El 55% de los taxis de Madrid utiliza diésel, el combustible que más gases contaminantes produce
El Ayuntamiento de Madrid implantará el Área de Prioridad Residencial (APR) en el distrito Centro de la ciudad el próximo 23 de noviembre, que traerá consigo restricciones de acceso de vehículos al centro de la ciudad para combatir los altos niveles de contaminación. Una medida que no afectará a los autotaxis, que podrán seguir circulando por el centro de Madrid al ser un servicio de transporte público.
Sin embargo, los taxis de la capital todavía no son todo lo “verdes” que podrían ser: más de la mitad de la flota actual, el 55%, utilizan combustible diésel. Le siguen los que usan gasolina combinada con electricidad (26%) y, en tercer lugar, los propulsados por gas licuado del petróleo (16%). Los taxis 100% eléctricos y con cero emisiones apenas suponen un 0,1%.
Los motores diésel son uno de los principales responsables de las emisiones óxidos de nitrógeno en las ciudades. Uno de estos óxidos es el dióxido de nitrógeno (NO), un gas contaminante que en altos niveles de concentración resulta muy dañino para la salud. La “disminución del desarrollo de la función pulmonar”, una “importante inflamación de las vías respiratorias”, bronquitis o asma son algunos de los sus efectos, según ha advertido la Organización Mundial de la Salud (OMS) en repetidas ocasiones.
El informe 'Mejor sin diésel' publicado por Ecologistas en Acción indica que “aproximadamente el 80 % de los óxidos de nitrógeno generados por el tráfico proceden de los vehículos diésel”, según datos de la Comisión Europea. Y explica que los motores diésel generan emisiones “muy superiores y mucho más peligrosas que las de los motores gasolina” debido a “la naturaleza del combustible diésel” y al propio funcionamiento de este tipo de motores.
Los datos de la flota de taxis de la ciudad de Madrid han sido obtenidos del Portal de datos abiertos del Ayuntamiento, donde recientemente se ha hecho pública toda la información de los más de 15.000 vehículos que la componen. La base de datos permite consultar el año en que cada uno de los taxis que operan actualmente comenzó a prestar servicio. Y, lo que es más interesante, qué tipo de combustible utilizan.
El siguiente gráfico muestra cómo apenas quedan ya vehículos que comenzaran a prestar servicio hace más de una década (sólo 1 de 2005, 4 de 2007), y sí muchos puestos en circulación desde 2013. En cuanto al tipo de combustible que emplean, los más frecuentes son el diésel y la gasolina en sus distintas modalidades. Los taxis eléctricos, sin embargo, son todavía muy pocos: 16. En 2012 ocho de estos vehículos empezaron a prestar servicio. Este año han sido solo cuatro.
Desde el Ayuntamiento aseguran que “salvo los Eurotaxis (vehículos adaptados a personas con movilidad reducida), los vehículos diésel desaparecerán del parque de autotaxis de Madrid”. “En la medida en que se vayan produciendo sustituciones de vehículos, el diésel irá reduciéndose y desapareciendo progresivamente del parque de autotaxis de Madrid”, explican fuentes municipales.
La base de datos del Portal de datos abiertos también permite conocer la actual composición de la flota de taxis de la ciudad de Madrid en función del tipo de Distintivo Ambiental del vehículo y el año en el que comenzaron a prestar servicio. Así, puede comprobarse que a partir de 2014 el número de vehículos de categoría B disminuyó drásticamente y aumentó el de categoría C, menos contaminante. En 2018 se pusieron en circulación más de 1.300 taxis con distintivo ECO, la cifra más elevada hasta el momento.
Nuria Blázquez, coordinadora del Área de Transporte y de la campaña Diésel de Ecologistas en Acción, explica que esto se debe a las homologaciones de vehículos y control de emisiones aprobadas por la Unión Europea: “A partir de septiembre de 2014 entró en vigor la norma Euro 6, que es más restrictiva con los diésel y que (teóricamente) iguala las emisiones de diésel y gasolina. Por eso a los matriculados en 2015 les dan etiqueta C”.
