Jesús Presencio hizo una campaña electoral de limpieza política y ética. Ciudadanos, el partido que representa, buscó, desde el primer momento, alejarse de cualquier comportamiento amoral. Ahora, tres meses después de que este partido entrara en el Ayuntamiento de Valladolid con la bandera de la moralidad, el portavoz ha sido pillado triplicando la tasa de alcohol permitida. Él habla de “persecución”. Pero la realidad es que alcanzó, tras una prueba de la Policía Local, 0,80 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, cuando la permitida es de 0,25 mg/l.
El control policial se le hizo a las puertas de su piso de la capital vallisoletana. Y es que la Policía Local ya estaba en alerta, ya que fue la Guardia Civil de Tráfico les avisara de que había salido de Medina de Rioseco, a 40 kilómetros en Valladolid, un coche conducido por un hombre en estado de embriaguez. Y es que la Benemérita, a su vez, recibió la alerta de un grupo de ciudadanos.
Ya en Valladolid, la Policía Local paró a Jesús Presencio a las puertas de su casa. Y dio positivo, triplicando la tasa de alcohol permitida. Sin embargo, el portavoz de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Valladolid no se quedó satisfecho y pidió que le realizaran una analítica, trasladándolo al hospital donde le hicieron análisis para determinar los niveles de alcohol.
Ante esta situación, desde la dirección regional de Ciudadanos se ha trasladado este caso al Comité Ejecutivo nacional del partido, que tiene previsto abordarlo de inmediato, según señala el periódico tribunavalladolid.com. “Fuentes cercanas a la secretaría de organización no ocultaban su hartazgo hacia Presencio no solo por este último suceso, sino por la trayectoria que ha mostrado desde la composición del pleno municipal, asumiendo la portavocía de su grupo y en total desintonía con la número 2 y portavoz provincial, Pilar Vicente”, se añade en el citado periódico.
Es más, no se descarta “asumir medidas drásticas hacia Presencio por una actitud ”que no se puede consentir“.
Ante el control al que fue sometido Jesús Presencio, este concejal lo calificó de “persecución”, porque según su versión, recogida en diferentes medios locales, él no conducía el vehículo entre Medina de Rioseco y Valladolid, pues lo condujo su esposa, según su teoría. Y él, al llegar a casa, fue cuando se dispuso a ir a comprar tabaco en su coche. Eso sí, triplicando el nivel de alcohol en la sangre, según se determinó en el control de la Policía Local.
