Opinión y blogs

Sobre este blog

El Consejo de Seguridad Nuclear autoriza una explotación de uranio en un pueblo de 200 habitantes de Salamanca

El cerco sobre Retortillo, un pueblo de Salamanca, de 240 habitantes, del oeste salmantino, en una zona desfavorecida, y sin grandes ayudas institucionales, se hace cada vez más infranqueable. Todo lleva a pensar que la empresa australiana Berkeley instalará en este municipio una explotación de uranio.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado el visto bueno a que se construya en Retortillo una instalación para fabricar concentrados de uranio, aunque ha impuesto algunas exigencias, como que la empresa Berkeley Minera España –filial de Berkeley Resources- no podrá realizar alguna actividad que altere de manera significativa “el fondo radiológico natural del emplazamiento”.

Ante esta decisión, Podemos Salamanca ha comenzado a dar pasos para llevar este conflicto a las Cortes de Castilla y León. De hecho, la procuradora de esta organización política por la provincia de Salamanca, Isabel Muñoz, se ha reunido con miembros de la Plataforma Ciudadana ‘Stop Uranio’, quien se ha comprometido a analizar y preparar con esta entidad y con los vecinos una interpelación para presentar en el Parlamento regional.

Incluso, Isabel Muñoz ha censurado el comportamiento de la Junta de Castilla y León, y de forma concreta el de Juan Vicente Herrera, al no haber atendido las peticiones ciudadanas para entrevistarse con los principales dirigentes del Gobierno de esta Comunidad Autónoma.

La realidad es que Berkeley Minera España ya tiene en marcha los trámites administrativos para explotar los yacimientos de uranio Retortillo-Santidad, que están ubicados en los municipios de Retortillo y Villavieja de Yeltes, con una gran base granítica en la zona, aunque la instalación todavía está pendiente de recibir otras autorizaciones administrativas.

Desde el principio, esta empresa se ha marcado como objetivo aprovechar los yacimientos de óxido de uranio que, según dice, hay en la zona, a través de una explotación minera a cielo abierto. Con ello se quiere fabricar compuestos con uranio para ser utilizados como combustible en las centrales nucleares. 

El CSN, aunque autorizó la explotación, también estableció diversos límites que se aplicarán a la autorización previa de esta instalación radiactiva de primera categoría. Entre ellos, figura que es obligatorio “tener nuevas autorizaciones del Ministerio de Industria, Energía y Turismo en el caso de que se pretenda tratar minerales procedentes de otros yacimientos”.

Además, se le exige un estudio preliminar de seguridad, que deberá describir el diseño definitivo de las estructuras dedicadas para la recogida, tratamiento y vías de evacuación de los efluentes de todo el emplazamiento y que se prevean verter al medio ambiente, junto a los medios establecidos para su vigilancia y control.

Berkeley tendrá que enviar en un mes al CSN una edición definitiva del Plan de Vigilancia Radiológica Ambiental pre-operacional, que “deberá llevarse a cabo como mínimo durante un año con carácter previo al inicio de las actividades mineras”. Según el informe de este Consejo, los resultados “deberán ser remitidos para su apreciación favorable, no pudiendo realizarse con anterioridad ninguna actividad que altere de forma significativa el fondo radiológico natural del emplazamiento”. 

Sin embargo, no se tiene en cuenta la oposición de la población, que, además, a través de una campaña de recogida de firmas, puesta en marcha por la Plataforma ciudadana ‘Stop Uranio’ en Change.org, se lograron 112.000 firmas y otras 3.000 a través de las mesas de información que se colocaron en las localidades afectadas en contra de esta explotación minera.

Se da la circunstancia de que en Retortillo, uno de los municipios que podrían quedar perjudicados, está uno de los balnearios con más historia en Salamanca y que, según los detractores de las minas, podría verse abocado al cierre.

Por su parte, los opositores al proyecto minero afirman que la concesión minera está atravesada por el río Yeltes, paraje sobre el que se han definido dos espacios de especial protección a nivel europeo (Red Natura 2000): la Zona de Especial Protección para las Aves de las Riberas de los ríos Huebra y Yeltes (ZEPA ES0000247) y el Lugar de Interés Comunitario de las Riberas de los Ríos Huebra, Yeltes, Uces y afluentes.

El cerco sobre Retortillo, un pueblo de Salamanca, de 240 habitantes, del oeste salmantino, en una zona desfavorecida, y sin grandes ayudas institucionales, se hace cada vez más infranqueable. Todo lleva a pensar que la empresa australiana Berkeley instalará en este municipio una explotación de uranio.

El Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) ha dado el visto bueno a que se construya en Retortillo una instalación para fabricar concentrados de uranio, aunque ha impuesto algunas exigencias, como que la empresa Berkeley Minera España –filial de Berkeley Resources- no podrá realizar alguna actividad que altere de manera significativa “el fondo radiológico natural del emplazamiento”.