El 8 de octubre entrará en vigor el nuevo protocolo anticontaminación de Madrid. Las medidas para combatir los picos de polución en la capital se endurecen: se adelantan los diferentes escenarios, se refuerzan las medidas a adoptar en cada uno de ellos, se amplía la cobertura geográfica por primera vez a toda la ciudad y empieza a limitarse la circulación a los coches más contaminantes, teniendo en cuenta su etiquetado.
Los coches ECO son turismos híbridos enchufables con autonomía de 40 kilómetros. Además de gasolina o diésel, pueden emplear como combustible el gas en sus distintas formas: gas licuado del petróleo (GLP), gas natural licuado (GNL) o gas natural comprimido (GNC). El informe 'Mentiras vestidas de etiqueta' de Ecologistas en Acción defiende que “el gas es un combustible fósil, y por tanto genera gases de efecto invernadero” y que “sustituir un combustible fósil por otro no es una opción en el actual contexto climático”. Por este motivo, Blázquez considera que estos vehículos “no deberían llamarse ECO”.
Desde el Ayuntamiento consideran que “evidentemente, el gas también produce emisiones pero, en el caso del dióxido de nitrógeno (las que más afectan a la ciudad) son mucho menores que los diésel y los gasolina”. Aseguran que su apuesta es “reducir el número de vehículos y que cada vez sean menos contaminantes”, y recuerdan que “en el caso de la flota de taxi la tecnología no siempre ha estado suficientemente avanzada para apostar exclusivamente por otras posibilidades, como los vehículos eléctricos”.
Distinto es el caso de los vehículos con Distintivo Ambiental 0 Emisiones. Se trata de coches eléctricos que no tienen tubo de escape y que no generan emisiones locales. En opinión de Blázquez, la alternativa no pasa por el vehículo eléctrico sino por disminuir el número de coches de las ciudades. Pero admite que, en el caso de Madrid, los eléctricos serían “la mejor opción”.
Plan de renovación
El Ayuntamiento de Madrid cuenta con una Ordenanza Reguladora del Taxi en el que se incluye un calendario de renovación de la flota de taxi. Según el calendario, está previsto que desde el 1 de enero del 2020 solo puedan prestar servicio los vehículos que cumplan la normativa Euro 6 (esto es, con el Distintivo Ambiental C de la DGT).
En octubre de 2017 el Pleno del Ayuntamiento aprobó una modificación de esta ordenanza reguladora gracias a la que, desde noviembre de ese mismo año, solo se conceden nuevas autorizaciones a modelos de taxi ECO y 0 Emisiones. Asimismo, desde el 1 de enero de 2018 los taxis que se van quedando obsoletos solo se renuevan por este tipo de modelos menos contaminantes.
Jesús Fernández, vicepresidente de la Federación Profesional del Taxi de Madrid (FPTM) señala que “un obstáculo muy importante” para la renovación de la flota son los fabricantes de vehículos: “Conocidas marcas de automóviles que se ha apoyado en el sector para forjarse un nombre ahora tienen vehículos de GNC y no permiten su homologación. En este sentido, el sector del taxi es una flota cautiva”, explica Fernández. “Es fundamental que los fabricantes ofrezcan un abanico más amplio de automóviles híbridos y eléctricos”, recalca.
Por su parte, desde la Asociación Madrileña del Taxi (AMT), lamentan que las ayudas destinadas por el Ayuntamiento para llevar a cabo este plan de renovación suponen “una parte mínima”. “En Madrid se sustituyen aproximadamente unos 2.000 vehículos anuales. Las subvenciones del Ayuntamiento no llegan a cubrir las necesidades del colectivo”, explica Román García, vicepresidente de la AMT.
Desde el Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad declaran que “el Ayuntamiento contribuye con importes significativos de hasta 3.000 euros por vehículo para los 0 Emisiones o hasta el 5% del importe de compra para vehículos ECO”. Y recuerdan que “las subvenciones municipales son compatibles con otras promovidas por la Comunidad de Madrid, la Administración del Estado o planes RENOVE”.