas que vienen instalándose desde algunos años cada otoño en la ciudad.

El proyecto buscaba conectar la vida rural con la identidad urbana de Madrid a través de estos animales, que la organización que agrupa al sector cárnico -Provacuno- había distribuido por el centro y norte de la ciudad. Pero según han ido pasando los días varios de los 34 ejemplares intervenidos por otros tantos artistas que forman la exposición callejera han indo perdiendo sus cuernos y sus orejas.

Los desperfectos son apreciables en más de una decena de las esculturas, según ha podido comprobar este periódico. La mayoría muestran desperfectos en la zona de la cabeza, donde se ha quedado al descubierto el poliestireno que forma parte de su estructura. Otras han sido graffiteadas. Además, muchas personas se suben a ellas para tomarse fotos, lo que también ha contribuido a su deterioro.

Las vacas vandalizadas se encuentran sobre todo en el centro de la capital, aunque también han resultado dañadas algunas situadas en puntos del norte como junto al estadio Santiago Bernabéu, o en el entorno de Goya, en pleno distrito Salamanca.

Desde Provacuno asumen las consecuencias derivadas de la exposición callejera y señalan que tienen constancia de lo ocurrido: “Estamos muy pendientes de que todas las obras estén en perfecto estado”, decían el pasado 23 de septiembre en declaraciones a Somos Madrid. Además, también explicaban que “las obras dañadas están localizadas” y aseguraban que trabajan en su reparación.

De hecho, desde la primera consulta a la organización que efectuó Somos Madrid el vandalismo aumentó tanto en las esculturas afectadas como en el número de miembros perdidos por cada vaca, tal y como muestran las imágenes publicadas en este artículo.

Las reparaciones llegaron a llevarse a cabo varias semanas después, dando por solventado el problema durante algunos días. Sin embargo, tardaron muy poco en volver a aparecer ejemplares dañados. En algunos casos, los mismos que ya se habían reparado, aunque también han aparecido vacas vandalizadas en otros puntos de la capital.

Provacuno considera que los ataques son “casos puntuales y aislados” e insisten en que la mayoría de las obras “están en perfecto estado”. La organización ganadera desconoce si hay alguien detrás de estos actos y restan importancia a lo ocurrido. “No hay que hacer una montaña de un grano de arena”, señalan las mismas fuentes. Tampoco concretan si sospechan que existe algún motivo por el que se han llevado a cabo.

Los planes del sector cárnico pasan por mantener las vacas hasta el final de la muestra, el próximo 15 de diciembre, cuando las esculturas saldrán a subasta en un acto benéfico. El dinero donado se destinará a organizaciones que trabajan en el campo de la sostenibilidad, el medioambiente y los efectos del cambio climático.

Críticas por la ocupación del espacio público

Desde hace algunos años es habitual toparse con exposiciones callejeras por Madrid. Desde las famosas meninas hasta osos y madroños o limones gigantes. En este caso, la responsable de la muestra es la Organización Interprofesional de la Carne de Vacuno de España, en colaboración con el Ayuntamiento de Madrid y con el apoyo de la galería Jorge Alcolea.

Provacuno ha utilizado un sistema similar al que llevan aplicando desde Meninas Madrid Gallery seis años, de hecho, hasta han replicado su nombre, bautizando la acción como Madrid Cow Gallery.

La organización ha echado mano de artistas como Maseda, Mario Arlati, Miguel Macaya, Mario Pavez, Jesús Arrúe, Eloy Morales, Rosana Sitcha o Felipe Rodrigo para crear los diseños, así como de estudiantes de la Universidad Francisco de Vitoria.

Vecinos de la ciudad han mostrado su descontento por el uso indiscriminado del espacio público para promover marcas, determinadas causas o empresas privadas. De hecho, las meninas fueron blanco de las críticas incluso de la exdelegada de Cultura, Andrea Levy, mostró sus dudas sobre esta exposición callejera con permiso municipal y vetó la colocación de estas esculturas en el entorno del Paisaje de la Luz, una zona que la galería vacuna ha esquivado.

Su uso promocional y la ocupación del espacio público no han sido los únicos aspectos que han suscitado críticas entre los madrileños, que han calificado de “feos” y “esperpénticos” los diseños de algunas de ellas. La última exposición también ha cosechado puyas en la red social X (antes Twitter) calificaba la iniciativa “de un mal gusto tremendo”.

Madrid Cow Gallery coincidirá con la exposición de Meninas Madrid Gallery, que tradicionalmente llega a finales de año y que este 2024 estaba programada para los meses de “noviembre y diciembre”, según la convocatoria artística de esta segunda iniciativa. Probablemente, en una semanas, la ciudad se convertirá en un desfile de vacas y meninas, si es que los ejemplares vacunos siguen ahí para contarlo.