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El mundo se juega en la Cumbre de Madrid que no se diluya la lucha contra la crisis climática
Una huelga conjunta en el transporte público de la ciudad durante la segunda jornada de la Cumbre del Clima. Los conductores de los autobuses municipales, de la EMT, y los empleados de Metro de Madrid convocan en bloque una jornada de paros de 24 horas que afectarán a los servicios especiales con motivo de la cita internacional.
El sindicato Solidaridad Obrera, del suburbano, se ha sumado a movilización de los trabajadores de la EMT para multiplicar el impacto de los paros en un momento de máxima afluencia en la capital: la Cumbre del Clima ha atraído a 29.000 personas, además de los turistas habituales de estas fechas previas al Puente de la Constitución.
Metro de Madrid y la EMT han establecido unos servicios mínimos del 59% y el 50%, respectivamente. El paro de 24 horas afectará directamente a los refuerzos activados por el evento internacional: entre un 17 y un 33% más de trenes en la línea 8 y un aumento de autobuses también en la línea 200 (Avenida de América-Aeropuerto) y la Exprés Aeropuerto.
En la Comunidad de Madrid hay cierta impaciencia, pese a que el sindicato mayoritario de conductores del suburbano, el Sindicato de Maquinistas decidió en el último momento desconvocar los paros parciales que había previsto durante 12 días tras arrancar algunos compromisos de Metro de Madrid, como un estudio de la calidad del aire que respiran los conductores en su puesto de trabajo con las ventanillas bajadas.
Solidaridad Obrera mantiene la movilización en “solidaridad” con el resto de trabajadores del transporte público y por las carencias que, a su juicio, hay en Metro. “La empresa aún no se ha inscrito en el RERA para poder desamiantar y se está contratando todo a empresas privadas y no se ha dado ningún paso con el fondo de compensación para los afectados por el amianto”, enumera el delegado, Manuel Fernández.
“Podemos dejar estas huelgas para momentos en los que los ciudadanos no necesiten los servicios públicos tanto como ahora”, pedía la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso en el acto homenaje a la Constitución este lunes. “Las huelgas son momentos puntuales para reivindicar derechos y siempre las he respetado y las he defendido pero ahora lo que hace falta sobre todo es estar a la altura y darnos cuentas de que la cumbre es un momento importantísimo para demostrar que la ciudad de Madrid está muy bien organizada y es segura”, añadía a renglón seguido. La presidenta madrileña acusó la semana pasada a los huelguistas de “secuestrar los servicios públicos”.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el delegado de Movilidad y Medio Ambiente, Borja Carabante, han manifestado en diversas ocasiones que la huelga de la EMT, empresa pública municipal, tiene “tintes políticos” y está “injustificada”. “No sabemos qué le reclaman a este equipo de Gobierno, pero sí el daño que le pueden hacer a la ciudad de Madrid”, manifestó Martínez-Almeida la semana pasada.
El conflicto laboral se ha enconado con el paso de los días. No hay negociaciones entre las partes ni se esperan para los que vienen. El último intento fue el pasado jueves, cuando el gerente se ofreció a negociar con el comité de empresa pero siempre que se desconvocara la huelga. Los trabajadores no aceptaron y convocaron otra huelga de 24 horas para el día 13, cierre oficial de la Cumbre.“Nos van a acusar de dañar la imagen internacional cuando son ellos los que están dañando el transporte público”, asegura Elías Calderón, del comité de empresa.
La plantilla del servicio de autobuses madrileños ha secundado paros parciales durante cuatro jornadas que han sido un “éxito”, según el comité de empresa, que cifra el seguimiento en el 95% y en el 100% en el caso de los conductores. La huelga convocada para este martes será la primera en siete años en la capital. Los empleados movilizados aseguran que mantienen las protestas porque el Ayuntamiento de Madrid no se ha sentado a explicarles ni a “calendarizar” las contrataciones para el año que viene. Y temen que esa “opacidad” signifique “que hay planes de privatización” de algunos servicios, como el que presta la EMT en superficie cuando una línea de Metro se cierra por obras.
El Ayuntamiento de Madrid ya ha contratado a 90 conductores preparados para incorporarse en enero y los presupuestos de 2020, aún por aprobar, incluyen la entrada de otros 250. Según el comité de empresa, con los 90 iniciales se pueden cubrir los 100 turnos que no se están cumpliendo actualmente en el servicio. Además, de acuerdo con sus cálculos, harían falta otros 110 para cuando cierren la línea 4: el 11 de enero. “Necesitan cinco semanas para hacer la formación, de manera que esta semana tendrían que empezarla para llegar a tiempo”, apunta Calderón. La última oferta del comité, presentada el jueves, era la contratación inmediata de 100 conductores.
Fuentes del comité aseguran que la EMT ha dejado de colgar en las oficinas los turnos suprimidos cada día, como hacían hasta ahora, ante el agravamiento del conflicto con el Ayuntamiento. “Los trabajadores están convencidos de su movilización, aunque nos criminalicen. Es una de las fases típicas de las huelgas”, afirma Calderón. Se refiere a un vídeo difundido este fin de semana que muestra a uno miembro del comité de empresa animando a un grupo de compañeros a que llamen “enano” al alcalde de Madrid.
Además de la huelga, los trabajadores de la EMT han convocado una concentración a las puertas del Ayuntamiento de Madrid a las 10:30 horas de este martes y una manifestación por la tarde que partirá de la sede del Consorcio de Transportes (calle Santa Engracia) a las 17:30 horas bajo el lema “por un transporte público, sostenible y de calidad”.
Además de la EMT y Metro de Madrid, los trenes de Renfe también sufrirán paros esta semana. CGT, minoritario en el sector, los ha convocado para el próximo jueves, coincidiendo con la víspera del Puente de la Constitución. Estas movilizaciones, contra las políticas del Ministerio de Fomento, no solo afectarán a Madrid.
También se suman a la huelga las gasolineras de toda España: CCOO y UGT han convocado a los 55.000 trabajadores de las estaciones del país a dos jornadas de huelga los días 5 y 9 de diciembre, coincidiendo con la operación salida y llegada del puente de la Constitución y con la celebración de la Cumbre del Clima, a cuyas inmediaciones trasladarán su protesta para ganar visibilidad. El motivo es el bloqueo en la negociación del convenio colectivo, según UGT.
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