Cuando Vox definía como “estercoleros multiculturales” los barrios que ahora visita en campaña
Vox reivindica las zonas humildes. “Los barrios también son nuestros, las calles también son nuestras y Vallecas también es nuestra”, alentaba Santiago Abascal, el presidente de la formación de extrema derecha, en el acto organizado el miércoles, que terminó con cargas policiales contra manifestantes que se acercaron a boicotear la convocatoria y a los que el líder de Vox acusó de lanzar piedras al escenario.
La visita a Vallecas no es la primera que realizan los miembros de la formación de extrema derecha a barrios obreros. La candidata autonómica, Rocío Monasterio, ha visitado distritos como Ciudad Lineal y Hortaleza, invocando en los dos casos problemas de seguridad en esas zonas. Esos acercamientos en los que reivindican que acuden a defender a sus vecinos —“vamos a protegeros”, clamó Abascal en Vallecas— chocan con los descalificativos que lanzan contra las zonas humildes en las instituciones, donde hablan de “estercoleros multiculturales”.
El propio Abascal utilizó esta mención en su discurso de la fallida moción de censura, celebrando que “en todas partes de Europa y en muchos lugares del mundo occidental están creciendo fuerzas y movimientos patrióticos, que no se van a quedar de brazos cruzados mientras unas oligarquías degeneradas convierten naciones enteras en estercoleros multiculturales”. Compañeros de partido, como los diputados Ignacio Garriga y Rocío de Meer, también el senador Jacobo González-Robatto, han recurrido también a este concepto.
El diario de sesiones del Congreso recoge que De Meer fue la primera en realizar esta mención. Sucedió a finales de agosto de 2020 en una sesión de la diputación permanente. En ese momento, tras abordar la entrada en España de inmigrantes de forma irregular, optó por aludir al “multiculturalismo” y aseguró: “Funciona muy bien entre jeques árabes, banqueros del Upper East Side y presidentes de consejos de administración, pero el multiculturalismo funciona muy mal en El Puche de Almería, funciona muy mal en Níger, funciona muy mal en el Raval de Barcelona y funciona muy mal en Lavapiés”. “¿Creen ustedes que los españoles van a permitir que sus barrios se conviertan en esos estercoleros multiculturales como Molenbeek, en Bruselas, o como Barbès, en París? ¿De verdad creen ustedes que pueden seguir engañando a los españoles constantemente?”, interpeló la diputada de la formación de extrema derecha.
La diputada reafirmó ese concepto en su cuenta de Twitter y a partir de ahí otros miembros de la formación de extrema derecha volvieron a recurrir a esa expresión. “Barrios obreros convertidos en infiernos que los acomodados no pisáis pero que los trabajadores más humildes sufren a diario”, contestaba De Meer al socialista José Zaragoza. En septiembre, González-Robatto insistía en el pleno del Senado en que en esos barrios “la convivencia es una quimera y la seguridad es inexistente”. “Cuando vamos a escuchar a esos vecinos, cuando los escuchamos de primera mano, nos dan la razón”, añadía Garriga en esas mismas semanas sobre este concepto.
En su alocución vallecana, Abascal optó por no aludir a los estercoleros multiculturales, aunque insistió en reforzar el concepto de seguridad. “Vallecas es de todos los vallecanos”, remarcó ante los asistentes al acto, en el que había más manifestantes contrarios que seguidores. La “defensa de la seguridad en las calles” fue uno de los ejes de su discurso, asegurando que “personas mayores”, “muchos jóvenes” y “chicas” se ven amenazados por esa inseguridad en las calles.
Monasterio también ha agitado recientemente el concepto de inseguridad en los barrios obreros, tras el tiroteo que se produjo en plena calle en Ciudad Lineal. Al día siguiente se acercó a esa zona y aseguró ante los medios de comunicación que sus vecinos son “víctimas de bandas de extranjeros que campan a sus anchas”. Reafirmando ese punto, alegó que si Vox llega al Gobierno autonómico después del 4 de mayo “se va a acabar con esta inseguridad”, recoge Europa Press.
En la campaña de las generales de noviembre de 2019 Vox también ondeó la misma bandera. En ese momento, escogieron el barrio de Hortaleza, también obrero aunque con una zona de chalets de lujo y en el que reside Abascal, para cargar contra el centro de menores extranjeros no acompañados (MENAS). “Cada vez que salgo a la calle las mujeres me vienen a contar que los policías les dicen que no salgan con joyas”, aseguró el líder del Vox en uno de los debates electorales.
Los barrios señalados por la formación de extrema derecha son diversos y no todos comparten características. Hortaleza está en la zona baja de la tabla que desglosa por distritos el número de personas detenidas, según las últimas cifras publicadas por la Policía Municipal correspondientes al mes de febrero. Con 16 personas detenidas e investigadas hace dos meses está lejos de los 112 que se registraron en Centro; 80, en Puente de Vallecas; 55, en el barrio de Salamanca; 37, en Ciudad Lineal y 14, en Villa de Vallecas.
“Sientes que el discurso que sale en los medios es el que ellos buscan”, cuenta Sonia, portavoz de la asociación vecinal La Unión de Hortaleza, sobre el señalamiento de su barrio por parte de Vox. Ante la crítica de los líderes del partido a los jóvenes migrantes, destaca “que lo que habría que haber señalado es la falta de recursos que hay para atender a los menores no acompañados”. Y añade que las preocupaciones vecinales en los barrios pasan por la vivienda, poder llegar a fin de mes o dar de comer a sus hijos, sin embargo “se lleva” el foco mediático “hacia unos temas que son muy puntuales y no se habla de lo importante”.
Para Quique Villalobos, presidente de la Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid (FRAVM), Vox es “una formación de extrema derecha con unos planteamientos incompatibles con la vida democrática normal” y eso hace que “su acción cuando van a los barrios de los que están tan distantes ideológicamente sea chocar y así venir a provocar”.
La estrategia esbozada por Villalobos ya se produjo en Sevilla, también días antes de las últimas elecciones generales. En ese momento, Monasterio acudió a las puertas de un centro de menores extranjeros no acompañados para denunciar la “situación insostenible” con estos jóvenes, que a su juicio suponen “un problema grave”. En esta convocatoria, los miembros del partido de extrema derecha también fueron increpados por vecinos al grito de “fuera fascistas”. El caso llegó a la Fiscalía después de que Teresa Rodríguez denunciase a la líder de Vox Madrid por “una incitación directa a la violencia contra los menores” tutelados por la Junta, aunque la investigación acabó en archivo, según contó la Cadena Ser.
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