Paquita tiene 83 años, una “rodilla para prótesis” y un hijo que dice que, si por él fuera, pagaba de su bolsillo lo que cuesta el ascensor. Vive en un quinto y sube y baja a duras penas la escalera, pero su solución no va a ser insistir en que lo pongan. Simplemente, cuenta, se marchará cuando se canse.
“Estoy pensando en ir a una residencia”, explica. “Mi hijo dijo que lo pagaba él todo con tal de que no subiera cinco pisos. Y con que un vecino dijera que sí, tendrían que aprobarlo. Pero no quiero molestar. Además, con lo que tarda la ayuda y la instalación… igual para cuando lo pongan hasta me he muerto ya”.
La colonia en la que vive Paquita es una de las zonas que más edificios de cinco plantas sin ascensor tienen en la ciudad. Está en Valdezarza, en el distrito de Moncloa−Aravaca, y es una construcción de los 60. El censo de población y viviendas del INE ofrece datos de cuántos edificios hay sin ascensor, desagregados por número de plantas, año de construcción y detallados por sección censal, como los datos de voto.
La información es de 2011 −los censos se publican cada diez años, así que hasta 2021 no tendremos nuevas cifras− y tanto la Comunidad de Madrid como el Ayuntamiento han dado en estos años subvenciones para instalarlos. Es decir: que los números han mejorado. Pero el desconocimiento, los desacuerdos entre vecinos, lo complicado que es poner ascensor en algunos edificios y la burocracia para pedir las ayudas hacen que muchas comunidades sigan sin su elevador.
“Ni idea de cuándo se hará. Llevo aquí doce años y doce años me he tirado escuchándolo”, dice Adela, propietaria en un edificio de seis plantas sin ascensor en Aluche. “Habría que retocar los pisos y eso frena a la gente”.
De los 129.085 edificios que había en 2011 en Madrid, 84.179 no tenían ascensor. Eso es un 66%. Solo 652 edificios accedieron a las ayudas que dio la Comunidad de Madrid entre 2013 y 2016, según datos de la Consejería de Vivienda, y de estas solo el 75% fueron dedicadas a instalar ascensores. La foto cambia cuando hablamos de viviendas y no de edificios completos: hay algo más de un millón y medio y solo el 34% no tienen ascensor.
Es más fácil verlo por número de plantas. Los edificios que tienen más de siete no suelen carecer de él. Los datos dicen que hay un pequeño porcentaje que no tiene, pero se refieren mayormente a edificios en los que no consta si hay ascensor o no. El problema está en los de seis y, especialmente, cinco plantas. Solo el 40% de las construcciones de cinco alturas tiene ascensor. Son plantas sobre rasante, lo que significa que el bajo cuenta como una. Habitualmente, en estos edificios hay que subir un tramo de escaleras para llegar hasta el primero.
Los puntos más negros
María Rosa y Raúl llevan 31 años viviendo en Valdezarza y cinco meses de obra para tener, por fin, su ascensor. Es un quinto, y aunque aún suben sin problema, se cansan y valoraron irse. “Podemos subir hasta cierto punto. Pero los del tercero están gorditos y les cuesta”, cuentan. “Son pisos de 1968 y se hicieron sin ascensor porque se consideraba un lujo. Ahora dan ayudas, pero cuando se planteó mucha gente mayor se puso como loca. Pensaban que les iban a engañar, a robar... Pasan de todo. Aunque ahora hay más gente animándose”.
La colonia de al lado es, según los datos, el punto de Madrid en el que más viviendas hay en edificios de seis plantas sin ascensor: 785. Son edificios construidos en el franquismo, a los que sus inquilinos llegaron con veinte o treinta años. Sin embargo, estos tienen patio interior y la mayoría lo ha puesto. El embrollo lo tienen en los pisos que rodean la plaza de Alcira, una colonia contigua muy inaccesible (hay escaleras, rampas, aceras estrechas) como consecuencia de los grandes desniveles topográficos. Los pocos edificios que han puesto ascensor son más que visibles, porque van por fuera.
Silvia también vive en un quinto y tiene un niño. Cuenta que, cuando era bebé, dejaba el carrito en un coche que apenas usaba aparcado cerca del portal por no subirlo, porque además la escalera es muy estrecha. Siempre comenta con su vecina Paquita la necesidad de ascensor, pero como el presidente de la comunidad no lo mueve, ellas no alzan la voz. “No es cosa nuestra, sino de él”, dicen.
“Si pusieran ascensores en todos los edificios, esto sería una ratonera. No hay espacio en la calle por el montículo”, continúa. Eso sí, añade una tercera vecina: los pisos, de sesenta metros cuadrados, se revalorizarían. De media, un piso con ascensor se vende un 30% más caro que sin él.
¿Dónde hay más pisos sin ascensor? Como en muchas cosas en Madrid, los que pierden son los barrios del sur. Este mapa de Urban Data Analytics muestra en rojo los barrios dónde hay más viviendas con ascensor y en verde dónde predominan las que no. Latina, Villaverde, Vallecas... Solo se cuela una zona de renta alta entre las verdes −Aravaca− pero porque son casi todo chalés.
En Valdezarza hay muchas viviendas sin ascensor. Pero sumando secciones, el punto más negro de la ciudad aparece en Aluche. Cinco de las ocho secciones censales con más viviendas de seis plantas sin ascensor están allí. Concretamente, en la colonia de Puerto Chico. Muy pocos edificios lo tienen instalado: el primero se inauguró en 2015 −hace solo cuatro años− y fue tal acontecimiento que salió en el periódico del barrio.
“Son pisos del 67 y no están diseñados para llevar ascensor. ¿Qué pasa? Que la gente se hace mayor, hay que instalarlos y vienen los problemas”, explica Paco, propietario. “Hasta donde sé, es obligatorio o lo será. Pero como hay que modificar los edificios y coger trozos de cada vivienda es delicado. Intentamos llevarlo por la vía de la concordia”.
Poner un ascensor cuesta entre 100.000 y 150.000 euros y las subvenciones cubren entre el 40% (la de la Comunidad) y el 70% (Ayuntamiento), aunque la Comunidad ha sido morosa en algunas convocatorias y ha dejado a comunidades sin pagar. En un edificio de cinco plantas con dos viviendas cada una, eso sale a un mínimo de 3.000 euros por vecino. Así que, aunque la ley obliga a las comunidades a instalarlos si un habitante de más de 70 años o un discapacitado lo solicitan, es natural que siendo tanto dinero muchos se echen para atrás. Más si la obra implica que quiten un trozo de su casa, como en la colonia de Aluche.
La subvención del Ayuntamiento de Madrid contempla entre los barrios con derecho a recibirla a Valdezarza y a Aluche, además de otros fuera de la M-30. En sitios así, solo queda que los vecinos se informen, organicen y pongan de acuerdo.
“Ponerlo por fuera del edificio es imposible, porque tendrías que acceder a una casa. Y no es mucho, pero ya están un mes de obra”, zanja Paco. “Algunos vecinos no se oponen, pero ponen condiciones como que se les pague una indemnización de 75 euros diarios para irse a un hotel durante la obra”.