La Meseta es un nuevo blog en el que Castilla y León se abre a la red, sin cortapisas, sin presiones y con un único objetivo: informar, contar, relatar. Informar lo que ocurre esta Comunidad Autónoma sin que nadie imponga sus criterios. Contar lo que habitualmente no se encuentra ni en la Red ni en papel. Relatar opiniones de los que tengan algo de qué opinar. Todo ello pensado para una tierra mesetaria, en la que apenas hay sobresaltos, y con la pretensión de aportar un grano de arena para el avance intelectual y material de esta región.
El presidente de Cepyme, acorralado por sospechas sobre su gestión económica
Jesús Terciado no acaba de resolver sus problemas económicos. Si hace unos años salió de Castilla y León, como presidente de la patronal de esta región, con las sospechas sobre los gastos que hacía con la Visa oficial, ahora se le empieza a complicar su situación al frente de Cepyme, la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas.
Terciado, que siempre presumió de ser un hombre de Díaz Ferrán, que está en prisión tras llevar a la ruina a Viajes Marsans y condenado por defraudar 99 millones de euros en el impuesto de sucesiones, comienza a ver cómo es cercado por las sospechas de su gestión económica.
Ayer, el programa Al rojo vivo, de La Sexta, informaba de una denuncia interpuesta por tres vocales de Cepyme contra Jesús Terciado por facturar más de 313.000 euros a empresas en las que figura como socio y administrador, sociedades relacionadas con la ingeniería agrícola y la topografía y, por tanto, sin demasiadas relaciones con la organización empresarial que representa.
Así, según la denuncia a la que ha tenido acceso La Meseta, se relata que durante los ejercicios de 2011 y 2012 dos empresas de Terciado, Ingasert y Tecrucyl, domiciliadas en Ávila, la ciudad del presidente de las pymes, aunque según los denunciantes “nunca habían realizado trabajo alguno para Cepyme”.
Durante 21 meses, las dos empresas recibieron de esa organización empresarial 313.320 euros, es decir, 14.919,04 euros al mes, sin que haya “constancia” de que existan “documentos que respalden esta facturación”.
Esta denuncia que ha sido presentada por tres vocales de Cepyme, que representan a la Confederación de Empresarios de Salamanca (Confaes), llega después de que en los primeros días de mayo Jesús Terciado se negara a responder a las preguntas realizadas por estos tres vocales, durante la asamblea general de la organización empresarial, sobre las cantidades que percibía como presidente.
Así, fuentes empresariales relatan a La Meseta las cinco preguntas realizadas: “¿Cobra como presidente de Cepyme por algún concepto?”; “si la respuesta es positiva, ¿por qué concepto?”; “¿qué cuantía percibe?”; “¿qué órgano decidió ese pago?”; y “¿qué respaldo legal tiene ese cobro?”. Sin embargo, no hubo respuesta.
Estos vocales fueron los que iniciaron una batalla contra Terciado por la utilización que hizo de la Visa Oro de la Confederación de Empresarios de Castilla y León (Cecale), cuando fue presidente. Los juzgados declararon que no era ilegal, pero en ningún momento llegó a justificar los gastos que realizaba, aunque estuviera descansando. Él mismo llegó a admitir ante el juez que instruyó la querella todos los pagos que había realizado con su tarjeta, aunque se escudó en que no había un reglamento en Cecale que impedía realizar esos pagos.
Entre los gastos destacaban, por ejemplo, el realizado el 22 de mayo de 2009, viernes, de 251,09 y 286,86 euros en el Parador de Soria. El domingo 2 de agosto de ese mismo año, Jesús Terciado se gastó 346,84 euros en el Parador de La Granja, en Segovia. Del sábado 12 de septiembre de 2010 tiene dos facturas de 225,26 y 161,51 euros. Y el 24 de octubre de 2010, que fue domingo, pagó 242,35 euros en la Casa Rural Posada del Medievo, de Segovia. Todo ello, sin que ninguno de esos días se celebrara en esos hoteles ningún acto de Cecale.
La Visa Oro también la utilizó, entre 2009 y 2012, para realizar diversos pagos en Ávila, en la ciudad donde vive Jesús Terciado, por una cuantía de 8.746 euros. Y en Madrid, de 7.193 euros.
También pagó 2.781 euros en una gasolinera de la capital abulense, que es de su propiedad; o llegó a utilizar su Visa Oro para ir a comer a diversos restaurantes, como el Foster’s Hollywood de Ávila.
Por su parte, desde Cepyme se envió ayer un comunicado de prensa en el que reconocía que “la gestión que ha llevado a cabo esta Confederación de sus recursos ha sido siempre respetuosa con la normativa, habiendo actuado siempre de forma correcta”. Al mismo tiempo indicaba que la denuncia interpuesta por tres vocales de esta organización empresarial, miembros de la patronal salmantina, es “clara estrategia de desestabilización”.
En la nota de prensa se deja claro, sin embargo, que los emolumentos que Jesús Terciado recibe son fruto de un “contrato de alta dirección” que se suscribió a partir de 2012 y hasta esa fecha el dinero que recibía -“por su dedicación y los gastos que genera la actividad”- se facturó “ través de sus empresas, siendo la única cantidad y el único concepto por el que facturaron”.
Jesús Terciado no acaba de resolver sus problemas económicos. Si hace unos años salió de Castilla y León, como presidente de la patronal de esta región, con las sospechas sobre los gastos que hacía con la Visa oficial, ahora se le empieza a complicar su situación al frente de Cepyme, la Confederación Española de Pequeñas y Medianas Empresas.
Terciado, que siempre presumió de ser un hombre de Díaz Ferrán, que está en prisión tras llevar a la ruina a Viajes Marsans y condenado por defraudar 99 millones de euros en el impuesto de sucesiones, comienza a ver cómo es cercado por las sospechas de su gestión económica.