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Los feudos del PP en Castilla y León pierden las mayorías absolutas

Insisten, como reclama el argumentario, que ganaron las elecciones. Que ha sido el partido que más votos ha logrado. Es verdad que el PP ha sido el partido en Castilla y León con más apoyos en las urnas, pero no han sido lo suficientes como para poder gobernar en solitario los ayuntamientos de las capitales de provincia. Y, en muchos casos, se añaden cuestiones personales que pueden hacer inviables los pactos con otras organizaciones.

La realidad es que el PP, en Castilla y León, ha perdido 171.000 votos respecto a las elecciones de 2011 (pasa de 695.887 a 523.895), lo que implica que de 8.126 concejales que logró hace cuatro años pase a 7.253 que consiguió el domingo.

Enfrente, el PSOE también pierde votos en Castilla y León, y pasa de 439.902 a 389.956, es decir, 171.000 apoyos menos este año respecto a las elecciones de 2011. Esto implica, que los socialistas tendrán en esta región 97 concejales menos. IU también ha tenido un balance negativo pues pierde 28.863 votos (de 74.484 pasa a 45.621) y 24 concejales menos.

Castilla y León siempre fue uno de los bastiones del PP. Y, en esta ocasión, ha perdido hasta la mayoría absoluta, aunque no tendrá problemas para gobernar al faltarle solo un procurador para lograrla. Pero lo más destacado en las elecciones autonómicas es la entrada en el Parlamento regional de Podemos, con 10 procuradores; Ciudadanos, con cinco; y se mantienen IU, con uno; y UPL, con otro procurador. Los dos grandes partidos, PP y PSOE, pierden escaños, que se quedan con 42 y 25, respectivamente, frente a los 53 y 29 que han tenido esta última legislatura.

El caso más llamativo es Valladolid, donde Javier León de la Riva perdió la mayoría absoluta, lo que le podría llevar también a quedarse sin la Alcaldía, debido a un tripartito de izquierdas. El PSOE, con ocho concejales, podría poner de alcalde a Óscar Puente, con el apoyo de los cuatro concejales de Valladolid Tiene la Palabra (VTLP), encabezado por Manuel Saravia; y los tres ediles de Sí se Puede, una organización lanzada por Podemos.

Otra de las pérdidas más importantes del PP en Castilla y León fue Salamanca, una lista municipal que encabezó Alfonso Fernández Mañueco, actual alcalde, además de secretario general del PP en esta región y presidente de la Comisión de Garantías de los populares. Mañueco pierde seis concejales, se queda con 12, frente a los 7 del PSOE, 4 de Ciudadanos y otros 4 de Ganemos –organización apoyada por Podemos-. Desde que se conocieron los datos, en Salamanca ya se habla de un posible tripartito para quitarle la Alcaldía al PP, aunque en las próximas semanas se conocerá si sigue adelante esa opción.

León también pierde la mayoría absoluta que tenía el PP en su Ayuntamiento. La figura de Antonio Silván, que ha sido el consejero de Fomento en la última legislatura, no ha impedido la fuga de votos hacia Ciudadanos, que ahora tiene la llave de la gobernabilidad municipal.

En Burgos, los casos de corrupción o la revuelta social de Gamonal llevaron al PP, encabezado por el actual alcalde, Javier Lacalle, a perder cinco concejales, por lo que Ciudadanos, con cuatro ediles, podría convertirse en la opción de mantener el gobierno municipal en manos populares.

El PP en Palencia también pierde la mayoría absoluta, con una candidatura que encabezó Alfonso Polanco, el alcalde que arrebató en 2011 la Alcaldía al histórico socialista Heliodoro Gallego. Ha perdido cuatro concejales, frente a los dos que se ha dejado en el camino el PSOE, por lo que, en este caso, también Ciudadanos puede ser la llave con tres ediles.

El PSOE, sin embargo, ha mantenido las alcaldías de Segovia y Soria, en este caso con mayoría absoluta. En la capital segoviana, la candidata socialista, Clara Luquero, mantiene los 12 concejales que su partido consiguió en 2011, por lo que necesitaría un concejal para lograr la mayoría absoluta; mientras que el PP sufre una verdadera debacle al perder cuatro ediles. En Soria, Carlos Martínez revalida su mayoría absoluta, mientras que los populares pierden dos.

En Ávila y Zamora, las guerras internas del PSOE no han afectado demasiado a la pérdida de concejales, aunque tampoco le han llevado a ganar las elecciones. En la capital zamorana han sido adelantados, en número de concejales, por IU y su histórico Francisco Guarido, que podría ser el alcalde con el apoyo socialista; mientras que el PP también se derrumba y pierde cuatro concejales. En Ávila, uno de los bastiones de los populares, el PP pierde 5 concejales y la mayoría absoluta, aunque el PSOE mantiene sus cuatro ediles, pese a que Ciudadanos consigue cinco.

Insisten, como reclama el argumentario, que ganaron las elecciones. Que ha sido el partido que más votos ha logrado. Es verdad que el PP ha sido el partido en Castilla y León con más apoyos en las urnas, pero no han sido lo suficientes como para poder gobernar en solitario los ayuntamientos de las capitales de provincia. Y, en muchos casos, se añaden cuestiones personales que pueden hacer inviables los pactos con otras organizaciones.

La realidad es que el PP, en Castilla y León, ha perdido 171.000 votos respecto a las elecciones de 2011 (pasa de 695.887 a 523.895), lo que implica que de 8.126 concejales que logró hace cuatro años pase a 7.253 que consiguió el domingo.